Estoy a
punto de volver a Egipto, después de algo más de siete años. Me fuí en la
madrugada del 25 de enero del año 2011, es decir, unas horas antes de
producirse los acontecimientos conocidos como la Revolución de la Plaza Tahir.
Al poco
de volver, y ver cómo evolucionaba la situación, escribí unos artículos
publicados en mi blog sobre Egipto. Me basaba en algunos contactos, y en mis
conocimientos, fruto de mis varios viajes a aquel país. Por esta razón, tengo verdadera
curiosidad por ver cómo ha afectado al pueblo esa revolución circular. Siento
curiosidad por ver si ha cundido la desilusión, tras las esperanzas en una
evolución después de la caída del General Mubarak. Deseo conocer cómo resultó
para la gente el tiempo de gobierno de los Hermanos Musulmanes. Siento un
interés por saber si los culpan de la crisis económica, producida por los
ataques terroristas a turistas, , junto con la crisis económica
internacional. O si recuerdan con nostalgia y admiración la red asistencial que
tenían tejida. El pueblo egipcio dependía en mucha medida del turismo, y la
falta de ingresos por este concepto ha debido afectar de forma importante a las
economías familiares. Pero no debo especular, así que me informaré, y a la vuelta
haré partícipe de las consecuencias que saque a los que tengan la amabilidad de
leerme.
Le he
llamado revolución circular por algo que cualquiera que haya seguido todo el
proceso, habrá tenido fácil adivinar. Pero, dado que ya han pasado algo más de
7 años, y la memoria es frágil, voy resumir el proceso: Había un ambiente bastante
generalizado entre la gente que quería un cambio político. El gobierno de Hosni
Mubarak tenía una contestación interna, aunque reprimida: Por una parte estaban
los intelectuales, y una parte del pueblo que quería un cambio hacia posiciones
más democráticas; por el otro los Hermanos Musulmanes, que pretendían re
islamizar el país, y acabar con la hegemonía económica y laica de los militares.
Ellos eran el único grupo organizado en el país, y gozaban de gran predicamento
entre el pueblo, dada la red asistencial que tenían establecida. Dentro de este
panorama, empiezan las revueltas que hacen caer al final al Presidente. El
Ejército, verdadera fuerza en la sombra, tutela la revolución y organiza unas
elecciones, que, naturalmente, ganan Los Hermanos Musulmanes en su facción
aparentemente más moderada. Al llegar al poder, esa moderación va
desapareciendo, y comienzan a dictar leyes más adaptadas a su idea de re
islamizar el país. Estas ideas chocan frontalmente con los intereses
económicos, especialmente de la industria turística, ya muy castigada por los
incidentes producidos durante la revolución, y todo acaban como empezó:
Con una presidencia autoritaria en manos de un General, y el ejército tutelando
el país.
Pero
eso sí, procuraré informarme de la situación actual. Pero, sobre todo, voy a
disfrutar recorriendo de nuevo, los templos, los grandes y los pequeños, los de
culto y los funerarios, los antiguos y los ptolemaicos; descansando, al tiempo
que veré los feraces campos de las orillas del Nilo; disfrutando de los
amaneceres, y crepúsculos inigualables, y de los cielos increíblemente
estrellados del Lago Nasser.
Ya
estoy casi con un píe en la escalerilla del avión. Bien, ahora en los aeropuertos
suelen haber “fingers” en vez de escalerillas. Pero no me negarán que eso de
estar “al pie de la escalerilla” tiene más “glamour”.