viernes, 18 de junio de 2021

¿Se ven las diferencias?

 



Hay personas a las que les cuesta diferenciar entre los partidos de derecha y de izquierda, especialmente por desinterés, o a causa de los coqueteos de los partidos mayoritarios, en ambas tendencias, con el llamado centro. Tengo en este punto que admitir que, a menudo, me cuesta diferenciar las posiciones ideológicas en la que sitúan. Y que no es, precisamente, porque alguno de ellos escore hacia babor.

Afortunadamente, hay diferencias en algunas cuestiones, en otras no tantas. En este escrito voy a referirme básicamente a las posiciones que son notoriamente distintas.

Quizás, y aquí puedo estar pecando de tendencioso, las diferencias procedan de que la Derecha defiende intereses, y la Izquierda ideas. Aunque, si nos fijamos en algunos de los grandes próceres de la Izquierda…

Veamos dos casos recientes en los cuales a través del diferente proceder se pueden observar las posturas de forma fehaciente:

Elecciones autonómicas en Madrid.

Al anunciar su candidatura, el Sr. Pablo iglesias indica que pretende una coalición con Más Madrid sin condiciones previas de ningún tipo. La líder en Madrid de ese partido dice que estudiará la propuesta. Nada más presentar públicamente el vice Presidente del Gobierno su renuncia a este cargo, Más Madrid anuncia a bombo y platillo que acudirá en solitario, y que, en modo alguno, irá en coalición. No quiero juzgar a Más Madrid, creo que tendría razones lo suficientemente poderosas como para enterrar cualquier posibilidad de que la Izquierda alcanzara el Gobierno de la Comunidad de Madrid.

Pero no acaba ahí la cosa. Nos falta la FSM-PSOE, que represento el más claro ejemplo de inanidad política que recogen los anales. Tras haber pasado el inicio de la legislatura en un plácido e intenso nirvana, no quisieron presentar una moción de censura que tenía posibilidades de haber podido salir vencedora. Eso hubiese representado tener que salir del “dolce far niente”, en el que estaban plácidamente instalados, y ponerse a trabajar. Al final, y casi obligados por los acontecimientos, presentaron a trámite el voto de censura. Con su presteza habitual, lo presentaron tras el anuncio por parte de la Presidenta de la disolución de la Asamblea, y, lógicamente, no prosperó y se abrió todo el proceso electoral.

Elecciones que, por si, debido a alguna extraña conjunción astral, hubiesen podido llegar a ganar, y para evitar la más mínima y remota opción de triunfar, boicotearon, dedicándose, más que a hacer campaña electoral, a anunciar que de ningún modo formarían gobierno con su aliado natural, que ya lo era en el Gobierno de la nación. Sin olvidar su vista política, al elegir como aliados a Cs, aún sin contar con ellos. El que Cs no obtuviera representación ya no tiene ni comentario sobre su olfato político.

Concentración-Aquelarre de la Plaza de Colón.

Cómo cualquier excusa es buena para atacar al Gobierno, la Derecha española, y no sólo la integrada orgánicamente en los partidos, ha creado un clima de repulsa en contra de unos más que probables indultos a los políticos implicados en el llamado “Proces”. Ese clima resulta un tanto anómalo en un país que indultó a un General golpista,  bajo cuyo mando se secuestró a los miembros del Congreso, que propició que los tanques salieran a la calle, y no precisamente para salvaguardar la Ley y el orden constitucional. No fue causa de escándalo tampoco que ese tipo de medida favoreciera a un Ex - ministro y a un ex - Alto cargo, o a banqueros, políticos corruptos, por no citar a policías torturadores, e, incluso, a traficantes de droga. Sin embargo, “los españoles de bien” tenemos que estar soliviantados por la más que probable concesión de medidas de gracia a unos políticos que contravinieron el citado orden constitucional, sin arma, ni fuerza. Eso sí, eran catalanes y eso…

La derecha, desde la extrema hasta la más desubicada, ha cerrado filas ante un tema al que creen que pueden sacar provecho electoral. No les importa que PP y VOX, tras la diferencia de resultados en Catalunya y Madrid se disputen la posición más extrema, o que el Cs fuese laminado hasta dejarlo testimonial. El caso es que la Derecha siempre ¡Prietas las filas!

No ha importado que la Sra. Díaz Ayuso haya pedido que se viole la Constitución, esa que dicen amar tanto. Cuando el clamor de “otros” (los que no son “buenos españoles”) ha empezado resonar, la Derecha ha tenido una reacción muy tibia, en tanto que la Sra. Díaz Ayuso (autora del dislate) haya intentado salir del atolladero con unas declaraciones muy en su línea.

No podía faltar la incombustible Rosa Diez, que quizás esté esperando que la declaren Papisa de El Palmar de Troya.


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