El calendario es
algo muy objetivo, y te indica cuando, astronómicamente, comienzan las
estaciones, pero ese es un dato que puede no tener incidencia en las personas.
Para mí, el
verdadero inicio del verano lo marca el comienzo de l’Universitat d’Estiu d’Estudis
de Génere
En esas fecha, y
desde hace ya muchos años, los asistentes a las jornadas nos reafirmamos en
nuestro convencimiento de la necesidad del movimiento feminista; de percibir
con ópticas nuevas y diferentes la cambiante sociedad desde un punto de vista
de género; de conocer las últimas investigaciones y experiencias referentes a
este tema; es decir, de enriquecernos mentalmente, y advertir que por muy
versado que crea uno estar sobre los temas tratados, siempre hay mucho por
aprender; que por muy convencido que estés de que la situación de igualdad esté
prácticamente lograda, siempre te encuentras con la dura realidad: que el
camino está sólo en el inicio, y queda mucho más tramo por recorrer que el ya
realizado.
Pero no es sólo la
parte de aprendizaje y académica. Está también el hecho de encontrarte con antiguas amistades, hacer
nuevas, y, sobre todo, el sentirte rodeado de personas que tienen las mismas
inquietudes.
Este año, y debido
a la pandemia, las jornadas se están realizando de forma telemática. En la primera
vertiente que he descrito están siendo brillantes, con una sencillez aparente
para poder acceder e incluso interactuar en las diferentes conferencias, mesas
redondas, y talleres.
No puedo omitir que,
tras esta aparente sencillez, ha sido necesario un gran esfuerzo de la
totalidad del personal que ha intervenido para que la UEEG sea un éxito. Desde
la coordinación de la programación, la búsqueda de ponentes, la grabación de
los videos de las intervenciones, a preparar y poner a punto todo lo referente
al acceso por parte del alumnado. Este resultado ha sido posible gracias al
intenso trabajo de preparación durante
largos meses para evitar problemas o improvisaciones de última hora.
Nos ha faltado la
parte social, pero la situación se ha mostrado muy adversa, haciendo imposible
otra forma responsable de celebrar estas jornadas tan necesarias para poder
avanzar en igualdad en esta sociedad plagescollos.
Esperemos que el
próximo año ya podamos olvidarnos de la “nueva realidad”, y celebrar como
siempre este necesario acontecimiento
Y, aunque sea algo
muy personal, me he quedado con la desilusión de no poder hacer las fotos que
llevo haciendo de los momentos más significativos y que van ampliando el
archivo de la UEEG.
Bueno que se haya podido realizar, aunque con formato nuevo, y mejor empezar a contar hacía atrás para llegar a la próxima edición.
ResponderEliminarEnhorabuena por la parte que te toca.
Las cosas son como son y hay que tomarlas cómo vienen. Tanto más si como en este caso es a causa por unas circunstancias que están fuera de nuestro control.
EliminarSe hizo, costo más esfuerzos y a pesar de las dificultades se solventó con un resultado digno
Muchas gracias por entrar y comentar