Soy, o, al menos,
así lo creo, un optimista patológico, rayando con ser un iluso, llegando, en
ocasiones, a sobrepasar este límite. Viene al caso esta entrada porque me tomé
unas semanas de vacaciones, dejando de escribir en el blog, pensando, o, más
bien, creyendo que así se me pasarían las nauseas de contemplar y comentar las miserias
cotidianas de nuestras circunstancias políticas.
Cometí el error de
entrar, aunque fuera menos habitualmente en Facebook, de leer algo de prensa
escrita, y, a pesar de que procuro evitarlo, escuché algunas noticias en
servicios informativos de radio y televisión ¿Me puede explicar alguien cómo se
resuelve el dilema de estar algo informado y combatir la sensación de que se te
revuelvan las tripas?
De forma no
exhaustiva, y no necesariamente en orden, paso a enumerar algunas de las
razones de mi sensibilización estomacal:
La composición y
los objetivos del “nuevo” gobierno de la Comunidad de Madrid. Pero, al fin y al
cabo, era lo previsible tras los resultados electorales, dada la magnífica
campaña que hicieron los partidos de izquierda a favor del PP y sus adjuntos.
Para dificultar,
aún más si cabe, el descanso que debería ser obligado en agosto y en cualquier
otro mes, tenemos el tema de los refugiados, con miles cuya tumba es el mar en
el que se bañan inconscientemente los veraneantes, mientras sus gobiernos
impiden el rescate de los náufragos. Sirva como ejemplo la situación de uno de
los barcos que operan en las labores de rescate en evitación de más muertes,
con honda consternación de los gobernantes europeos, que permitían, por no
decir obligaban, la permanecía en el mar, y sin permiso para desembarcar a los
más de 150 náufragos a bordo de un barco que no reúne condiciones para albergar
a tanta gente por un tiempo prolongado, con la negativa de las católicas
autoridades de los países más cercanos (incluido el Estado Vaticano) para que
desembarcaran, y luego distribuirles por los diferentes estados de la UE. Ante
esta situación insostenible, nuestro activo Presidente (en funciones) salió de
su profunda meditación y envió un barco a recogerlos. Su alarde de rapidez en
atajar las crisis, resultó innecesario, ya que la fiscalía italiana determinó
que era urgente que se realizará el desembarco, a pesar de los deseos del
ejecutivo italiano.
Otra de las cuestiones
que me evitan una vida pacífica y placentera es el aumento de la violencia contra
las mujeres y de los asesinatos por mor de la violencia de género, mientras el
partido misógino que es VOx niega la existencia de este tipo de situación, en
tanto que sus aliados le jalean y baten las palmas hasta con las orejas.
Y, ya por último,
me parece que unos cerebros privilegiados han debido leer las estadísticas de
intención de voto y han asesorado al Presidente (en funciones), que se
encuentra exhausto tras la toma de la decisión descrita en un punto de este
escrito, llegando a la conclusión de que, si se repiten las elecciones, los
resultados serán tan extremadamente buenos que no habrá oposición suficiente
para cubrir los puestos que les corresponderían en la Mesa del Congreso.
Mientras tanto, el otro “gran líder” de la izquierda se dedica a lanzar
proyectos que sabe que no van a ser aceptados, mientras
pregunta a su espejito mágico si hay alguien tan guay como él.
¡Viva la alegría!