viernes, 30 de abril de 2021

El efecto mariposa (7)

 


A pesar de que esta entrega tenía previsto “dedicarla” íntegramente a los partidos de la llamada izquierda, los hechos acaecidos en el debate del pasado viernes en la Cadena SER me hacen tomar una decisión, aún  reconociendo que no tendrá repercusión de carácter práctico. Así, mi sentido de la ética me obliga a adoptar la siguiente decisión: De ahora en adelante no me haré cómplice de repetir o difundir los infamantes y deleznables mensajes, incluso ni para rebatirlos, del partido “oficialmente” representante del más rampante fascismo español.

Aquí quiero aclarar que, a pesar de la posición y declaraciones de la candidata del PP, que van en la misma línea, me niego a calificar de fascista a este partido. Creo, más bien, que la incompetencia de su Presidente, y de gran parte de la gente de la que se ha rodeado ha permitido el peligroso derrotero  hacia el que va lanzado su formación.

Tras esta salida del guión previsto, vuelvo a los protagonistas de esta semana: los partidos de la izquierda.

En primer lugar, en el anteriormente citado debate no sé si los aspirantes  de Más Madrid y FSM-PSOE demostraron una absoluta falta de dignidad ética y política al no reaccionar con presteza ante el grave insulto a todo lo que representa la democracia. Pero también pudo ser debido a su incapacidad mental para responder ante un hecho flagrante. Sinceramente, no sé cual de las dos (sin)razones les obligó a seguir como si no hubiese pasado algo muy grave. Es cierto que la moderación del debate falló estrepitosamente, pero no es menos cierto que, al fin y al cabo, la citada moderación no tiene que representar a los ciudadanos, mientras que tanto el candidato Gabilondo como la candidata García se postulan para regir la Comunidad de Madrid. Ambos demostraron su escasa fiabilidad para afrontar imprevistos especialmente graves para la salud democrática.

Estos hechos han causado efectos positivos, aunque tibios y tardíos en mi opinión.

a)    Negarse a comparecer y dar consideración de interlocutor a los fascistas, cuestión que llega con retraso, pero que, si se cumple, bienvenida sea.

b)     Aceptación de dejar de ser rivales en las urnas en pro de una colaboración necesaria para desalojar a los fascistas del Gobierno de la Comunidad.

c)    Rectificación aunque tibia y un poco patética, de las posiciones personales previas. El Sr. Gabilondo (FSM-PSOE) se aviene de forma magnánima a aceptar como miembro de una unión de las izquierdas al hasta ahora proscrito Sr. Iglesias.

d)    Intento lastimoso por parte de la Sra. García (Más Madrid) de justificar, con una elocuencia y claridad propias del Sr. Rajoy, la no aceptar la lista única con UP, a pesar de que hasta antes de la actuación de los fascistas defendía fervorosamente esa negativa.

¿Acaso estoy pretendiendo poner como paladín de la lucha anti fascista y de la dignidad democrática al Sr Iglesias (UP)?

En modo alguno, nada más lejos de la realidad. No podemos ni debemos olvidar que si la derecha gobierna en Madrid es debido a su errónea decisión, dictada por su megalomanía, que puso por delante su “orgullo herido” por la decisión poco elegante (por ser suave) del Sr. Errejón, antes que a los intereses generales de los ciudadanos.

En estos momentos creo que lo único que podemos tener claro es que:

1)    Por el “ombliguismo” e incapacidad genética de la Izquierda de impulsar un proyecto común.

2)    Por la incapacidad intelectual del supuesto líder del PP para generar una alternativa de derecha democrática.

3)    Por la insaciable sed de poder de la ex portavoz del fallecido perro Pecas.

4)    La desinteresada colaboración de los indocumentados que no saben leer, y mucho menos pensar, los madrileños se verán abocados a sufrir la tiranía de los franquistas que no pueden sufrir que les hayan desposeído de escasos privilegios  que quieren volver a detentar.

De momento, esto les ocurrirá a partir del día 4 de mayo a los madrileños. Más adelante veremos qué les pasa al resto de los españoles.

Eso sí, los madrileños podrán continuar bebiéndose una cerveza dónde y cuándo quieran ¡Los muertos no cuentan!

