jueves, 24 de marzo de 2016

De segunda


Tengo que decir que tenía acabado y a punto de enviar el escrito de esta semana, pero ante el salvaje atentado perpetrado en Bruselas y sobre todo por las reacciones en las redes sociales y en los medios de comunicación, me han hecho decidir  arrinconar el escrito y remplazarlo por este otro.

Conozco Estambul y conozco Bruselas y en ambas ciudades, la gente desea lo mismo. Quiere comer, quiere a sus familiares y amigos, quieren ver gente por sus calles y ver  turistas, que aportan  ingresos. Sus ciudadanos están orgullosos de sus monumentos, de sus costumbres, de sus comidas, de su forma de entender su vida. Pero  nosotros, desde nuestras casas, desde nuestra aparente seguridad, cuando ocurre una tragedia lloramos por unos y le dedicamos solo un vistazo a las muertes de los otros

Puedo estar de acuerdo y lo estoy en criticar al gobierno turco por su posición en la crisis de los refugiados, puedo creer y lo creo que es deplorable su actitud de comerciar con seres humanos. Puedo discrepar y lo hago con su acoso al pueblo kurdo ¿Pero todo el pueblo turco se merece el castigo por la actitud de sus dirigentes?

¿Es que todas las acciones terroristas en Turquía son sólo achacables  a los kurdos? ¿Es que el EI no ha reivindicado el último atentado de Estambul en la zona europea? Creo que la causa kurda es justa, Creo que los kurdos están siendo masacrados por todos los lados, por  causa que en su territorio, está casi todo el petróleo de Irán e Irak y muchísimas más riquezas naturales a las que los invasores de sus tierras, con la complicidad de occidente no les permiten acceder. Pero esa ocupación y esa persecución, no les legitima para cometer atentados indiscriminados, no les legitima para cobrarse víctimas inocentes, no les legitima para crear el terror. Pero no, no  nos equivoquemos, no todos los atentados que padecen los ciudadanos turcos son obra de los kurdos,  ya que  los verdaderamente sangrientos e indiscriminado han sido ejecutados por el EI. Eso sí, tanto los realizados por unos como por otros, merecen la condena de todos seres humanos.
En mi opinión, es de una hipocresía intolerable la actitud de una mayoría en las redes sociales,  todos esos lamentos por Bélgica, toda esa solidaridad, todas esas banderas, todos eso dibujos por Bélgica. Ya que ante las matanzas de personas inocentes en otros lugares del globo no les merecen a esos amantes del género humano la más mínima muestra de solidaridad en dichas redes  y solo  unas escuetas líneas en la prensa escrita o quizás  unos segundos en las ondas y eso solo en el caso de que a uno los futbolistas de élite no se le haya ocurrido cambiar de peinado. 

Hace  un par de días hubo un atentado en Estambul, han habido otros en Ankara, el promedio de atentados en Turquía es de uno cada dos días, claro que menos mediáticos, y ante estos no han habido, ni banderitas, ni memes ni solidaridades de butaca. Pero no solo en Turquía, que cito por la proximidad en el tiempo, ¿hablamos de las atrocidades de Boko Haram? o ¿hablamos de la gente que huye de la guerra de Siria por el terror y las bombas de unos y otros? ¿Nos remontamos a las mentiras del Trío de las Azores y las consecuencias directas en Afganistán e indirectas en todo el mundo islámico?

Por otra parte, esos medios que dedicaron horas de programación y páginas y páginas a la atrocidad cometida contra ciudadanos belgas ¿Cómo han tratado a los atentados de Turquía, de Nigeria, de Afganistán, de Siria donde han habido y hay  más muerto y heridos que en Bélgica?
Claro que en esos países, son medio moros,  negros o asiáticos y creen en Alá. Además, cometen el grave pecado de ser gente es pobre. En cambio, los belgas son europeos, cristianos y bien blancos además de tener un nivel económico alto.

¿Y qué duda cabe? Así como hay ciudadanos de primera y de segunda clase, también hay muertos de ambas clases
Publicado en El Periscopi el 24 03 2016

viernes, 18 de marzo de 2016

Nada, no comprendo nada



¿Pues que quieren que les diga? Lo único cierto y coherente que puedo decir es que no entiendo nada, que no sé qué pretenden los partidos políticos, y, es más, creo, aunque no estoy seguro, que ellos tampoco lo saben.

En un principio pensé que PP y C’s se aliarían y, con el beneplácito de algunos partidillos, formarían un gobierno, tras jurar solemnemente transparencia y limpieza democrática, juramentos, que, claro está, no pensaban cumplir. Esta posibilidad se vio truncada por la posición del Sr. Rajoy de no aceptar el encargo real para formar gobierno y someterse a la votación de investidura.

