sábado, 18 de enero de 2014

Hay amores que matan




Una canción antigua decía: “Hay amor ya no me quieras tanto…”. Me parece que el Sr. Undargarin debe estar pensando algo semejante al ver la defensa de su esposa, que básicamente se reduce a: “Yo no sabía nada”, “confiaba en lo que hacía mi marido”, “en las cuestiones de los negocios me mantenía al margen” y un largo rosario de frases de ese estilo.

¿Qué consigue con ello?  Pues aparte de mantener el listón de inteligencia de los Borbones en su record histórico, de intentar presentar a las mujeres, empezando por ella misma  como a menores de edad intelectual. La consecuencia más inmediata es dejar como único responsable de los supuestos delitos económicos a su marido, ese al que dice amar tanto.

Si leemos entre líneas el mensaje que da la Sra. Borbón y Grecia es: Yo no sabía que las actuaciones de mi marido no eran legales, al fin y al cabo es lo que he visto siempre en mi casa, y desde luego si se ha cometido cualquier ilegalidad, el único responsable es mi marido, que al fin y al cabo no es un noble de cuna. Yo solo me dedicaba a darle amor y a vivir lo mejor posible, importándome una higa la procedencia del dinero. ¿Cómo le va a importar a una Infanta de España algo tan prosaico como el origen de lo que gasta y su patrimonio?

Por otra parte, afortunadamente  el juez ha dejado claro que va a declarar como imputada, ya que parecía que se dignaba a declarar como una concesión a los plebeyos por un gesto de condescendencia. Aunque en esta misión se ha quedado solo, ya que la cadena jerárquica  fiscal, ha actuado siempre en este caso, como simple cadena de transmisión de los deseos y caprichos de la ahora imputada.

Con la jurisprudencia del caso Botín, me temo mucho, que si  llega a juicio la imputada, se pueda llegar a una sentencia condenatoria.
Publicado en El Periscopi el 17 01 2014

sábado, 11 de enero de 2014

Preguntas

 

 


Me he dado cuenta que cada vez se menos de más cosas, e incluso en algunos casos, me encuentro que algunas de lo que creí verdades, resulta que no lo eran. Pongamos un ejemplo.

Creía que en una sociedad de economía no dirigida, la doctrina de Keynes era correcta.  Es decir: en caso de una recesión económica, se debía, por parte de la Administración activar la producción, para incentivar el mercado del trabajo,  como consecuencia de ello aumentaría el consumo, con el resultado de cerrar un círculo con más producción y más consumo. Simplificando el consumo, no el consumismo,  es el que genera la energía necesaria para poner en marcha la economía. Este sistema, funcionó en tiempos pasados, y es con el que se enterró la cris del año 1929.

Pues bien, reconozco que estaba equivocado. Nuestro gobierno, y los “gurús” mundiales del Neoliberalismo, demuestran mi error, pues con las  formulas  que preconizan: Nula intervención del Estado en la producción, recortes en sus actuaciones, precariedad laboral, cuando no paro galopante, congelación cuando no reducciones de salarios y pensiones que desincentivan el consumo es lo que nos hará salir de la crisis y es lo que les lleva a ver una luz al final del túnel.

Yo, que ya he entonado el “mea culpa”  por mi ignorancia y desde la más completa humildad me pregunto: Si la precariedad y los bajos salarios es la solución cuales son las respuestas a las siguientes cuestiones.

a)       ¿Quiénes podrán comprar un piso de los que hay tantos en espera de venta, formando un stock del que no se puede desprender el  “banco malo” y que lastran la situación financiera del país?

b)      ¿Cómo se podrá la industria del automóvil continuar manteniendo las plantillas actuales? Aunque esto, al final pueda será un bien para retrasar el cambio climático.

c)       ¿Qué pasará con la industria turística? ¿Podrá vivir prescindiendo del turismo interior?

d)      ¿Y el comercio?

Podría habar de cualquier  rama de la producción, pero por hoy ya hay demasiadas preguntas, así solo queda esperar que nuestros sabios gobernantes nos expliquen donde ven ellos los brotes verdes y cuál es la fórmula  para que los ciudadanos de a píe salgamos de la situación actual que nos atenaza.

sábado, 4 de enero de 2014

Espíritu navideño




Como aún no ha terminado el tiempo navideño y además quiero ser bueno para que los Presidentes Magos de Oriente (es que a mí eso de Reyes y coronas…) me traigan muchos regalos, he decidido que en este escrito, no hablaré mal del PP, a pesar de que podría hacerlo y con muchos motivos.

