sábado, 29 de octubre de 2016

A falta de confirmación



Como no me gusta escribir descalificaciones y frases subidas de tono, me van a permitir que esta semana no hable de la postura del PSOE, ni la desfachatez del PP (al menos de su Presidente y de su Plana Mayor). Así que, como las elecciones norteamericanas están a la vuelta de la esquina, permítanme que haga referencia a ellas.


Creo que lo mejor que le ha podido pasar al Partido Demócrata ha sido encontrarse como rival al Sr. Trump, ya que, dada la debilidad de la Sra. Clinton como candidata, posiblemente tendrían grandes dificultades para retener la presidencia.
 

La Sra. Clinton tiene una parte importante de compatriotas en contra, unos por machismo, otros por la postura que adoptó ante los escarceos de su esposo, algunos otros porque la ven como una persona ambiciosa sin escrúpulos, y una parte importante por el asunto de los correos electrónicos.

Sin embargo, y pese a todos los sectores que tiene en contra, todas las apuestas y encuestas la dan como ganadora ¿Razón? La actitud de su rival, que ha sabido ganarse a pulso el rechazo a su persona, que no a su programa político
Por cierto, ¿Cuál es el programa político de los dos aspirantes? La verdad es que en los grandes temas, como pueden ser el económico, o las relaciones internacionales con sus aliados, no se han prodigado en explicaciones, y las dadas no diferían demasiado entre ellas.
Sin embargo, el Sr. Trump sí que ha explicado algunas de sus futuras actuaciones, explicaciones que han logrado que casi todos los colectivos se sientan agraviados: negros, musulmanes, latinos, mujeres, periodistas, e, incluso, pesos pesados de su propio partido
 
Sn embargo, y pese a todos los sectores que tiene en contra, todas las apuestas y encuestas la dan como ganadora ¿Razón? La actitud de su rival, que ha sabido ganarse a pulso el rechazo a su persona, que no a su programa político.

Por cierto, ¿Cuál es el programa político de los dos aspirantes? La verdad es que en los grandes temas, como pueden ser el económico, o las relaciones internacionales con sus aliados explicaciones que han logrado que casi todos los colectivos se sientan agraviados: negros, musulmanes, latinos, mujeres, periodistas, e, incluso, pesos pesados de su propio partido
 
A pesar de las encuestas y de la cantidad de grupos sociales agraviados, yo no estoy tan seguro de la victoria de la Sra. Clinton. Creo que él remontará las encuestas, sus detractores, al final cambiarán de opinión, y, por el llamado bien del país, logrará la victoria de una manera absoluta ya que estoy convencido de que el candidato republicano, en realidad, es del PP, y al igual que a éste, solamente reconocerá el resultado de  las votaciones si le son favorables, tampoco nadie reconocerá públicamente que le ha votado. Pienso que, al igual que el PP tiene su mayor caladero de votos entre  los más agraviados, como los jubilados y funcionarios en España; allí se volcarán los hispanos y los musulmanes. Los colectivos no heterosexuales y las mujeres, que han sido, en el mejor de los casos, ninguneados/as, cuando no vejados/as en ambos, no le castigaran con su voto en contra, como no lo han hecho en España. Las negativas públicas a otorgarle el voto por parte de personalidades de su propio partido no contribuirán  en modo alguno a restarle votos, ya que la gente reaccionará ante esas actitudes pensando que son “peleas de patio de colegio”, como se lo tomaron aquí í ante las denuncias por el uso indiscriminado del rodillo de la mayoría absoluta.
Por ello, a falta de confirmación oficial, estoy convencido de la militancia de D. Donald en el partido del Sr. Rajoy, de manera que el domingo y en un par de meses esa formación contará con la presidencia en dos diferentes países.
 
Publicado en El Perescopi el 28 10 2016
 
 
 
 


 
 
 
 









 

 


sábado, 22 de octubre de 2016

Ahora dos


Se dice, y con mucha base, que: “Todo pueblo que quiere su independencia, al final la obtiene”. Entiendo que esto es verdad, pero creo que sería más correcto expresarlo del siguiente modo: “Todo pueblo que verdaderamente quiere su independencia, al final la obtiene”.

Por eso, creo que los ciudadanos nos deberíamos plantear las siguientes preguntas: ¿El pueblo catalán quiere, verdaderamente, su independencia?, ¿Por una parte, están siendo manipulados por la antigua C.D.C. en su intento de huida hacia adelante por los escándalos financieros de la familia Pujol y de algunos antiguos dirigentes más del citado partido?, ¿Acaso es una reacción natural contra la actitud, en mi opinión torpe, de los partidos que se auto titulan constitucionalistas?, ¿No sería clarificador hacer un referéndum pactado?