Posteriormente a esa renuncia, el Rey se vio obligado, ante “la espantada”, a realizar una nueva ronda de consultas. Y ahí nos sorprendió el Sr. Iglesias con un gambito, brindó su apoyo para que fuera investido el Sr. Sánchez. El Rey se vio obligado, pues, a ofrecer formar gobierno al Secretario General del PSOE.

Creo que el ofrecimiento de Podemos fue sabiendo que toda la plana mayor, menor, y mediana se iba a oponer a este ofrecimiento,  de manera que, si el candidato renunciaba a formar un pacto de Izquierdas, perdería una gran parte del apoyo de sus electores, y que, si lo aceptaba, perdería el apoyo de la dirección, más o menos, en la sombra de su partido. En principio el ya citado Sr. Sánchez realizó una jugada que parecía muy inteligente y en la que él y sus más directos colaboradores salían triunfantes: consultaría a las bases una política de alianzas. Con ella se podría enfrentar a los que estaban en contra de su alianza con Podemos y, ya que paso, lo habían decidido los militantes ¿Y quién se puede oponer a la democracia interna?

Y a partir de este momento es cuando empieza el circo y me pierdo.

El PP reclama que la Presidencia del Gobierno pertenece al Sr. Rajoy, sean quiénes sean los posibles firmantes de un hipotético pacto con ellos, y a pesar de que el citado Sr. Rajoy hubiese renunciado anteriormente a su designación.

El PSOE, a pesar de estar negociando con los grupos de Izquierda, firma un pacto por sorpresa con C’s y somete a votación una pregunta que el mismo Pero Grullo haría suya. Como es lógico y ante los hechos consumados, los grupos de la Izquierda rompieron la negociación.

C’s, que pacta con PSOE, quiere pactar, al tiempo, con el PP, pero sin Rajoy para que éste quedara fuera de la presidencia de la nación. Cosa que no acepta el PP y que, por otra parte, contradice la posición de su socio y la aseveración tajante del Sr. Sánchez de que no avalaría, por acción ni omisión, un Gobierno del o con el PP. No podemos olvidar la posición de C’s y Podemos, vetándose mutuamente en el sentido de estar en un gobierno con presencia de ambos. Tampoco se puede obviar que, con la postura tan centralista del Sr. Rivera, ningún partido nacionalista estaría dispuesto a favorecer su acceso al gobierno.

En esta tesitura, el Sr. Sánchez se somete a la sesión de investidura y, como era de prever, naturalmente, la pierde.

A continuación todos los partidos abogan por el diálogo, pero ninguno cede en sus posturas, siendo muy llamativo el caso de Podemos que, a pesar de todas las llamadas al entendimiento con el PSOE, no duda en lanzarle, más que un dardo, un cañonazo, mentando la cal viva, cosa que no puede menos que encender a los que ya estaban en contra de cualquier acuerdo entre ambas formaciones.

¿Cuál es la solución? Pues a no ser que todos estén mintiendo a todos, y estén dejando pasar el tiempo para poner nerviosa a la ciudadanía para que acepte cualquier tipo de pacto, vamos a una repetición de las elecciones, a pesar de que, según las encuestas más o menos cocinadas, no darían un resultado muy diferente al actual.

 

Publicado en El Periscopi el 18 03 2016

viernes, 11 de marzo de 2016

Ahora, hasta el próximo.



Ya ha pasado el 8 de marzo, y todos, o casi todos, hemos sido muy feministas en estas fechas: hemos ido a la manifestación; hemos asistido a alguno de los actos celebrados con motivo de dicho día; nos hemos indignado con las desigualdades que sufren las mujeres. Hay que reconocer, sin embargo, que algunas entidades no han comprendido el asunto, ya que, por ejemplo, el Betis F.C., en un alarde de feminismo desbordante, mostró su camiseta dedicada al día internacional con un acusado por violencia de género en sus filas. En fin, que todos, o casi todos, estamos muy satisfechos con nosotros mismos,  y encantados de habernos conocido por lo solidarios que somos, y por nuestra aportación a la causa de la igualdad de las mujeres.

Pero ahora ya se han terminados las conmemoraciones y llega el día a día, donde la mujer tiene una doble jornada,  la laboral y la doméstica. En la laboral, está peor  pagada que sus compañeros masculinos, tiene más precariedad que ellos, con jornadas que, al menos en el contrato, son a tiempo parcial en la mayoría de los casos, y con probabilidades de sufrir acoso sexual. Y, aún así, siempre tendrá detrás el latiguillo de: “Estás quitando un puesto de trabajo a un hombre que lo necesita para sacar adelante una familia”.

