viernes, 19 de enero de 2018

Elecciones catalanas 2.017 (4)



 

Cuando finalizan las fiestas de navidad, desaparecen de las pantallas de televisión los anuncios de perfumes, y, para sustituirlos, proliferan los de fascículos, y este año, además, los de casinos y casas de apuestas. Contagiado de este bombardeo mediático, continuaré con la serie sobre las elecciones de Catalunya, por lo que tiene de serial, y también porque la traducción de los resultados para acceder al Govern de la Generalitat tiene todos los componentes de un juego de azar, dadas las incertidumbres que se plantean.

La primera cuestión, es decir, la constitución del Parlament, y de su Mesa de Gobierno ya está resuelta. En principio, no entrañaba mucho misterio. La única cuestión era poner caras a los diferentes cargos. Y aquí, la verdad es que sí que ha habido una sorpresa, desagradable para los que creemos en la igualdad, que ha consistido en la desproporción, diría que escandalosa, entre hombres y mujeres en su composición. Sin embargo, lo que han criticado algunos de los partidos unionistas es que los componentes de los partidos secesionistas tuviesen la mayoría en la citada Mesa. Y yo digo a esos críticos: ya sé que pido algo casi imposible, pero les rogaría que dejasen su hipocresía a un lado, que, por una vez, sean sinceros, y que me digan cuándo un partido o una coalición ha tenido mayoría parlamentaria, y ha renunciado a tenerla también en su órgano de dirección . O acaso son Vds. “tontos de baba”, y, a pesar de ejercer como políticos profesionales (profesionales por que cobran por ejercer la política), aún ni se han enterado de cómo funciona el sistema de mayorías y minorías. Las conclusiones que se pueden sacar de esa posición la verdad es que no son nada halagüeñas, pues son: que son vds. unos sinvergüenzas, que tratan de tontos a los ciudadanos, o que los tontos son vds.

Donde la cuestión sí que se pone intrigante, y está abierta a multitud de hipótesis, es en el caso de quién y cómo presidirá la Generalitat. El quién parece que tiene una respuesta clara: D. Carles Puigdemont, ya que la unión de los partidos secesionistas, y que, como tales, son mayoritarios en el Parlament dicen que: “Nuestro candidato es Puigdemont”. Así de claro y conciso. Lo que no está nada claro es cómo lo van a proclamar, si es que llegan a proclamarlo. Las alternativas que más suenan, y que parecen más viables son:

1)      Puigdemont se presenta en el Parlament y es proclamado. Tiene el obstáculo de que contra D. Carles hay un orden de detención, que lo llevaría directamente a depender del Tribunal Supremo. El cual, presumiblemente, lo enviaría a una bonita prisión, como aquella en la que está el que era su Vice President. Dados los antecedentes, el candidato no parece mostrar ningún interés en conocer el régimen carcelario español como usuario del mismo.

2)      Se elige al President de forma telemática, o por delegación, con lo cual Puigdemont es elegido, al tiempo que elude la posibilidad de ir a la cárcel. Parece la solución perfecta, pero hay varios condicionantes: a) ERC, en principio, parece que no está de acuerdo con esta postura, aunque en la constitución del Parlament evitaron decirlo de forma clara; b) Los letrados del Parlamento niegan que esta solución sea conforme al Reglamento de la Cámara. Pero aquí conviene recordar que el informe de los abogados no es vinculante, y ya hay precedentes de no aceptar sus informes; c) Hay opiniones, como la del ex juez Elpidio Silva, que  apuntan que si el Reglamento no prevé, y, por tanto, no prohíbe la proclamación telemática taxativamente , es que está aceptada. A esta opinión le contestó con sorna, pero no exento de cierta razón, el ex Presidente del Gobierno, Sr. Gonzalez , que el Reglamento no prohíbe investir a un elefante; d) Pero, quizás a efectos prácticos, y más que la resolución al recurso al Tribunal Constitucional, que ya ha anunciado el Gobierno Central, el mayor condicionante a una investidura sin la presencia física del candidato es el anuncio del gobierno central de que mantendría en vigor la aplicación del artículo 155.

3)      Que, a pesar de todos los juramentos de amor a eterno al Sr. Puigdemont, busquen a un candidato alternativo.

4)      No resolver la cuestión, e ir a unas nuevas elecciones.

Claro que siempre queda mi propuesta de la semana pasada de un Govern por WhatsApp…

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