Si nos fijamos en las encuestas anteriores al gobierno del Sr. Rajoy, o, aún mejor, a en las realizadas tras la polémica sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatut d’Autonomía, el número de catalanes que se consideraba sólo catalán y nada español rondaba entre un 10 y un 15 %. La gran mayoría se consideraban catalanes y españoles, con mayor o menor vinculación afectiva a una de las partes. Si esta consulta la realizáramos hoy, sin “cocinas” distorsionadas por partidismos espurios ¿Nos daría el mismo resultado? Estoy convencido, pero es una valoración muy subjetiva y no avalada por ningún tipo de datos empíricos, que la proporción actual de los independentistas estaría muy cercana al 50%.

¿Cuál ha sido la causa para este vuelco? Básicamente el sentimiento como pueblo de ser discriminados y perseguidos. Si nos fijamos en el que podríamos considerar como origen del vuelco, la sentencia del Tribunal Constitucional, encontramos una discriminación flagrante: artículos que fueron declarados inconstitucionales en su Estatut, pasaron sin problemas en los Estatutos andaluz y valenciano ¿No es un caso claro de persecución? Esto, apoyado por una propaganda, más o menos demagógica, en torno a la financiación de las autonomías y las transferencias recibidas, fue una verdadera fábrica de independentistas. Por no hablar de actitudes y comentarios de diferentes dirigentes del PP, como el Sr. Wert y su frase de:”españolizar a los niños catalanes”.

Pero creo que la más absurdo de la situación es la negativa del PP y del PSOE a dialogar con los independentistas en una rivalidad  por demostrar cuál de los dos partidos es más defensor de “la sagrada unidad de España”, judicializando cualquier discrepancia con los partidos catalanistas en vez de optar por el diálogo político, olvidando que, precisamente, su obligación como elegidos por los votos es resolver los problemas y discrepancias políticas. Con esa actitud se crea un enfrentamiento entre “políticos centralistas” y “políticos independentistas” que nos lleva a un enfrentamiento sin posibilidad de acuerdo.

Los independentistas han entrado en una espiral que no tiene vuelta atrás y que nos lleva a una ruptura en fecha muy próxima. Mientras tanto ¿Qué hacen PP y PSOE? Negarse a dialogar, e, incluso, descabezar a un Secretario General por intentar establecer un principio de acuerdo.

Esta actitud me parece que no lleva a ningún lado dada la posición actual de ignorar las sentencias dimanantes del anteriormente citado Tribunal por parte de los estamentos catalanistas.

¿A qué esperan ambos partidos? ¿A que los catalanes se declaren unilateralmente independientes para enviarles a continuación a la División Acorazada Brunete?

Claro que en el caso del PSOE, según me comentaba hace unos días un ex militante, tiene su lógica: Si ya no le quedan obreros no es socialista, y si deja de ser español ¿Qué le queda?
Publicado en El Periscopi el 21 10 2016

viernes, 14 de octubre de 2016

Avestruz (Struthio camelus)


A muchos de los llamados líderes, y de los barones y baronesas del PSOE, se les llena la boca diciendo más o menos lo siguiente: “Ahora lo principal es España y después el Partido”. Y, sinceramente, creo que mienten. Mienten descaradamente. Mienten con la impunidad que les da el creer en la fragilidad de memoria de su electorado. Mienten en su afán de mantener su triste cosecha de escaños. Mienten por pensar que: “Lo importante es ahora, los que vengan detrás que se las arreglen”. Mienten por decirnos que van entregar el poder a un partido para asegurar la estabilidad a España. Un partido al que se está juzgando por el caso Gurtel, de momento en una pieza separada. Un partido que tiene pendientes de juzgar a infinidad de sus antiguos dirigentes, imputados (investigados) en los casos Taula y Púnica y Velódromo, entre otros. Un partido que tiene pendientes de sentencia a distintos ex dirigentes por el caso Noos. Un partido que ya tiene un ex Ministro y ex Presidente autonómico, y a un ex Presidente de Diputación condenados en firme. Un partido que, supuestamente, entregaba a sus alcaldes un Power Point explicativo de la forma de financiarse ilegalmente. Un partido que…

Pues bien, a ese partido, al parecer pretende darle el PSOE el gobierno de España, en un alarde de lo que ellos llaman sensatez y responsabilidad política.

Pero creo que somos muchos los que a esa conducta le llamamos hipocresía; le llamamos egoísmo por mantener sus sillones; le llamamos servidumbre para mantener abiertas las puertas giratorias; le llamamos temor a que en unas hipotéticas terceras elecciones obtengan aún peores resultados, y, sobre todo, terror a abrir un diálogo que pueda abordar el tema de la organización territorial y política, y buscar soluciones que puedan servir para salir del atolladero en el que nos metió el rechazo del Tribunal Constitucional con su sentencia sobre el Estatut de Autonomía de Catalunya.

Por otra parte, cuando se desenterraron los cuchillos, navajas y facas, fue cuando el Sr. Sánchez insinuó la posibilidad de formar un gobierno con el soporte de los nacionalistas, y eso los nacionalistas centralistas no lo podían consentir, aunque quizás sería mejor dejar este tema para un próximo escrito.

