viernes, 26 de febrero de 2016

¿Cuántas?




Vaya por delante mi rechazo a ETA, y, especialmente, a sus métodos y a su violencia. Creo firmemente que, matar por lo que se llama una idea, no es defender dicha idea, es simplemente asesinar.

Una vez expuesto dicho preámbulo, que creo que es necesario, pasare al tema del escrito de esta semana.

Mientras todos los estamentos sociales, incluida la sociedad civil, no se impliquen realmente con el tema de la violencia de género, no se podrán evitar los asesinatos por esta causa. No vale decir con grandes gestos melodramáticos que se está contra dicho tipo de violencia. No sirven de nada las concentraciones de repulsa y de fingido dolor delante de las instituciones si no se actúa desde ellas. No es válido asistir a manifestaciones o concentraciones si, ante situaciones de este tipo en nuestro entorno, nos mantenemos callados y al margen, no actuando de manera efectiva. Sólo son ganas de aparentar y cubrir el expediente, es decir, lo que actualmente, y con un horrible neologismo, se denomina postureo.

El terrorismo de ETA se combatió, muy eficazmente cuando los dos grandes partidos se pusieron de acuerdo en afrontarlo por todos los medios. Es cierto que, algunos casos, sus procedimientos quizás lindaban con la vulneración de derechos fundamentales. Es cierto que muchos partidos no se adhirieron al pacto para deternerlo. Es cierto que éste pudo y puede ser mejorable. Pero, de una manera o de otra, consiguieron que ETA dejase de asesinar.

Si tenemos en cuenta que la violencia de género ha causado más víctimas que las ocasionadas por ETA, que sus daños colaterales son más numerosos, que existe una aparente unanimidad para combatir esta lacra ¿A qué esperan y esperamos para combatirla de un modo organizado, coordinado y, sobre todo, eficaz?, ¿Cuántas mujeres más tendrán que ser asesinadas? Y hablo de asesinatos por ser la cara más visible y espectacular de la violencia de género, ya que se podría hablar al tiempo de los malos tratos físicos y psicológicos, que siempre preceden al asesinato.

Pongamos sólo dos ejemplos recientes en los que vemos reflejada la falta de toma de conciencia sobre el problema existente:

1º Hace unos días, unos grupos de indeseables y delincuentes pretendieron realizar sendas manifestaciones en Granada y Barcelona y solicitaron para ello el correspondiente permiso. En las citadas manifestaciones, se pretendía reivindicar los usos machistas e, incluso, la despenalización de la violación. La única actuación administrativa fue la denegación del permiso ¿Puede imaginarse alguien lo que les hubiese pasado a los hipotéticos solicitantes de un permiso gubernativo para celebrar una manifestación solicitando que ETA pudiese recaudar fondos con un impuesto revolucionario y así sanear su maltrecha economía? ¿Se hubiese acabado el asunto con la mera desautorización?

2º Pero no vayamos a las hipótesis, vayamos a un hecho real. También es muy reciente el caso de los titiriteros a los que tras de una denuncia les acusan de, supuestamente, enaltecer el terrorismo de ETA por una pancarta que formaba parte de la trama. Estuvieron detenidos 5 días. se les ha incautado el material con el que se ganaban la vida. Y deben, además, presentarse  periódicamente en el juzgado. A la mujer asesinada recientemente en Zaragoza, su verdugo la tuvo secuestrada y la amenazó de muerte con una pistola. El agresor estuvo retenido una horas, menos de veinticuatro, y a la agredida no se le concedió protección ya que su ex pareja residía a más de cuatrocientos kilómetros. Debieron pensar que aún se viajaba en diligencias, ignorando que hoy en día, existen automóviles, autopistas, trenes de alta velocidad y aviones. El resultado es de sobras conocido: otra mujer asesinada.

¿Cuántas más tendrán que ser inmoladas en el altar del machismo y la sociedad patriarcal antes de tomar las medidas adecuadas?

