viernes, 24 de junio de 2016

No me cuadran los números




La verdad es que viendo, y, sobre todo, leyendo las declaraciones de los líderes políticos que se presentan a las próximas elecciones, creo que se me han olvidado de golpe las pocas matemáticas que sabía o creía saber, sobre todo si las paso por el filtro de esa otra rama de las matemáticas que es la estadística, bueno, la estadística cocinada que sale de las encuestas.

Así que, con la muleta de las encuestas, voy a ver las posibilidades de formar gobierno, más que nada, para ver si me entero de las posibilidades reales. En verdad, reales, reales, no me atrevo a pensar que sean; pero parto de la premisa de que las declaraciones que se han realizado en campaña se piensen cumplir (yo es que soy así de ingenuo y crédulo).

Al igual que en escritos anteriores, citaré a los candidatos en orden, de acuerdo con  el número de escaños obtenidos en los comicios del 20D.

El Sr. Rajoy quiere ser Presidente del Gobierno. Pero, según las diferentes encuestas, no alcanzaría los escaños necesarios ni de lejos y, por lo tanto, lo tiene sumamente difícil, ya que el Sr. Rivera ha manifestado reiteradamente que podría apoyar al PP y que está dispuesto a hacerlo, siempre y cuando fuese otra persona el/la que asumiese la presidencia. Pero, aún así, un gobierno del PP sin su Presidente,  cosa hoy por hoy impensable, y la suma de ambos partidos no alcanzaría el número de escaños suficiente para lograr la investidura. Por lo que esta alternativa necesitaría la colaboración activa o pasiva del Sr. Sánchez y sus mesnadas (reducidas mesnadas , pero mesnadas) y éste ha puesto a todos los dioses por testigos que no favorecerá un gobierno del PP. Creo que no merece la pena hablar sobre un posible apoyo de Podemos y sus huestes.

El Sr. Sánchez también quiere ser Presidente, pero según las encuestas, ni con el respaldo del paladín de los pactos, el Señor de C’s, podría optar a dirigir el país. Necesitaría un milagro, y no creo que la Santísima Trinidad esté por labor. Además, en un estado aconfesional como el nuestro, con sus tres votos tampoco sería suficiente. Descarto también como posible apoyo al Sr. Iglesias ya que ahora no aspira a ser Vicepresidente. Por otra parte, el PSOE no tiene muchas ganas de pactar con ellos, como bien se puso de manifiesto tras el resultado de las pasadas elecciones. Y, sinceramente, no me imagino ni al PP ni a Podemos absteniéndose para que salga elegido.

El Sr. Iglesias se ve como el próximo Presidente, o al menos eso dice. Pero, en mi opinión, aún sacando un óptimo resultado, o, incluso, aunque reventara las encuestas y obtuviese más escaños y votos que el resto de los partidos, es quien lo tiene más difícil. No hay nadie en todo el espectro político del estado español que quiera pactar con su formación, y menos con él como Presidente. Ha pisado demasiados callos. Ha tenido algunas intervenciones que no le pueden perdonar sus potenciales aliados: esa cal y esas puertas giratorias van a pesar demasiado para que puedan llegar a un posible acuerdo. Por estas últimas causas, y otras más, no me puedo imaginar al Sr. Sánchez, “Ni jarto vino” (observen, por favor, el modismo andaluz), favoreciendo o haciendo posible que Podemos, con el Sr. Iglesias, al frente asumiese el gobierno del país. Imposible imaginar el apoyo del PP y C’s, a no ser que el recorrido del citado Sr. Iglesias, desde el comunismo a la social democracia, terminase en defensor acérrimo del neo liberalismo, proponiendo subir a los altares al Sr. Milton Friedman; y, aún así, no acabo de creer que le apoyasen.

El Sr. Rivera está dispuesto a pactar con casi todo el mundo. El problema es que la suma de sus votos con los de cualquier otra formación no son suficientes para que se logre la investidura.

Moraleja: O mienten las encuestas; o mienten como bellacos los candidatos; o se cumple el dicho de “No hay dos sin tres”.
Publicado en El Periscopi el 24 06 2016

viernes, 17 de junio de 2016

Vaticinios electorales (2/2)


Como ya amenacé la semana pasada, seguiré con mis vaticinios, pues siempre es gratificante sacar conejos de la chistera y poder pontificar sobre el futuro. Por tanto, vamos a continuar con los dos partidos que dejé pendientes.