 


viernes, 23 de abril de 2021

El efecto mariposa (6)


 

Una de las consecuencias de llevar muchos años más o menos implicado en los temas políticos, bien como actor, bien comentándola, y, por qué no, sufriendo sus consecuencias, es que raramente te sorprende alguna acción de sus actores principales.

Te puede alegrar un comportamiento, o te puede desagradar, y, casi siempre, ratifica tus impresiones previas; sin embargo, casi nunca sorprender, y menos desconcertar.

Tengo que reconocer que la conducta de una de esas líderes sí me ha desconcertado, ya que no alcanzo a entender su postura dentro de las maneras habituales de hacer política de este país.

Me estoy refiriendo a Dña. Inés Arrimadas que, a pesar de los desprecios y desplantes que ha sufrido en lo personal y lo político por cuenta de la Sra. Díaz Ayuso, pretendiente a presidir el Gobierno de España (no es una errata, su trayectoria y su campaña en las elecciones para la Comunidad de Madrid lo avalan), sigue insistiendo.

En su condición de Presidenta de la Comunidad de Madrid, la Sra. Díaz Ayuso infringió al representante de su partido en el Gobierno de dicha Comunidad Autónoma una cantidad inaudita de descalificaciones y ninguneos, mostrando en todo momento desprecio, tanto a su persona, como al partido que representaba, y al que, no olvidemos, le unía un acuerdo de gobierno que nunca cumplió.

Mi perplejidad surge cuando Dña. Inés no duda en proclamar a los cuatro vientos, y en cualquier ocasión propicia, que su propósito es pactar con el PP, para volver a formar gobierno en Madrid con la antigua portavoz del difunto Pecas, a pesar de los antecedentes.

Ante los hechos y las afirmaciones, me planteo las siguientes hipótesis:

a)    ¿Es la Sra. Arrimadas tan ilusa que cree que tendrá presencia política institucional tras elecciones?

b)    ¿Cree acaso que, incluso en el caso de poder ser una posibilidad para gobernar Madrid, elegiría Dña. Isabel a su partido antes que a VOX?

c)     También cabe la posibilidad que no sea tan ingenua, y, ante el previsible debacle electoral de su partido, esté buscando un lugar acogedor en la pretendida casa común de la derecha.

d)    Hay otra posibilidad en teoría, pero inédita en la práctica política de España, y es que, a pesar de la felonía cometida contra su partido por el PP, creyera verdaderamente que debía enterrar sus resquemores personales, y obviar las ofensas por mor de un buen gobierno centrado, sin que la extrema derecha pueda marcar la pauta.

Si el supuesto d) fuese la causa de esta actitud, a pesar de que la creo improbable por los antecedentes humanos, e imposible por los casi seguros resultado de los comicios, resultaría una actitud muy loable, y demostraría que aún hay alguien que prioriza su idea del buen gobierno por encima de sus intereses o fobias personales.

Nada que ver tiene esta supuesta posición con la que mantienen las fuerzas de la Izquierda, en las que sus diferencias y rencillas personales prevalecen por encima de su ideología, y del interés de aquellos a los que dicen representar, no dudando con su actitud en entregar las instituciones a la Derecha más rancia y extrema.

Ya ha empezado oficialmente la campaña electoral de Madrid, y hay tiempo de analizar y juzgar las actuaciones, promesas, y despropósitos de los candidatos. Sin embargo, no puedo dejar de mencionar la villanía y la catadura ética de Isabel Díaz Ayuso (así, sin el tratamiento que acostumbro a todos y todas a quienes aludo) cuando tilda de mantenidos subsidiados a los que tienen que acudir a las llamadas “colas del hambre”, y, lo que es aún peor, cuando matiza de forma reiterada su declaración, demostrando, por si fuera necesario, su bajeza como ser humano.


viernes, 16 de abril de 2021

El efecto mariposa (5)


 


No sé si les pasará a las demás personas lo mismo, pero me da la impresión de que la candidata a la Presidencia a la Comunidad de Madrid, Dña. Isabel Díaz Ayuso, es una adelantada a su tiempo (político), ya que, tras ganar las elecciones del próximo día 4 de mayo (aún sin haberse celebrado), está en plena campaña electoral  para las elecciones generales, que todavía no corresponden, y no se han convocado.

