La semana pasada ya
dejé entrever que estaba cansado. Así que esta semana lo confirmo, voy a
tomarme unas vacaciones.
No sé cuánto
durarán, no lo tengo decidido, pero creo que dependerá de la relación entre el
tedio que me produce la situación actual, y el deseo de volver a referir la que
espero que sea una cambiante situación socio-política.
Pero la actualidad
es terriblemente irritante, y ya que no se si criticar más a una de las
sensibilidades políticas o a la otra.
Entre las derechas,
donde la vuelta a la casa común de la derecha pura ha dado alas a VOx para
manifestar en voz alta lo que siempre había pretendido cuando estaba como el
ala más dura del PP.
Pero lo que resulta
obsceno es que C’s, que se presentó como el partido de la regeneración
política, y como la alternativa de poder desde el centro, se pliegue a los
chantajes y amenazas de la extrema derecha. Claro que está pagando esta
situación con la perdida de muchas de las personas que lo fundaron y ayudaron
al partido a llegar en votos a los que ha llegado.
Pero mi hartazgo no
solo va por el camino expresado anteriormente, también se refiere a la
izquierda, como creo que debe ser evidente.
Donde el P(SO)E,
desoyendo a una gran masa de sus votantes que reclamaban “¡Con Ciudadanos no!”,
está haciendo toda clase de maniobras desde su cúpula para que sea: “¡Con
ciudadanos sí!”, pasando de ofrecer ministerios a Podemos, a decir: “No me fío
de ellos” ¿Cómo se nombra a un socio prioritario no fiándose?
Pero el ansia de
figurar del Caudillo de Podemos no debemos dejarla de lado. Si lo importante
son las ideas, el programa, y, por tanto, las políticas y no las personas ¿De
dónde viene ese afán de cartera ministerial? ¿Tan poco se fían de sus “socios”?
Esta suicida manera
de llevar las negociaciones así como, en mi opinión, la errónea creencia de que
mejorarían sus resultados en unas nuevas elecciones y a pesar de que este
podría ser un motivo creo que están errados
Si estas
hipotéticas elecciones llegaran a celebrarse, mirando situaciones anteriores,
generarían una frustración que llevaría
a la abstención a un número muy considerable de potenciales votantes de la
izquierda. Naturalmente, los votantes de la derecha irían en bloque y casi a
golpe de pito.
Pues bueno, me he
extendido demasiado para haber decidido tomarme el “Reposo del Herrero” que no
es una errata. si no la traducción al castellano de mi apellido.