En un plano local, podría referirme a “El Engominao”,  el Presidente de nuestra  Comunidad, que en su discurso de fin de año, haya omitido hablar de los temas más polémicos de su mandato, como pueden ser: El TIL, la Ley de Símbolos, el desprecio que siente hacia las señas que identifican, tanto culturales como históricas a la Comunidad que preside, de la negación de la existencia de los Països Catalans con una postura que en otras circunstancias calificaría de cínica.

Si quisiera hablar del gobierno central y del partido que lo sustenta, podría  tildar de genocida su postura con los más desfavorecidos, con medidas como la congelación del salario mínimo, la burla a los jubilados con el incremento del las pensiones en un 0,25%, la subida a este colectivo del tope de gasto farmacéutico. Pero no solo podría hablar de estas cuestiones, podría hablar de su hipócrita moral de sacristía en temas como el aborto, la estafa electoral incumpliendo todo sus compromisos que figuraban en su programa en temas socio laborales.

Pero no solo podríamos hablar de estos casos, podríamos empezar con Gurtel,  los coches invisibles, los insultos a los familiares de los asesinados tras la guerra incivil los…

Pero como aún respiro el espíritu navideño, me contendré y no diré nada, por ahora, de todos estos temas.

Así que: Paz en la tierra a los hombres y mujeres de buena voluntad y ya hablaremos del PP
Publicado en El Periscopi el 03 01 2014

sábado, 28 de diciembre de 2013

Moral de sacristía





Definitivamente, vamos retrocediendo en el tiempo. Volvemos a los tiempos más rancios del Nacional Catolicismo, con una clase dirigente heredera de sus valores (no en balde son sus descendientes biológicos y, por supuesto, ideológicos), que no olvidemos que con su intransigencia fueron los iniciadores y vencedores de la guerra incivil que padecimos. Por su parte, la Iglesia Católica, quiere mantener sus privilegios y la preponderancia que históricamente siempre ha mantenido, aún a costa de pisotear lo que nos queda de dignidad.

El cinismo y la desvergüenza del partido que nos gobierna es tal que, cuando ha dejado sin contenidos y sin dotación económica la Ley de Dependencia, obligará a las más desfavorecidas a tener que concebir a fetos inviables o con tan graves disfunciones que arruinarán física y psíquicamente a sus madres. Hablo de las más desfavorecidas económicamente, ya que, las que tengan poder adquisitivo, volverán a abortar en países extranjeros como ya hicieron sus mayores.

En el PP son completamente incapaces de entender la diferencia entre derecho y obligación. La ley actual no obligaba a ninguna mujer a abortar, fuese cual fuese su circunstancia, y daba el derecho a la mujer a decidir sobre su maternidad. La extrema derecha impone, siguiendo sus pautas de actuación, su pseudo moral trasnochada y represora.
La Iglesia no puede aceptar un estado aconfesional y presiona, amparándose en la superstición e ignorancia de unos, y en el apoyo interesado de otros, logrando inmiscuirse en los asuntos civiles, e ignorando a aquello atribuido a su inspirador: “Darle al Cesar lo que es del Cesar y a Dios lo que es de Dios”. Rouco y su camarilla con su actuación de “curas trabucaires” no dejan de apoyar una posición que favoreció la aparición de “Madres María” y la impunidad de degenerados que amparándose en sus faldones satisficieron sus conductas pederastas.
Publicado en El Periscopi el 27 12 2013
 

sábado, 21 de diciembre de 2013

Incógnitas




Creo que resulta incomprensible, al menos, para mí lo es,  me refiero  la obcecación en el plano institucional para que Dña. Cristina no sea imputada.

¿Cuáles pueden ser las razones?

a)      ¿El desprestigio para la Corona? Resulta difícil aceptar este argumento, ya que el  cabeza de la institución, su pasdre, ya se ha encargado de una forma muy efectiva de desprestigiarla.

b)      ¿La convicción por su parte de su inocencia?  Si es así, creo que está en un error, ya que al no ser imputada, no puede defenderse de las acusaciones que a nivel popular pesan sobre ella. Con esta posición, se la está llevando a una indefensión jurídica que su abogado y ella no deberían consentir.  ¿Piensa  que alguien cree  que su no imputación es debida a no tener ninguna responsabilidad en los presuntos delitos de su marido?