Publicado en El Periscopi el 26 02 2016

viernes, 19 de febrero de 2016

Cuentos inverosímiles



Permítanme que hoy les cuente un cuento, ya que, si dijera que son hechos reales, nadie se lo podría creer, así que con el permiso de todos Vds. comenzaré:

Erase una vez un país, al que llamaremos España, donde sus moradores sufrían duros recortes en educación, en sanidad, y en derechos sociales; donde el índice de pobreza aumentaba; donde conseguir un trabajo no suponía abandonar la pobreza; y en el que una gran parte de sus dirigentes, en combinación con empresarios, malversaban el dinero público y se enriquecían de forma ilegal. Un día hubo elecciones para burgos y aldeas y, aunque incomprensiblemente volvieron a ganar los mismos opresores de siempre, en algunos lugares y lugarejos la unión de muchos contra ellos consiguió desalojarles de sus poltronas. Los nuevos ocupantes empezaron a barrer debajo de las alfombras, a abrir ventanas, cajones y armarios. Salió tanta suciedad y tanta cochambre que hubo que llamar al Justicia de cada lugar para que se hiciera cargo de los problemas sanitarios que amenazaba con destruir, cuando no lo habían hecho ya, a todo el tejido social. Poco a poco, y con grandes dificultades, se comenzó a recomponer todo lo destruido y a sanear lo recuperable.

Pero la cosa no acaba aquí. Al cabo de unos meses hubo elecciones en el Reino y, a pesar de lo que se había descubierto, volvieron a ganar los que habían esquilmado el país. El Rey, siguiendo un anticuado libro llamado Constitución, citó en su palacio a todos los adalides de las diferentes banderías y, tras escucharles, encomendó al Jefe de los que habían gobernado hasta ese momento que siguiese al frente de los destinos del Reino. Él, de forma poco gallarda, dijo que no se atrevía, que se retiraba a un lado, pero sólo un poco, lo suficiente para estorbar, ya que sabía que sólo contaba con sus huestes y, en el mejor de los casos, com unos jóvenes continuadores suyos que se hacían llamar Ciudadanos. Sin embargo, sus políticas sociales, la manera despótica de utilizar su mayoría absoluta, la confrontación contra todos, su pésima  gestión de la llamada cuestión catalana, su modo de dejar pudrir los problemas sin intentar abordarlos, y las mentiras continuadas completamente increíbles hacían imposible, para cualquier grupo que no se quisiera inmolar en la pira públicamente, facilitarle la investidura. No cito aquí el tema de la corrupción ya que se merece, no un párrafo aparte como haré aquí, si no más cuentos de los que hay en “Las mil y una noches”.

El Rey volvió a llamar a todos, y tras la sorprendente declaración del señor de Podemos anunciando que apoyaría al Caballero Sánchez, Duque de PSOE, encargó a este que se hiciera cargo de los asuntos del reino, si consiguía reunir huestes suficientes para tal menester. Y en eso está.

Mientras tanto ¿Qué hace el caudillo de las tropas populares? Lo esperado: sentirse ofendido, mandar a la Brunete Mediática a intentar socavar las posibilidades del aspirante a ser el nuevo dirigente del país, y manifestar que el único gobierno legítimo sería uno presidido por él, ya que ha tenido más votos. No es capaz de comprender que, en democracia, la mayoría se obtiene por la suma de escaños que pueden llegar a apoyar a un gobierno y no por el número de escaños que en solitario puede tener una formación, excepto si ésta alcanza la mayoría absoluta.

El Caballero Rajoy, en su ceguera política, es de los que se contradice a sí mismo, ya que, por una parte, manifiesta que los casos de corrupción han restado muchos votos a su partido, pero preguntado si los casos aflorados influyen en el tema para volver a ser der nuevo Presidente, dice que en modo alguno.

¡Si hasta la Noble Dama Esperanza Aguirre ha dimitido!, aunque sea en diferido como es costumbre hacer las cosas en el PP, por los casos en el Burgo donde era defensora del castillo ¿Qué tendría que hacer el Mandamás nacional al haber infinidad de casos en todos los Burgos y Virreinatos? ¿Sólo son unas manzanas podridas? Si la sidrería “La Asturiana” comprara un contingente con esa proporción de manzanas podridas, o quebraría, o tendría que dedicarse a fabricar cerveza, ya que sidra sería imposible.

