Se
suele decir que hay mentiras, grandes mentiras y estadísticas. La frase, como
todas las frases hechas, tiene una parte verdadera y otra falsa. No es cierto
que las estadísticas, como parte de las matemáticas, mientan, ya que son una
ciencia exacta. Pero la estadística, como casi todo en esta vida, es
manipulable. Puedes introducir parámetros, y luego obtener infinidad de datos,
todos ciertos, pero siempre se tienen que tener en cuenta los diferentes
resultados, y no, sesgadamente, buscar unos que, si no lo relacionas dentro de
un contexto, pueden resultar engañosos.
Esta
introducción me viene dada por los datos del empleo que manejan el Gobierno y
las Comunidades Autónomas para mostrar su satisfacción con los resultados de su
política de empleo, que, aparentemente, crea puestos de trabajo de una forma continuada,
pero cuyos resultados triunfalistas no se ven correspondidos con la situación
de la España real.
Por una
parte, se asevera que se firman cada mes miles de nuevos contratos. Pero estos
no se corresponden con la disminución del paro ¿Qué puede pasar?, ¿Qué llegan
nuevos emigrantes?, ¿Qué se incorporan más jóvenes al mundo del trabajo? Ambas
hipótesis son erróneas, ya que ha descendido el número de emigrantes en el país,
y el paro juvenil no baja.
La
causa es muy sencilla: la diferencia
entre el número de contratos y la bajada del paro viene marcada por la
precariedad laboral, donde un mismo trabajador puede, y de hecho lo hace,
firmar varios contratos en un mes, lógicamente, con sus correspondientes ceses
de actividad.
Pero el
problema de la precariedad, con ser muy grave, no es el único, pues viene
agravado por las jornadas laborables contratadas: contratos de horas o de días.
Y aquí no voy a entrar en lo que todo el mundo
comenta sobre el fraude de las jornadas laborales con contratos de cuatro horas diarias, que se
convierten en la práctica en jornadas de 8, e, incluso, 12 horas diarias, y sin
cotizaciones ni horas extras remuneradas,
ya que esto es una cuestión para la inspección del trabajo. Ante la situación
del mercado laboral, y las dudas (aunque más bien son certezas) de la situación
real, la solución para comparar la situación pre crisis con la actual es muy
sencilla y resultaría muy clarificadora: consistiría en publicar al tiempo de
los datos sobre el paro, las horas cotizadas a la seguridad social.
¿Por
qué no lo hace ninguna de las administraciones que tienen acceso a esos datos?
Siendo mal pensado, es porqué se les caerían los palos del sombrajo a todos los
que alardean de los miles de contratos firmados en el ámbito de su jurisdicción,
y tendrían que dejar de auto alabar su gestión en materia de empleo.
Siguiendo
en esa dirección, también se podrían mostrar los datos estadísticos, no solo de
las horas cotizadas, sino del importe de las mismas, lo que daría la
explicación matemática de la razón por la que, encontrar un empleo, no
significa salir del estado de pobreza.
Pero
bueno, todo esto son elucubraciones de un pensionista (al que le suben su pensión
el 0,25%) y que tiene mucho tiempo libre. A la mayoría de la gente de este país
le interesan los temas importantes como pueden ser: si Ronaldo es el mejor del
mundo, o si es Messi el mejor; si los árbitros harán descender al Mallorca; o si España es el campeón de gallos en Eurovisión.
En
conclusión, Eppaña va bien, los españoles…
Publicado en El Periscopi el 19 05 2017
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