viernes, 3 de julio de 2020

Ya empezamos






¡La primera en la frente!
En la negociación sobre los ERTE ya ha habido una primera víctima: la justicia social. Se rebaja a las empresas una parte de las cotizaciones a la seguridad social correspondiente a las cuotas que deberían abonar a las arcas para el pago de las pensiones a los jubilados. De las cotizaciones de los trabajadores, afortunadamente, no se dice nada.
No voy a ponerme en la absurda posición de decir: “hay que masacrar a los chupasangres explotadores que son los empleadores”. Con el sistema de producción imperante, son tan necesarias para el funcionamiento de la economía la empresa  como la fuerza del trabajo. Tampoco voy a proclamar la supresión de la empresa privada en beneficio de la pública, que ya se ha visto que no ha funcionado.
Por tanto, si las empresas, algunas empresas, necesitan ayudas para subsistir y mantener la producción y el empleo, se les deben conceder ayudas fiscales o de cualquier otro tipo, pero nunca indiscriminadamente.
Eso sí, si hay que ayudar económicamente a determinadas empresas, hágase con cargo a los Presupuestos Generales del Estado, y no con cargo a los presupuestos de la Seguridad Social. Y no, no es lo mismo, especialmente en una época en la que se ensalza al neo liberalismo, en perjuicio del Estado de bienestar, que tanto esfuerzo y tanta lucha constó instaurar.
Pero no sólo va la cuestión por aquí. En el borrador del acuerdo que se consiguió aprobar, ya está incluida la reforma de la Seguridad Social. Sabemos, por múltiples experiencias anteriores, que una enorme mayoría de nuestra clase política, prácticamente en esto hay unanimidad, no se ha molestado en leer la definición que da el D.R.A.E. con respecto a la palabra modificación, y está convencida que quiere decir: “recorte de derechos a las personas más desfavorecidas”, en este caso, los jubilados.
¿Cómo no va a haber desfases, si desde tiempo inmemorial todos los beneficios fiscales a las empresas se han hecho a base de recortar sus aportaciones a la caja de la Seguridad Social?, ¿Cómo no va a haberlos si,  a pesar del retraso en la edad de las jubilaciones, se permite a las grandes empresas las jubilaciones anticipadas que, al final, redundan en que se cobre del fondo de las pensiones?, ¿Cómo no va a haberlos si las empresas contratan a “autónomos” para ahorrarse el tener que cotizar? No hablo de la práctica de cobrar parte del sueldo en negro y estafas varias.
¿Qué piensan los partidos de los llamados progresistas (si es que piensan)?, ¿Son tan ingenuos como para pensar que el gran capital se va a conformar con pequeñas concesiones?, ¿Son tan imbéciles que creen que las transnacionales no lucharán para volver a quedarse de nuevo con todos los privilegios que se han visto obligados a “prestar”? ¿Son tan deshonestos que esperan la puerta giratoria cuando acabe su mandato? ¿Esperan que el fuerte rebrote del Covid 19 que se espera acabe con todos los mayores y solucione el problema de los desfases?

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