La única solución que tienen las tropas populares es que el dragón que tienen encerrado en el fondo de la FAES salga al exterior y diga entre llamaradas de fuego: “¡Váyase Sr. Rajoy!
Y colorín colorado, este cuento, por desgracia, no ha acabado
Publicado en El Periscopi el 19 02 2016

viernes, 12 de febrero de 2016

Las damas bobas



Hay que reconocer que lo del PP y las mujeres tiene mérito, ya que apuestan por la dificultad y siempre aciertan.

En un momento de la historia de la civilización en el que las mujeres pueden desarrollar sus facultades reales en cuanto a inteligencia, preparación, capacidad de organización y liderazgo, donde no tienen trabas legales (las sociales son otra cuestión), el PP encuentra mujeres que van al contrario de la historia, y, qué duda cabe, debe buscarlas con ahínco, ya que las encuentra,  las coloca en lugares prominentes, y, si no puede incluirlas en sus listas, ya que por su nacimiento  no han optado a esa situación, las protege y parece prohijarlas.

Empezaré por la prohijada que, a pesar de su carrera universitaria, su Máster de Universidad  americana, y ser una ejecutiva de una afamada entidad bancaria, no se enteraba de nada. Propietaria florero del 50% de una sociedad donde, presuntamente, se blanqueaba dinero y que ella no sabía cómo funcionaba. Tampoco se enteraba de que los ingresos familiares legítimos eran muy inferiores a los gastos e inversiones que realizaban. Eso sí, le pasaba  por que estaba muy enamorada de su marido. No era militante del PP, pero éste se ha cuidado de ella como si lo fuera, pues instituciones que dependen orgánicamente del Gobierno abogan por su defensa.

Se justifica su actuación por el amor que siente por su marido, que no le permite ver cómo  desarrolló sus actuaciones ¿Quién soy yo para negarlo, y menos estando tan cerca S. Valentín? Además, puede tener una lógica: Cupido, cuando le lanzó la flecha, erró el tiro, y su flecha, en vez de en el corazón,  la clavó en la retina.

Tenemos el caso de Ana Mato, que, además de ex Ministra, es  licenciada en Ciencias Políticas y en Sociología por la Universidad Complutense de Madrid, y también fue profesora tutora de la UNED.  Pero no vio los confetis que se lanzaron en una fiesta para sus hijos por un valor de varios miles de euros. Claro que, con la cantidad de papel que se gasta en un Ministerio, debió pensar que serían los papelines que se forman al taladrar los documentos para archivarlos y debió pensar: “¡Qué bien, como reciclamos!”.  Es cierto que tampoco vio que en su garaje había un coche de más, concretamente un Jaguar, pero ese ligero error fue debido a que, cuando en Barrio Sésamo enseñaban a las criaturas a contar, nunca pusieron un ejemplo con coches, y menos con un Jaguar por medio.

¿Y qué decir de Rita Barbera? Que, con todos o casi  todos los  equipos de sus últimos gobiernos municipales investigados (imputados) por presuntos delitos ligados a la corrupción, no se enteró de nada. Pues también tiene una explicación coherente: que “el caloret” la hacía sudar y tenía que salir a tomar el fresco en el balcón de vez en cuando, y era entonces cuando los presuntos corruptos aprovechaban para cometer sus presuntas tropelías.

No quiero dejar de mencionar a nuestra nunca suficientemente  bien alabada  Ministra de Trabajo (en funciones), Dña. Fátima  Báñez, que sufrió una ligera confusión cuando citó a la Virgen del Rocío como colaboradora para solucionar el problema del paro, cuando es bien sabido que, con la reforma laboral, para encontrar un trabajo digno de ese nombre, no se necesita la intercesión de la citada virgen sino la de Sta. Rita (que, para los posibles desconocedores de patronazgos, es la abogada de lo imposible).