Su enfrentamiento dialéctico, y lo que ella entiende por debate, es con el Presidente de la nación, y no con los pretendientes a dirigir a la Comunidad madrileña, con los que mantiene unas posturas de enfrentamiento verbal con diferentes matices y grados.

Con UP se incluyen los insultos y descalificaciones personales, basando su lema de pre campaña en combatir al candidato de UP variando la primitiva en cuanto al destinatario.

A Cs y Más Madrid los ignora, y no les considera una opción, ni como aliados, ni como rivales electorales. Simplemente, no existen en la percepción personal de Dña. Isabel.

Con el ¿candidato? de la FSM (PSOE), simplemente pasa con una cierta delicadeza para no despertarle de sus ensoñaciones oníricas.

A VOX lo mantiene en una posición ambigua,  intenta marcar diferencias, pocas; pero procurando, por encima de todo, que no haya enfrentamientos que pudieran imposibilitar el trámite previo de acceder a la Presidencia de la Comunidad, para asaltar su posterior y verdadero objetivo: llegar a ser Presidenta de la nación, en una meteórica progresión que transcurre desde ser portavoz de “Pecas” a Gobernar el Estado.

¿Cómo quiere conseguir ese proceso? Con una estrategia semejante a la que ha llevado a VOX a aumentar sus resultados de una forma exponencial: Instalarse en el no. Oponerse a cualquier acuerdo. Ser capaz de decir en la misma frase algo en un sentido y en el contrario. Romper compromisos adquiridos en cuestión de momentos. Pero, sobre todo,  ocultar sus objetivos y las medidas que quiere implantar si llega a alcanzar el suficiente poder.

Sin embargo, hay en una cosa en la que difieren. La Sra. Ayuso no vacila en presentarse como víctima de un acoso cuando le recuerdan que sus decisiones erráticas hacen de Madrid una de las comunidades con peores números en el índice de fallecimientos, en la presión en la UCI y en hospitales, en el número de vacunados, y en el de contagios. Ante esta realidad, ha llegado a argüir el tema de género, afirmando que por ser mujer la persiguen sin tregua.

Quizás debería recordar aquí que, además de sus decisiones en contra de las adoptadas por comunidades de su teórico igual signo político, es la comunidad con menor inversión porcentual en sanidad. Su prioridad es la económica sobre la vida de sus administrados, y esto quizás debería hacer reflexionar a sus potenciales votantes.

VOX, por el contrario, no se muestra nunca como víctima de acoso. Son demasiado “viriles” para ello. Más bien se muestran desafiantes, y en posesión de la verdad. Ocultando, tras esa actitud, sus intenciones sobre todos y cada uno de los servicios públicos.

Una noticia surgida durante la redacción de este escrito, y que viene a demostrar “la profundidad del mensaje” de la Sra. Ayuso, es que es la  única postulantes a la presidencia de la Comunidad madrileña que no ha aceptado participar en un debate televisivo con preguntas y repreguntas, seguramente por temor a que se le requiera sobre propuestas en positivo que piensa adoptar en  la casi segura responsabilidad que le darán las urnas.

Soy pesimista, o más bien realista, y ante el “ombliguismo” de la Izquierda, ganará la Derecha más dura la batalla de Madrid. Me gustaría, aunque no lo espero, que tras el descalabro que van a sufrir, aprendan para próximas elecciones.

 


viernes, 9 de abril de 2021

El efecto mariposa (4)


 

En primer lugar, tengo que reconocer, cosa que no he hecho hasta hora, y me disculpo por ello, que la postura crítica en la que me hallo es muy sencilla y cómoda, sobre todo cuando de nuestra crítica no dependen las decisiones a tomar en temas de vital importancia como es el de la salud.

Estoy convencido de que a casi todos los dirigentes con poder de decisión, no sólo españoles, hubieran preferido estar en la oposición, y no tener que afrontar esta pandemia sin referentes actuales. He dicho casi todos por el afán de medrar de una minoría (no tan minoría en España), que han antepuesto sus intereses personales y/o partidistas por encima del bien común.

Desde los distintos niveles de Gobierno no ha habido criterios unívocos, se ha actuado con el criterio de tanteo, de ensayo y error, e, incluso, con mensajes contradictorios, pero, afortunadamente, sin la actitud tan carpetovetónica del: “mantenerla no enmendalla”.

