viernes, 7 de septiembre de 2018

Franco ese…




Que a estas alturas del siglo 21, y tras casi cuarenta y tres años desde su muerte, haya franquistas se puede entender. El cerebro humano tiene aún vestigios de los dinosaurios, que hacen que ese llamémosle pensamiento sea posible. También quedan por ahí defensores de Hitler, de Stalin, y de otros dictadores, y aceptamos su existencia.

Lo que resultaría insólito en un país razonablemente serio, y que se auto clasificase como demócrata, es que esos fanáticos seguidores de genocidas pudiesen tener privilegios grupales.

¿Por defender la memoria de las atrocidades de Videla, intentando con mis mentiras que la gente crea que fue un General defensor de la Patria, qué bonificación me pagan?, ¿Si alguien llama asesino a Pinochet, puedo demandarle?, ¿Con cuánto contribuye el gobierno alemán para mantener un monumento a la mayor honra de mi admirado Hitler, y que fue construido con prisioneros en régimen de esclavitud?, ¿Verdad que suena absurdo?, ¿Verdad que resulta inverosímil? Cambiamos esos apellidos citados por el de Franco y miremos lo que resulta:

La Fundación Francisco Franco, legal actualmente, y con desgravaciones fiscales para los que ayudan a su financiación, va a presentar (o quizás la haya presentado ya) una demanda contra Wyoming por parodiar en su programa la exhumación del cadáver del dictador, y, lo que es peor, algún juez habrá seguro que admitirá la querella.

La Familia de Franco, amenaza al Gobierno con otra querella por prevaricación, mientras incumplen la sentencia sobre las visitas al Pazo de Meirás.

Y desde mi ingenuidad me pregunto. ¿No va siendo hora de que se aplique la Ley de memoria Histórica, y se ilegalice la terrible arbitrariedad de mantener vigente una fundación para exaltar la memoria del dictador responsable de tantos asesinatos y tropelías?

¿No va siendo hora de que Hacienda investigue las cuentas de la familia Franco?

¿No va siendo hora de que el siniestro lugar llamado “Valle de los Caídos” deje de ser el panegírico del genocida?

¿No va siendo hora de que el Ministerio de Defensa finalice la investigación a los militares en activo que firmaron el manifiesto contra la exhumación, al tiempo que exaltaban su figura?

¿No va siendo hora de que España se transforme, al menos en apariencia, en un país normal?

Hay muchísimas más preguntas, pero...

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