Como soy ferviente defensor de la igualdad de género, no puedo dejar de nombrar, para que no se sienta discriminado el género masculino, al Sr. Fernández Díaz, que ha manifestado que tiene por chofer a un ángel. En vez de recriminarle, creo que cabe preguntarse:   Si un simple detective privado, como es Charlie, puede tener tres ángeles ¿Por qué un ministro (en funciones) no puede tener uno?

Como colofón, nuestra inefable Ministra de Fomento (en funciones) Ana Pastor dijo: “No se puede ser honrado y ser político”. Ante esta muestra de sinceridad absoluta, sólo cabe dedicar en su honor una gran ovación.

Publicado en El Periscopi el 12 02 2016

viernes, 5 de febrero de 2016

Asomándose al exterior



La vida, y sobre todo la vida política, da muchas vueltas, y lo que un día se podía pensar que era el principio de un fin, resulta que puede ser el inicio de un principio.

Hasta el sábado día 30 de enero, el PSOE se encontraba en un gran atolladero en el que no se veía una salida y que podía desembocar en un declive más agudo del que había padecido hasta el momento: sus propios errores, su falta de una línea firme, concreta y decidida desde la oposición a las políticas anti sociales del PP, el ninguneo de una parte significativa de los dirigentes del partido hacia la figura del Secretario General, la actitud de “los jarrones chinos y los jarroncitos”  que no han comprendido que en la actualidad ya no representan la voluntad del partido, y que dan la impresión que defienden sus intereses privados y no los de la comunidad.

Pero no busquemos sólo causas endógenas en las tribulaciones del PSOE. La estrategia impecable de Podemos había desmontado todas las posibles sus salidas. Entre ellas, fue especialmente brillante e inesperado el anuncio del Sr. Iglesias de apoyar al PSOE en la Sesión de investidura, e incluso de formar parte de un gobierno presidido por el Sr. Sánchez, y en el que se incluiría a Unión Popular (IU)

La jugada era perfecta para desarmar al PSOE como fuerza hegemónica de la izquierda, ya que se encontraría con una de las siguientes situaciones:

a)      Aceptar formar gobierno de unidad. En este caso la autoridad del Secretario General quedaría muy debilitada, ya que destacados miembros del partido están en contra de esta solución. Ante esta situación, la debilidad interna podría ser aprovechada políticamente Podemos para ganar esferas de poder.

b)      No aceptar el pacto. En este caso, tendría que apoyar, por activa o por pasiva, la investidura del Sr. Rajoy y todo lo que arrastra el PP en cuantos a políticas favorecedoras de la desigualdad social y a sus escándalos económicos, lo cual creo que sería muy difícil de perdonar por sus votantes y seguidores. O quedaría la alternativa de ir a unas nuevas elecciones, en cuyo caso, siempre quedaría marcado como el partido que no quiso hacer una coalición de izquierdas, pagando por esta decisión un precio en las urnas que podría ser muy elevado en términos de votos

Esta situación  dio un vuelco de forma muy sustancial con el anuncio que hizo el Sr. Sánchez de que consultaría a las bases la posibilidad del acuerdo y las condiciones , propuesta que dejó muy descolocados a los “Barones” que estaban en contra de cualquier confluencia con Podemos. Para mí, esta brillante decisión tiene varios aspectos muy positivos para el Secretario General. Veamos algunos:

a)      Deja fuera de juego a los que se oponían al pacto, ya que si la consulta es favorable al pacto, los opositores, so pena de  ser acusados de no aceptar la democracia interna, se verán abocados a aceptar el resultado. Refuerza de paso la posición de su figura de líder como impulsor de la consulta y valedor del acuerdo.

b)      Continuando con el hipotético favorable, la posición negociadora viene reforzada, ya que tiene detrás al partido de izquierdas con más respaldo parlamentario.

c)       Caso que el resultado fuera contrario a formalizar el pacto propuesto, el PSOE siempre podrá decir que ha sido la decisión de la militancia y no de unos dirigentes aislados de la voluntad popular y que sólo miran por sus privilegios.