Y sí, con unas terceras elecciones el PSOE podría obtener unos resultados pésimos, pero los que obtuviera serían con dignidad, defendiendo unas ideas de las que siempre ha presumido. Y de las derrotas se puede resurgir, pero de la indignidad es mucho más difícil, y hoy en día es indigno entregar la gobernabilidad de un país a un partido como el PP, que se le hurgue por donde se le hurgue aparece corrupción y mal gobierno.

Pero como no soy del PSOE, no puedo en modo alguno impedir que entierre la cabeza en la suciedad, que no en la tierra en este caso,  para no ver lo que ocurre a su alrededor.
Publicado en El Periscopi el 14 10 2016

viernes, 7 de octubre de 2016

Ni con terceras ni sin ellas




No soy votante habitual del PSOE, pero en alguna ocasión, cerrando bien los ojos y la boca y tras taparme la nariz, sí que lo he sido. Por eso, como votante ocasional, muy ocasional, creo que puedo dar mi opinión sobre el origen de la situación que en estos momentos está atravesando este partido.

Para ello tengo que posicionarme sobre la esencia del partido, ya que sostengo que es un partido de centro – derecha, o incluso derecha, con votantes de centro – izquierda, e, incluso, de izquierdas, lo que ocasiona en muchos momentos tensiones estructurales.

En unas circunstancias de cambio y coyunturalmente malas, eligieron a un Secretario General de escaso peso específico y con un perfil político bajo como una solución temporal, esperando que amainase el temporal. Ya puestos, lo eligieron con un cierto atractivo físico personal, esperando que captase el voto de los/as que votan fiándolo todo a la imagen exterior del candidato.

A pesar de tener que enfrentarse con un candidato debilitado por los casos de corrupción, por el aumento descontrolado de la deuda pública, y por los recortes sociales, la oposición ejercida por el PSOE había sido durante toda la legislatura pasada tan inexistente como ineficaz, pues, si bien dada la amplia mayoría absoluta del PP estaban abocados a perder en todas las votaciones, no supieron (o viendo la situación actual, no quisieron) desgastar y dejar en evidencia al partido y al propio gobierno por todas sus actuaciones lesivas para los ciudadanos, sus contradicciones, sus engaños y su ineficiencia.

Les salió relativamente bien la apuesta. Perdieron votos, pero muchos menos de los previsibles por su nula labor de oposición. Es más, hubieran podido quizás llegar a gobernar en coalición con Podemos para formar un gobierno alternativo. Pero, ni la ejecutiva, ni la plana mayor de la Ejecutiva, ni, en su momento, Pedro Sánchez quisieron contemplar la posibilidad de una alianza coyuntural con dicha formación. Pruebas fehacientes de ello son: la absurda pregunta formulada en la consulta a sus militantes (obsérvese que hablo de absurda pregunta, no de la consulta en sí), y el acuerdo con C’s, hecho por la puerta de atrás, en el figuraban puntos cerrados, mientras estaban en negociaciones con las formaciones de la izquierda ¿Alguien en su sano juicio puede pensar que esa es una forma lógica y leal de negociar?, ¿Alguien pudo pensar que ese pacto, con puntos que se estaban aún debatiendo, y que cerró el PSOE con C’s, no traería la ruptura de negociaciones con la izquierda?

¿Qué pretendía el PSOE si, por una parte, cerraba la posibilidad de acuerdos puntuales con las fuerzas independentistas, y, por otra, imposibilitó un acuerdo con izquierda?, ¿Forzar unas segundas elecciones como las que se hicieron?

Con estas segundas elecciones, la teórica izquierda salió debilitada, la suma de ella sus diputados/as no superaba, ni tan siquiera igualaba, a la alianza previsible PP y C’s. Pero dado el número de escaños que se obtuvieron, sus votos resultan necesarios para la investidura del Sr. Rajoy como Presidente, dada  la completa incapacidad de este para obtener el número de votos de otras formaciones que le faltan para poder lograr su investidura sin la abstención del PSOE.

¿Qué hace el Secretario General del PSOE? Empezar a tomarse en serio la posibilidad de liderar un gobierno alternativo con Podemos, y calibrar si el órgano de dirección que había vetado cualquier tipo de acuerdo con los nacionalistas podría variar su postura. Pero, por encima de todo, mantener su negativa a cualquier posibilidad de facilitar, por activa o por pasiva, que el Sr. Rajoy fuese Presidente del Gobierno.

Puestos en esta tesitura ¿Qué alternativas había? O Pacto con Nacionalistas y Podemos, o terceras elecciones.

¿Resultado de esa posición adoptada por el Sr. Sánchez? Las consecuencia que vimos la pasada semana, que resulta ser un suicidio más o menos controlado del PSOE, y que quizás convenga valorar  pasadas unas semanas, a la vista de la evolución de la situación.

Posiblemente, continuará
Publicado en El Periscopi el 17 10 2016