sábado, 12 de abril de 2014

¿Quién ganó?




Como siempre que hay elecciones de cualquier tipo, es difícil  saber quien ganó, y mucho más saber quien perdió.

En las recientes elecciones primarias del PSIB-PSOE, ocurre lo mismo. Todas las partes se declaran vencedoras y ninguna asume que fue derrotada.

Desde mi óptica, que no tiene porqué ser la acertada, voy a intentar hacer una composición y así aclararme, y si de paso se aclara alguien: mejor.

Creo que el único triunfo indiscutible en  estos comicios es  el de la  movilización de los votantes del PSIB-PSOE. Hablo de movilización y no de si los resultados son un triunfo para los votantes.

Hablemos ahora de los ganadores o al menos de los que podríamos llamar así. Indiscutiblemente, la vencedora es Francina Armengol  ya que obtuvo más votos que Aina Calvo.  Venció también  el “aparato” que resulta ser un  doble ganador, ya que la candidata que obtuvo el mayor número de votos era la suya y además con este resultado se ha evitado el tener que convivir con una bicefalia en el partido, que no hubiese favorecido al funcionamiento de los “fontaneros”. Por último, claro está, ganaron  los votantes que eligieron a Francina.

¿Quienes perdieron? Ahí está la cosa más difícil de determinar.  En este apartado seré aún más subjetivo, por tanto más proclive al error. Creo que la primera  perdedora, no hay más que ver los resultados, es Aina Calvo; pero así como para atribuir el triunfo cité al “aparato”; entre los perdedores  creo que se encuentra el Partido, y también en dos vertientes. En primer lugar por unos resultados muy parejos (por encima de los porcentajes) ya que la diferencia no alcanza a los mil votos, lo que indica una división casi del 50 por ciento. Con casi un empate  la isla de Mallorca y con  las otras islas repartidas las victorias  entre las dos candidatas. Una desafección de los seguidores de la candidata perdedora, podría ser fatal, ya que la Ley d’Hont penaliza gravemente a las minorías. En la otra vertiente, el partido es el perdedor ya  que la candidata que ha resultado ganadora  da la impresión, quizás errónea, que está  instalada en la resignación de  una oposición acomodaticia y sin esperanza de variar la situación.

Pero sobre todo, han perdido todos aquellos  que habían tenido la esperanza, puede ser que ilusoria, de que con un cambio en la cabeza visible y candidata al Govern, se hubiese salido de la atonía actual, y que hubiese generado expectativas reales de cambio con su posible reflejo en los resultados de las elecciones autonómicas.

En fin, que las cosas son como son y que los militantes y votantes han elegido una opción y hay que respetarla.
Publicado en El Periscopi el 11 04 2014 

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