Como conclusión podemos decir que, afortunadamente, empieza a mostrarse algo de inteligencia política en el páramo del panorama español, dejando, por otra parte, de ser ésta una exclusividad de Podemos, el único, hasta ahora, en tomar iniciativas favorables a sus intenciones, al tiempo de ser capaces de desconcertar al resto de formaciones.

Publicado en El Periscopi el 05 02 2016

viernes, 29 de enero de 2016

Democracia prostituida


Puedo aceptar sin ningún tipo de reserva mental que alguien se considere de derechas, que tenga sentimientos conservadores, que crea  que con los postulados de la derecha la situación de un país, y por ende de sus ciudadanos, sea más beneficiosa, incluso no tengo nada que objetar contra   ese hipotético seguidor,  sea un asalariado o pertenezca a la clase media baja o directamente baja. No lo comparto, pero asumo, e incluso defiendo, que tienen tanto derecho a sentirse y a ser de derechas, como tengo yo a sentirme y ser de izquierdas.

Creo que en el párrafo anterior he dejado clara mi posición personal. Pero lo que no puedo aceptar, entender, o asumir es la corrupción moral, ética y democrática de un ciudadano que no esté directamente implicado en casos de corrupción hoy. Que, no digo hace semanas, meses o años, digo y repito: hoy, se manifieste partidario de que gobierne el PP, o que, en caso de lleguen a haber nuevas elecciones,  esté dispuesto a votar a dicho partido.

El PP podrá ser  responsable legal,  o salvarse por algún tecnicismo jurídico, podrá tener o no responsabilidad penal , o encontrar alguna vuelta al Código  que le halle no culpable. No quiero, ni puedo,  condenarlo desde un punto de vista jurídico. Pero creo que cualquiera que tenga el más mínimo  sentido de la ética, no puede menos que encontrar que su actuación en el tema de los discos duros ha sido obstrucción a la justicia. No entro en si tenía derecho legal a destruirlos. Tampoco quiero entrar, ya que lo desconozco, en si en ellos había o no datos que pudieran incriminarlos, no quiero opinar sobre si el magistrado se equivocó o no tomando medidas cautelares.

Creo  que la política, no los politiqueos,  o los juegos de trileros, debe basarse en la honestidad de las partes. No debe saltarse la ley. No se tiene que basar en él: “Yo me salto la ley, pero como mis abogados…”, o en el: “Como la Justicia tiene resquicios, los aprovecharé para mi beneficio”. Para salvarse de una condena legal, se puede, e incluso diré se debe, usar cualquier subterfugio. Nuestra legislación basada en la Lex Romana que así lo preconiza, y es posible que provenga de ella nuestra degeneración en materia de triquiñuelas, trampas, atajos legales y el “todo vale mientras no me pillen con a manos en la masa”.

Mientras los ciudadanos aceptemos que nos roben, que nos condenen a convivir con la corrupción en todos los estamentos, que para gobernar no estén la ética y  la honestidad por encima de la Ley; mientras aceptemos que un partido político pueda destruir pruebas en un proceso judicial, que ese partido pueda gobernar o tener nuestro voto; mientras aceptemos la corrupción democrática; mientras aceptemos a políticos deshonestos; mientras detengan a dirigentes políticos y su partido mire hacia otro lado; mientras los superiores directos de los involucrados, que posiblemente los han elegido, carezcan de la dignidad personal de no haber sabido elegir o controlar la dimisión de todos sus cargos; mientras los ciudadanos no nos involucremos en la regeneración de la acción política: Estamos y estaremos, con razón, sometidos a tener que soportar a la más despreciable clase política, al tiempo de ser cómplices de la situación.

Por otra parte, no olvidemos que en tiempos de degeneración democrática surgen los aventureros salva-patrias. Paro, corrupción, desigualdades  y  descontento social han sido y siguen siendo el caldo de cultivo la proliferación de extremismos incontrolables
Publicado en El Periscopi el 29 01 2016

viernes, 22 de enero de 2016

Bombas de humo



En estos casos, la veteranía es un grado. Al final, los amigos de las “mangarrufas”, las triquiñuelas legales, y la ocultación de la verdad acaban triunfando, llevando el ascua a su sardina, y aprovechando la ingenuidad, o quizás bobería, de los que han querido entrar rompiendo moldes, con intención o sin ella.