c)       ¿Incapacidad intelectual para comprender la situación? Quizás sea la más probable y la que primero se me vino a la mente. Sin embargo esta hipótesis no acaba de cuadrarme con el  Máster en Relaciones Internacionales por La Universidad de Nueva York que figura en su currículo. Su licenciatura en Ciencias Políticas por La Universidad Complutense se podría achacar a puro “pelotilleo” a su padre, pero, ¿y el Máster?

d)      ¿Conspiración?  Generalmente, soy muy reacio a aceptar  la teoría de la conspiración en cualquier hecho inexplicable u obscuro, pero en este caso, podría aceptar una conspiración urdida por los detractores de la monarquía, los cuales han puesto en lugares claves a republicanos tan convencidos, al menos tanto como yo, para socavar la institución impuesta por el sangriento dictador  que hizo la designación.

Esperemos que sea por la causa que sea, cada una de las actuaciones de la familia Borbón, sirva para que en un futuro no muy lejano, vuelvan al exilio de donde no debieron regresar.
Publicado en El Periscopi el 20 12 2013
 

sábado, 14 de diciembre de 2013

El Verdadero



Al debate cara a la galería, que en mi opinión solo sirve, para lucirse en unos pocos casos y en los más hacer el más clamoroso ridículo los dirigentes políticos de los distintos partidos, se le llama: Debate del Estado de la Nación.

Sin embargo si nos referimos al verdadero estado de la nación, nos deberíamos referir al estado de los ciudadanos de una nación.

Para  definir en una palabra cual es el estado actual de los ciudadanos y ciudadanas del conjunto de nacionalidades y regiones que actualmente componen el estado español, la palabra sería: cabreado. Ya sé que es un vocablo malsonante, pero creo que no hay otro más definitorio.

Los ciudadanos y ciudadanas están (estamos) hartos de la corrupción aunque algunos incomprensiblemente no piensan castigarles en las urnas, están (estamos) hartos de las tropelías de la monarquía, yerno e hija incluidos. Hartos de que el gobierno de la nación nos mienta, de sus brotes verdes, de sus purgas ideológicas, de las leyes que restringen las libertades, del cinismo del Sr. Wert, de la prepotencia del Sr. Montoro, del cinismo de la Sra. Mato, de la estupidez de la Sra. Bañez, del sectarismo religioso del Se Gallardón, de la supina estupidez del PP Balear resolviendo en votación que no existen Els Països Catalans, su cerrazón en la imposición del T.I.L. sus ataques a la lengua y cultura propia. Pero la lista sigue, jubilados, afectados por las preferentes,  parados insultados por la Vice presidenta del Gobierno, familiares de desaparecidos en la guerra incivil, docentes, sanitarios, funcionarios y una interminable lista de colectivos agraviados.

Pero no pensemos que solo se dedican a crispar y cabrear al personal los distintos gobiernos, nacionales, autonómicos y municipales, la guinda o el remate, la han puesto los hoteleros que a falta de unos meses para empezar a discutir el convenio de hostelería y tras dos temporadas record de afluencia de turismo, anuncian que quieren congelar los salarios.

¡Y así seguimos!

Publicado en El Periscopi el 13 12 2013

sábado, 7 de diciembre de 2013

Solo falta



El Gobierno, está haciendo  realidad el viejo anhelo de la humanidad del viaje en el tiempo. Aunque infortunadamente, el viaje ha sido hacia el tiempo más tenebroso de la execrable dictadura franquista.

 Religión en las escuelas, persecución a los enseñantes, listas negras de trabajadores, acoso a los sindicatos, perdida de derechos de los trabajadores, expolio a los pensionistas, recortes en sanidad, dejando sin contenidos las leyes de igualdad, abandonando las ayudas a la dependencia, haciendo bueno: “que inventen ellos” el fomento de la emigración de los más capacitados con el abandono de toda política de Investigación y por si fuera poco, con la llamada ley anteriormente citada, grave pérdida de derechos individuales fundamentales.

¿Dónde queda la libertad de reunión, la presunción de inocencia, el derecho a la información?

Cierto es que no han retomado la figura del Tribunal de Orden Público. ¿Pero para que lo necesitan? Los franquistas, al menos, quisieron disimulas sus tropelías bajo el amparo del T.O.P. de tan funesto recuerdo, y la gente que actualmente nos pisotea, ya ni siquiera busca una coartada, se limitaran a aplicar las sanciones por vía administrativa.  

Aunque no quiero dar ideas; creo que lo único que falta para que la situación sea idéntica a la pasada completando el viaje de retorno al pasado; es: que vistan de gris a la policía  
Publicado en El Periscopi el 06 12 2013