viernes, 22 de febrero de 2019

La paja, el ojo, la viga.




Decían los “trifálicos”, de una forma mendaz, que el Gobierno del Sr. Sánchez estaba secuestrado por sus ataduras y supeditación  hacia los independentistas, y que, por tanto, se encontraba sin alternativas ante el chantaje, por lo que cedería a todas sus presiones.

Y ya no quiero citar las acusaciones de que tanto el P. de Cat como ERC estaban realizando un teatro para no perder la cara, y al final aprobarían los Presupuestos Generales del Estado.

En el Congreso se demostró que todo era falso, que el Gobierno no se plegó a las exigencias de interferir en el juicio, ni los partidos catalanistas estaban jugando de farol, como demostraron votando con lo más granado y florido de la derecha que en la actualidad tiene representación parlamentaria.

No estoy juzgando la legitimidad de la derecha  para votar en contra de los prepuestos presentados por el Gobierno del P(SO)E. A la postre eran unas cuentas con matices de izquierda, y, por tanto, contrarias a la sensibilidad social de la derecha. Y en esa derecha incluyo al P de Cat, pues, a pesar de haberse recubierto con la capa de la independencia, nunca ha dejado de considerarse el partido representativo de la burguesía catalana.

Bastante más difícil lo tendrá ERC para justificar ante sus votantes el rechazo a unos presupuestos que representaban una gran mejora para las clases que ellos pretenden representar.

En la situación actual, a la que se ha llegado por la cerrazón de unos y otros, el Ejecutivo, al menos aparentemente, no tenía más remedio que mostrarse ajeno  a cualquier injerencia del Poder Ejecutivo ante el Poder Judicial, a menos que quisiera hacer una voladura incontrolada de nuestra precaria independencia de Poderes y de lo nos queda del Estado de Derecho.

Quiero hacer un inciso sobre la postura del PNV, que, a pesar de ser también un partido con sensibilidad de derechas, ha ponderado que le interesaba más a él y a sus votantes un gobierno liderado por el Sr. Sánchez que otro que pudiera sacar el espantajo de ETA, como reiteradamente se saca a colación.

Pero mira por donde, el Sr. Rivera dijo al respecto de los presupuestos: “el con independentistas se acuesta…”.

Aparte de no tener razón, al citado líder carismático le ha estallado en plena cara una situación similar, pero esta real.

PP y C’s, al contrario que el resto de los partidos democráticos europeos, y en su ansia de poder, no tuvieron reparo alguno en pactar con la extrema derecha más rancia, representada por Vox, a la que intentan por todos los medios blanquear y presentarlcomo a una fuerza de derecha democrática y constitucionalista, obviando su discurso racista, xenófobo, y misógino. Pues bien, esos “demócratas” no dudan en someter a un chantaje a sus socios de gobierno, asegurando que no aprobarán los presupuestos de la Comunidad andaluza si no fulminan cualquier mención o aportación a la Ley de Memoria Histórica.

El PP ya sabemos cómo actuará. C’s también actuará igual, pero será curioso escuchar como justifican la aceptación de ese chantaje.

 


1 comentario:

  1. No tendrán problema ninguno. Son especialistas en taparse la nariz y lanzar mantras a los suyos, que los reciben como dogmas de fe.
    Como prueba aporto las declaraciones de Arrimadas ayer en la Sexta (que no vi pero sobre las que he leído esta mañana): a la pregunta de si pactarán con Vox responde "Sánchez caca".
    Nada más que decir.

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