Veamos algunos casos recientes: La Sra. Bescansa se instala en su escaño con un niño a cuestas ¿Qué quería demostrar?, ¿Qué tiene un trabajo privilegiado? Ya que no me imagino a una camarera de pisos, o a una cajera de un supermercado con el niño en brazos realizando sus funciones. Cuestión muy diferente a la actitud, aparentemente semejante, tomada por Nines Maestro en su momento, reivindicando y logrando, al fin, la instalación de una guardería en el Congreso. Lo que en un caso fue una necesidad, en el otro fue, para ser benévolo, insensatez.

Se reprocha que hubo nuevos parlamentarios que fueron en bicicleta. Lo malo no es que fuesen en ese medio de transporte. Lo malo sería que, representando a un movimiento ecológico, solo fuesen el primer día, como si de una romería se tratase ¿Acaso se prefiere a la Sra. Villalobos, llamando a voces y con expresiones malsonantes a Manolo el chofer de su coche oficial?

Hablando de la tal Sra. Villalobos, no pudo menos que mostrar su rancio discernimiento, con sus comentarios sobre los piojos, la limpieza y las rastas de uno de los diputados. En su trasnochada mente, une rastas con suciedad. La citada Sra. Ignora, además de la educación, que, según los médicos, es más fácil que los piojos ataquen a una cabeza limpia que a una sucia. Le molesta una cabellera no habitual en sus círculos, pero no la corrupción, que si es habitual entre sus correligionarios.

Otras de las críticas es que otro grupo fue al Congreso acompañado por una charanga, alegando que era un espectáculo de circo. Entonces, ¿Qué es una carroza tirada por caballos, desfilando e interrumpiendo el tráfico en medio de una gran ciudad, y toda la parafernalia de coronas y capas de armiño que lleva la apertura del curso de sesiones en otros Parlamentos?

Muchos medios han subrayado la solemnidad y las personalidades que hubo en las primeras Cortes, pero ¿Se acuerda alguien de los epítetos con los que regalaron a Dña. Dolores Ibárruri y al Sr. Carrillo? En cuanto a la solemnidad del vestuario, creo que flojean de memoria pues las críticas por sus atuendos a la fallecida Dña. Pilar Bravo eran feroces.

Estoy convencido que el Sr. Iglesias sopesa muy bien sus actos y tiene trazada su hoja de ruta en su trayectoria hacia La Moncloa ¿Pero resulta tan imposible que se emocionara y se le escapasen unas lágrimas?

No sé si tendrán Uds. La misma opinión que yo, que estoy convencido de que se han aprovechado estas, quizás, ingenuidades para cubrir como con bombas de humo asuntos transcendentales como pueden ser:

a) La toma de posesión de su escaño del electo como número dos por la lista del PP de Segovia, claro ejemplo de personaje que se acerca a la política para su lucro personal y realiza una conducta supuestamente delictiva, y al que el Presidente del Gobierno en funciones ha defendido, aún oponiéndose, con unos argumentos un tanto barrocos, a la Vice Presidenta del Gobierno, también en funciones.

b) Camuflar ante la opinión pública el extraño, o al menos poco explicado,  acuerdo entre C’s y PSOE para que Patxi López haya salido elegido Presidente del Congreso ¿Lo ha cedido graciosamente el PP? ¿Estaban todos jugando con la tablet? ¿Hay un precio político que se nos ha ocultado?

c) Que, en aras a un hipotético pacto para gobernar, Pedro Sánchez, no tenga ningún recato en tildar a C’s como un partido renovador y progresista,  cuando,  en realidad, dicho partido no ha tenido ningún escrúpulo en favorecer el acceso al gobierno en dos comunidades autónomas de partidos con serios problemas de corrupción y con políticas sociales y laborales de un atroz neoliberalismo.

Pero nos seguimos quedando con los efectos especiales del drama,  y no somos capaces de ver el argumento.