Con buen criterio, dado que, como he comentado anteriormente, no había modelos a seguir, se han ido tomando decisiones que parecían adecuadas para la situación y el momento, modificando las medidas cuando resultaban ineficaces o contraproducentes. El error era y es inevitable, y la rectificación necesaria en algunos casos.

Lo grave es que los errores se traduzcan en muertes, de ahí la necesidad de un criterio flexible para volver atrás, y no persistir en los criterios erróneos. Ha habido muertes, que, con los conocimientos actuales, hubieron podido ser evitables, pero la actitud de algunos dirigentes rayan con conductas criminales, y que generan muertes innecesarias, muertes que se quieren rentabilizar políticamente.

A pesar de lo que pregonan los polinecios, la única solución que se vislumbra es la inmunización mediante la vacunación masiva. Pero esto es un horizonte bastante lejano en el tiempo, no ya para los países del primer mundo, sino en un plano global, pues, en tanto, no se inmunice el tercer mundo, el virus estará presente y realizando mutaciones, como es pauta general de todos los virus, y contra estas futuras previsibles mutaciones quizás no estaremos inmunizados.

En tanto se llegue a una situación en la cual una inmensa mayoría esté vacunada, los dirigentes políticos tienen que sopesar qué modelo elijen, y modelos que se resumen en:

A)   Un aislamiento total de las personas, con restricciones muy severas en cuanto a movilidad y actividades personales y profesionales, vetando, por tanto, toda actividad económica no esencial, y estás aún con ciertas restricciones.

B)   Primar la actividad económica, asumiendo que los contagios continuarán hasta que la vacunación universal sea una realidad.

C)   Un compromiso entre las posiciones citadas en los puntos anteriores, donde se minimicen los contagios, sin estrangular hasta el colapso total la economía.

Cualquiera, incluso los más acérrimos partidarios de las posiciones extremas, dirán que esta última posición es la correcta, ya que la en la A) la gente no moriría por la pandemia, pero terminaría muriendo de hambre, y los trastornos psíquicos alcanzarían limites inasumibles. En tanto que en la postura antagónica, a pesar de que, aparentemente, se salva la situación económica, sería desproporcionado el número de enfermos, y terminarían afectando también a la producción y al PIB como se ha visto en la América de Trump y el Brasil de Bolsonaro.

Una vez llegados a la conclusión de que la posición ideal es la C, falta, y eso es lo difícil, determinar dónde se encuentra el punto de equilibrio. Hay comunidades, como por ejemplo Balears, que se han alineado con las corrientes más restrictivas, colapsando la industria turística, y llevando al cierre a una gran parte de la industria complementaria del turismo, y dejando muy tocada a la hostelería. Por el contrario, en todos los ítems sobre la pandemia, excepto en vacunación, nos encontramos entre las comunidades con los mejores resultados del Estado.

En el caso opuesto, podemos citar a la C.A. de Madrid, que se sitúa al frente de las comunidades más permisivas y menos restrictivas, es donde la industria relacionada con el turismo se ve menos afectada por la crisis, y cuya actuación cuenta con más aceptación del sector que nos ocupa. Por el contrario, este posicionamiento lleva a que la Comunidad se encuentre entre las peor situadas en todos los aspectos negativos de la pandemia.

La próxima semana hablaré de, cuánta de esta política sanitaria madrileña viene, en mi opinión, condicionada por la celebración de los próximos comicios.

viernes, 2 de abril de 2021

El efecto mariposa (3)


 

No creo que haya nadie en estos momentos que no considere que los grandes perdedores de la crisis surgida tras las consecuencias de las mociones de censura presentadas en Murcia haya sido CS: tránsfugas, rotura de la disciplina de voto, abandonos, y grave crisis interna, con la consecuencia de un más que probable descalabro electoral, tanto en las próximas elecciones a la Comunidad madrileña como en futuros comicios, siguiendo la estela iniciada en Cataluña.

Creo que nos quedaríamos cortos si no nos planteamos que, además de ellos, hay más damnificados, aunque no tan visibles.