Podemos, que se presenta a nivel nacional con la formación Unión Popular (Izquierda Unida y unos amigos), y en otras comunidades autónomas con lo que llaman confluencias, y, más concretamente en nuestra comunidad, con MÉS. Hay que reconocer que, no sé si intencionadamente, forman un muy atractivo nombre desde un punto de vista de Marketing electoral: Units Podem Més (unidos podemos más). Se las prometen muy felices y están encantados de haberse conocido, ya que las encuestas les anuncian unos grandes resultados. Esto, en teoría, parece seguro ya que, si sumamos sus votos y los de Unión Popular, estos les proporcionarían los restos, pequeños restos, que les faltaron para obtener más diputados en diferentes provincias. Pero, en mi opinión, no cuentan con una serie de factores  como podrían ser: el voto del miedo, el voto de la vergüenza (esos que votan al partido en el poder, pero que no lo reconocen ni delante de su abogado), y el voto de fidelidad a las siglas que se han votado siempre, a pesar de que “últimamente lo han hecho mal, pero…”. Están firmemente convencidos que, de ahora en adelante, volverán a ser el partido que han sido siempre y que lo avalan más de 100 años de historia.

Por otra parte, yo no descartaría el “efecto gafe” de IU, que, al menos aquí en las Islas, puesto que, siempre que se han presentado en coalición con otras fuerzas, estas siempre han obtenido peores resultados de los esperados, e incluso peores que cuando se han presentado por separado. No olvidemos tampoco la reticencia de un sector de simpatizantes de MÉS a votar a partidos de ámbito estatal, y el efecto que pueda tener en este colectivo la presencia de Sobirania per les Illes (SI), de clara tendencia autonomista.

Por lo que se refiere a C’s, el certificado de progresismo que le otorgo el PSOE es de difícil evaluación de cara a los próximos comicios, ya que puede tener dos consecuencias completamente diferentes, dependiendo de la óptica con que lo mire el electorado, aunque creo que los votantes que se le pueden ir, se verán compensados con los que pueden huir de esa formación. Los votos de derecha que se le fueron al PP  pueden volver al redil pepero, asustados por las “hordas rojas” que se acercaron al poder con su pacto de gobierno. Pero por otra parte, “centristas de toda la vida” pueden optar con la conciencia tranquila tras el certificado de garantía democrática que les otorgó el Sr. Sánchez con la bendición del Sanedrín del PSOE.

Conclusión: a priori, la pelota está en el tejado. No es el mismo tejado pero se parece mucho al del 20 D, así que no hay razón objetiva, actualmente,para pensar que la correlación de fuerzas de derecha e izquierda vaya a diferir mucho a la que resultó de las pasadas elecciones. Ante esa situación que, en principio apuntaría a tener que repetir la vuelta a las urnas ¿Es factible que volvamos a tener que pasar una tercera vez por los colegios electorales? Sinceramente, no lo creo. Estoy convencido que uno de los partidos tradicionales, y no precisamente el PP, hará un alarde de “Sentido de Estado” y, de alguna forma, propiciará que gobierne el partido más votado.

Moraleja, Nos esperan otros cuatro años de más de lo mismo
Publicado en El Periscopi el 17 06 2016

viernes, 10 de junio de 2016

Vaticinios electorales (1/2)


Voy a permitirme hacer uso de mi derecho a equivocarme para hacer un vaticinio sobre los resultados electorales que obtendrán las cuatro fuerzas políticas más relevantes que se presentaran a las inminentes Elecciones Generales. Al fin y al cabo, no creo que me equivoque más en mis predicciones que los videntes profesionales que se anuncian en las televisiones en horas intempestivas de la noche, con la ventaja de que yo no lo haré mediante esos carísimos números 806, ni me pondré túnicas o gafas extravagantes.

Por seguir un método, empezaré con las formaciones que obtuvieron más escaños en los pasados comicios, a pesar de que ésto no pretende indicar que la clasificación sea la misma después del 26 J

Partido Popular: creo que resultará favorecido y ganará en votos y escaños con respecto a los resultados anteriores y que será la formación más votada. El “certificado de progresista” que otorgó el PSOE a C’s hará volver a la disciplina de voto, por si acaso, a muchos de los que trasladaron su voto a la formación de Albert Rivera. El voto del miedo hará estragos entre los mayores, que se están creyendo la amenaza del PP sobre la continuidad de sus pensiones si no vuelven a formar gobierno; ignorando de manera suicida que, con la política de empleo que propugna el PP, están vaciando la “hucha” de una forma vertiginosa, y que por ello deberán, caso de continuar con la actual normativa laboral, o, lo que es peor, con la reforma que propugna el Banco de España, rebajar drásticamente el importe de las citadas pensiones, ya que, al paso actual, el remanente del Fondo de Pensiones se agotará en unos dos años. Dado el escaso gusto musical que manifiesta el pueblo español, no creo que la versión “merengue” de su himno le reste demasiados votos.