Publicado en El Periscopi el 22 01 2016

viernes, 15 de enero de 2016

Saturación



Tengo que reconocer que hay semanas en las que tengo serias dificultades para encontrar un tema para escribir mi colaboración. Afortunadamente, y remedando una frase de una película mítica: “Siempre nos quedará el PP”. Por el contrario, otras veces, la dificultad es elegir un tema entre todos los que surgen de la actualidad. Ante esta tesitura, hoy abordaré unos sucesos que, aunque singularizados, padecen la mitad de los seres humanos y deberían afectar a toda la humanidad

En España, a fecha de hoy, trece de enero llevamos oficialmente cuatro, o quizás cinco (ya que hay un caso dudoso), mujeres muertas a causa de la violencia de género. Claro que, como dice un príncipe de la iglesia, es por su negativa a obedecer a sus compañeros, o por su negativa a convivir con quienes le hacían la vida imposible, o por… Pero sea en realidad el número que sea, una ya es demasiado y mucho más de lo que la sociedad puede admitir.

Por la indignación que me produce, no puedo menos que citar a Henriette Reker, actual alcaldesa de Colonia, que demostró su catadura cuando, tras las criminales actuaciones en su ciudad y en algunas otras también, dijo: “Que las mujeres vistan con recato para evitar ser violadas”. Lo que en lenguaje normal y no político podríamos traducir: Como soy una perfecta inútil, y no soy capaz de mantener la ley en la ciudad donde soy alcaldesa, echo la culpa a las mujeres, y así, al menos, la parte más miserable y misógina de los habitantes de la ciudad se considerarán satisfechos a pesar de mi ineficiencia.

No sé qué pensará la Iglesia Católica de las declaraciones de la citada Reker. En realidad, tampoco me importa demasiado. Pero la alcaldesa parece dar entender que la santa, paradigma de la castidad, María Goretti, debía ir vestida de ”pendón desorejado” para sufrir la violación y posterior asesinato de los que fue objeto.

¿Y qué decir del caso de la Infanta Cristina de Borbón? Mujer que, con una carrera universitaria, un Máster obtenido en una universidad americana, y ejecutiva de “La Caixa”. a la que tanto la ¿representante? del Estado, como el Fiscal Anticorrupción y su propia defensa no dudan de tratar de débil mental. Al aducir que el amor a su marido la privó del discernimiento necesario para poder darse cuenta de que los ingresos familiares no se correspondían con sus gastos, para saber lo que pasaba en la sociedad en la que era copropietaria, para aceptar que su papel en todo el entramado era el de mero florero. Se puede asumir que estos argumentos los utilicen los abogados de la defensa, ya que, según la legalidad vigente, pueden utilizar los argumentos que estimen oportunos para alcanzar un veredicto de no culpable. Pero, que una mujer no encuentre más salida para declararse inocente que el argumento de un ínfimo folletín, demuestra su falta de dignidad personal, y lo que es peor: pretende denigrar a todas las mujeres tratándolas de incapaces por carencia del sentido de la realidad. Por último, fuera de una sociedad terriblemente patriarcal y machista, sería de todo punto imposible que la Abogacía del Estado, representante de todos los que componemos el Estado, asumiera la posición, junto con la fiscalía, de: Al ser mujer se fió de su marido.

Ya no quiero hablar, de la aplicación del comentario de la Abogada del Estado sobre el slogan de Hacienda (que se aplicaría a ambos géneros), y que, si bien se realizó dentro de una campaña publicitaria, se hizo para recordar de forma sencilla y didáctica la obligación de todos los ciudadanos (de todos, no de algunos) de colaborar en proporción a sus medios con el sostenimiento del Estado.

Como conclusión, mientras que la sociedad, toda la sociedad, no tomemos conciencia de que las mujeres son seres humanos con los mismos derechos y obligaciones que los hombres, la sociedad estará viciada en su concepción. Saturados deberíamos estar de que se las trate como ciudadanas de segunda, como posesiones de los machos , como incitadoras a la violencia sexual, y como seres inferiores en su capacidad de raciocinio que necesitan del hombre para poder realizarse.
Publicado en El Periscopi el 15 01 2015