En primer lugar, me refiero al colectivo de personas que se consideran centristas, que tienen tendencias derechistas, pero que no comulgan con las posiciones extremistas. No olvidemos que, junto con los centristas con ligeras tendencias izquierdistas, son los colectivos que han decidido todas las elecciones habidas en este país desde la ya lejana transición.

Estos votantes se están quedando huérfanos de referencias, cómo se advierte en estos últimos comicios celebrados tanto en el plano nacional cómo autonómico con los malos resultados obtenidos por el PP, que, en algunos casos, han llevado hasta el fracaso absoluto. No sólo ha sido por los casos de corrupción.

La polarización del PP del Sr. Casado alineándose con la derecha más extrema ha tenido una doble consecuencia:

Por una parte, ha alejado al sector más centrista, y, por otra, ha justificado la aberrante posición de VOX, que ha crecido en votos y seguidores al amparo de la política desarrollada por el PP actual.

Nos equivocaríamos si no incluyéramos entre los grandes perjudicados de la situación actual al Presidente, y a toda la cúpula que actualmente dirige al partido que, hasta hace poco tiempo, era el hegemónico de la derecha española, tanto si gana como si no lo hace en las próximas elecciones en Madrid.

Resulta obvio que un nuevo fracaso, tras las dos últimas elecciones generales y  las autonómicas de Euskadi y Catalunya, haría la situación insostenible para los dirigentes del partido. Las voces clamando por su relevo serían unánimes, en vez de las que se empiezan a oír de un modo tímido y con sordina. El Sr. Núñez Feijó, único ganador de unas elecciones en los últimos tiempos con las siglas del PP (aunque bien disimuladas), se convertiría, quizás con razón, en el único salvador posible del PP para evitar que se convirtiera en una formación subsidiaria de VOX.

Sin embargo, la improbable perdida de las elecciones madrileñas no es el escollo más amenazante para la continuidad de los cargos actuales.

El avezado estudiante, que “logró” aprobar en medio año la carrera de derecho, cosa que no consiguió en el transcurso de varios años anteriores, no calibró que su estrategia estaba abocada al fracaso electoral. No se pueden preconizar una idea y la contraria. No se puede basar todo el discurso político en desautorizar al Gobierno. No se puede usar una causa trágica, como la pandemia que asola la humanidad, para socavar al oponente. No se puede no lanzar ni una sola propuesta en positivo, mientras tus conciudadanos mueren a tu alrededor. No se puede gobernar un país constituido por personas normales con este discurso que abandona a su suerte a los ciudadanos que quieren vivir sin sobresaltos, y buscando la salud y la seguridad propia y de la familia. Sirve para complacer, o al menos intentarlo a los exaltados y extremistas, que no se conformarán, por muchos guiños favorables que se les hagan.

A los “brillantes estrategas” que dirigen al PP les vino muy bien que la Sra. Díaz Ayuso se olvidara de las cuestiones sanitarias, que le correspondía ejercer cómo Presidenta de la Comunidad de Madrid, para lanzarse a combatir al Gobierno central, intentando, cuando no consiguiendo, boicotear las medidas dimanantes del Gobierno, aún a riesgo de la sanidad, logrando los peores ratios en cuanto a la gravedad de los efectos de la pandemia en todo el conjunto de la nación.

Se contradijo a sí misma, desautorizó a su vicepresidente y a la comunidad científica, se alineó y continúa haciéndolo con lectores más duros del neo liberalismo en un intento demagógico de “salvar” la economía antes que las vidas de sus administrados.

Lo lamentable es que por culpa de los personalismos y la estupidez de la izquierda, ganará la Derecha las elecciones y gobernará en una estrecha colaboración y en coalición con la nominal extrema derecha, digo nominal ya que ella es la máxima representante de la misma.

¿En qué situación quedará el Sr. Casado? En el ámbito europeo, pasara a ser el responsable de que la extrema derecha entre, de hecho, en uno de sus gobiernos, teniendo que abandonar la pantomima de la actual situación en la que intenta aparentar que, al igual que otros líderes de partidos de la derecha europea, mantiene un cordón para evitar que entren en los gobiernos. Por otra parte, al elevar a la ex portavoz del perro Pecas a la categoría de gloria emergente del partido, al haber conseguido el triunfo en Madrid, el Sr. Casado ha jugado a aprendiz de mago, y, como suele ocurrir, se le ha escapado la situación de las manos.