PSOE: Estoy convencido que el pacto anti natura con C’s le hará perder votos, y no pocos, ya que tiene poca credibilidad su mensaje de intentar formar una mayoría, achacando a otras formaciones la voluntad de no hacerlo, cuando su aliado había puesto vetos anteriores a PODEMOS. Por otra parte, el método abordado para lograr pactos, por una parte con una comisión negociadora pública con el resto de formaciones con las que quería converger, y, por otra, rodeado de un aparente secreto entre el líder del partido y el cabeza de C’s, no digo que no fuera ética, pero sí que carecía del más elemental sentido de la estética. Por no citar la parodia que resultó la consulta a las bases de la política de pactos, ya que no se preguntaba si preferían como aliados a Podemos o a C’s, lo que hubiese podido dar una sorpresa a sus dirigentes, especialmente a la que estuvo en un tris de perder la Presidencia Autonómica y pudo mantenerla gracias a C’s. Muchas veces, al criticar al PSOE, nos olvidamos de que entre su electorado más fiel hay un amplio componente de izquierdistas que, por fidelidad a sus siglas y a su historia, siguen votando a esa formación a pesar de las aparentes incongruencias que cometan sus dirigentes. La incógnita es como afectará a su electorado el rechazo de sus dirigentes a formar una coalición o, en su defecto, llegar a un acuerdo de gobierno con otras fierzas progresistas como en Valencia, Castilla la Mancha o en nuestra propia comunidad, ya que C’s, como formación progresista, no acaba de cuadrar.

En la próxima semana seguiré con las dos fuerzas restantes.
Publicado en El Periscopi el 10 06 2016

viernes, 3 de junio de 2016

Elecciones ¿Dónde?



No sé si a Vds. les pasa lo mismo, pero ando un poco confuso. He oído hasta la saciedad que el 26J hay nuevas elecciones generales, ya que con los resultados obtenidos no se pudo (vamos a ser piadosos) formar un nuevo gobierno.

Como en un famoso eslogan publicitario, puedo admitir “pulpo como animal de compañía”, y también, a pesar de que me resulte mucho más difícil, admitir que la culpa de que no hubiese coalición de izquierdas fuese del Sr. Iglesias, como no se cansa de repetir el Sr. Sánchez.

En un verdadero alarde, heroico mas bien, de credibilidad, quizás hasta podría admitir que C’s se había vuelto progresista, y que su coalición con PSOE podría traer un cambio de política  y limpiar de corrupción a este país. Es posible que existan los milagros.

Y, ya puestos a aceptar lo aceptable y lo no aceptable, podría creerme que el PP es un partido victima de la corrupción, y que ha hecho y hará una lucha titánica contra los corruptos y corruptores, y que eso de las cajas B, los pagos en negro, sus dirigentes condenados y/o investigados (imputados) son casos aislados.

Siguiendo con el mismo PP, quizás hasta podría darle la razón en que, con sus medidas económicas, o más bien con las políticas económicas de la troika, nos han salvado de la intervención, y que ya hemos salido de la crisis, con “pequeños desajustes”, pero en plena recuperación, y que, cuatro años más de sus recetas, nadaremos en la abundancia.

Con todas esas concesiones, nadie podrá, o al menos así lo deseo, tacharme de intransigente, ni encasillarme en posiciones numantinas.

Pues bien, hay una cosa que no me puedo creer, que no puedo aceptar, que me hace rebelar y es que me digan que las elecciones del 26J vayan a ser para elegir un gobierno para España, cuando todos los parámetros, datos, y discursos de todos los partidos, y de todos los líderes políticos, demuestran que van a ser para elegir el Gobierno de Venezuela y para solventar sus problemas políticos.

A no ser que haya habido un cataclismo geográfico y la ilustración que encabeza este escrito ya se haya producido.

Publicado en El Periscopi el 06 06 2015