La verdad es que en España podemos presumir de ser
una potencia mundial en temas artísticos, y no solo en unas disciplinas,
podemos poner varios ejemplos.
En la literatura, además de El Quijote, novela por
excelencia, existió un Siglo de Oro, y no podemos olvidar a la generación del
27, o al malogrado Miguel Hernández. De hecho, prácticamente todos los premios
Nobel que han recaído en españoles han sido a literatos.
No cabe duda que en pintura también hay excelentes
ejemplos, desde Velázquez, a El Greco (era cretense, pero se hizo un genio de
la pintura en España), Goya, Gris, Picasso, o Miró, por citar sólo a unos
cuantos, que abarcan diferentes estilos y tendencias.
En música quizás no se haya logrado la altura de
otras artes. Ha habido desde el renacimiento músicos muy notables, siendo de
destacar la corriente nacionalista. Y, si incluimos como disciplina dentro de
la música el baile, tanto el baile flamenco como el Clásico Español brillan a
nivel mundial.
Es decir, que España es cuna de artistas, y que
conste que no me estoy dando un baño de “chauvinismo, es, simplemente,
reconocer un hecho.
¿Entonces es que podemos considerarnos los mejores
en todo? Sinceramente, yo no diría tanto. Si miramos 1 temas tan
prosaicos como es el saber un mínimo de aritmética, el saber sumar, o,
simplemente, contar, la cosa ya varía, y, desde luego, a peor. Para contar con
los dedos de la mano, con más o menos dificultades, aún nos defendemos. Pero ¡Ay
cuando se nos acaban esos dedos! No sabemos ni continuar con los dedos de los
pies. Empezamos a tener problemas y nos pasa que hacemos el ridículo más espantoso.
Es inconcebible que en un país democrático,
medianamente avanzado, en el recuento y transcripción de votos tras unas
elecciones se puedan dar errores como los
que se han dado en las recientemente celebradas en España. Es inconcebible, que
los mismos errores se repitieran en diferentes comunidades autónomas. Es
inconcebible, afortunadamente para el Gobierno, que todos los errores fueran
favoreciendo a la derecha. Es inconcebible el diferente criterio en diferentes
comunidades en el registro de los restos de votos que no llegaban a obtener
representación.
A pesar de que muchos puedan dudarlo, e incluso
intentar desmentirlo, conviene recordar que España está en el continente
europeo, y no en una remota y perdida comarca de Venezuela.
Sin embargo, a pesar de la gravedad de los hechos,
lo que más inconcebible resulta es que los que tuvieron responsabilidad técnica
y/o política no se hayan inmolado en un harakiri público y masivo en la Plaza
Mayor en la Capital de nuestra Monarquía bananera.
Pero no es en el único caso en el que demostramos
que eso de los números para nosotros…
Yo estoy dudando de que los resultados sean los que dicen que son. Demasiados fallos como para no pensar que algo no ha ido bien, y como para no dudar de los datos que tenemos.
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