Y si ya pasamos al plano doméstico, la situación, no varía demasiado, e, incluso en algunos casos, empeora, ya que, además de los problemas que sufre en el ámbito laboral enumerados en el párrafo anterior, debe de sufrir una doble jornada impuesta por los roles sociales, pues, generalmente, el compañero, en el mejor de los casos, “ayuda” pero no comparte las tareas domésticas.

Y nos encontramos con que no hemos entendido nada: tratamos la fecha como una celebración; la confundimos con una fiesta; felicitamos a las mujeres; les regalamos flores; los comercios hacen descuentos en artículos de lencería y cosméticos; los jefes felicitan a las empleadas con palmaditas cariñosas. Todo parece de color de rosa.

¿Nadie se pregunta sí hay algo que celebrar?, ¿No hay más cosas para reivindicar y luchar que situaciones para felicitar?, ¿Se ha acabado con la explotación laboral de las mujeres?, ¿Se han equiparado los sueldos?, ¿Se ha avanzado en la conciliación efectiva?, ¿Han dejado de existir los problemas con las bajas maternales en el seno de las empresas?, ¿Se comparten las tareas domésticas?, ¿Las mujeres ya no son las cuidadoras principales de los niños y los enfermos familiares?

Entonces, ¿Qué hay que celebrar? ¿Sólo nos tenemos que mostrar solidarios el día ocho de marzo y ya cumplimos? Permitidme que use la frase de una amiga, que cada año utiliza después de los fastos navideños: “¡Se acabó la navidad, a la mierda los pastores!”. En este caso, adaptado a la conmemoración de la fecha y a la solidaridad.

Publicado en El Periscopi el 11 03 2016

viernes, 4 de marzo de 2016

¿Qué tienen que hacer?



Parto de la base de que, con la correlación de fuerzas surgida de los últimos comicios, al PP le resultaría prácticamente imposible lograr llegar al poder. Sin embargo, tras el más que seguro fracaso del PSOE en su intentona, y con toda su maquinaria en marcha (cuando hablo de maquinaria me refiero a los medios, ya que sus voceros más que incitar al voto, hacen todo lo contrario), esperan, y así lo anuncian los diferentes sondeos, mejorar sus resultados y poder ostentar de nuevo el gobierno de la nación.

Donald Trump aseguraba unas semanas atrás que: “Si empezara a disparar en plena 5ª Avenida (Nueva York), la gente continuaría votándome”. Sinceramente, si el perfil del votante estadounidense se asemeja al votante español, no tengo la menor duda que la aseveración del citado Sr. Trump sea correcta también entre nosotros.

El PP, tras todos los casos de corrupción, de la infinidad de sus dirigentes implicados , de las tramas Gurtel, Púnicas, Noos, Velódromos, de las incontables irregularidades, cuando no delitos, en Baleares, en Valencia, en Madrid, en Granada, en Castellón, en Alicante, en las Diputaciones gallegas, de áticos, de “Bigotes”, del Tamayazo, de los “brillantes fichajes para su equipo de la “cazatalentos la Sra. Aguirre, de… Sale reforzado tras el discutible fracaso del 20D.

Y yo me pregunto ¿Qué tendría que hacer el PP para dejar de ser la fuerza más votada?

¿Asaltar a un banco? Indiscutiblemente que no, ya que, desde dentro, y con colaboraciones inestimables, han asaltado varios, falseando las cuentas para su salida a bolsa, pagando sueldos y finiquitos astronómicos hasta llegar a vaciarlos de fondos, llegándose a la necesidad de rescatarlos, pagando, al fin y a la postre, los contribuyentes.

¿Desvalijar a ancianos? Ya lo han hecho, no sólo con congelaciones de las prestaciones o incrementos ofensivos de las mismas, si no también vaciando la “hucha de las pensiones”.

¿Atacar a minusválidos y desprotegidos? Tampoco, ya que los terribles recortes han dejado sin contenido las leyes de la dependencia.

¿Obstruir a la Justicia? Pues va a ser que no, ya que están investigados (imputados) como partido por la destrucción de los discos duros de los ordenadores del Sr. Bárcenas, donde, al parecer, había datos que ligaban al partido con la financiación ilegal. Por no citar los “blindajes” a personajes del jaez de Dña. Rita Barberá y, anteriormente, de Gómez de la Serna.

En vista de los antecedentes, no puedo dejar de pensar que la única posibilidad de que el PP dejase de sentirse arropado por sus votantes, sería: Actuar de forma transparente; eliminar la corrupción y a los corruptos de sus filas; practicar políticas sociales que favoreciesen a los ciudadanos; eligir para representarlos a ciudadanos de probada honradez, y, si alguno de estos se desviase del camino recto, expulsarle de sus filas. En resumen, ser un partido con comportamientos democráticos y con sentido acendrado de la honradez.

¿Sucederá alguna vez?

Publicado en El Periscopi el 04 03 2016