domingo, 18 de noviembre de 2012

Ante la Huelga General


Aunque la fecha asignada para la publicación de mis escritos, son los viernes, siempre los escribo en lunes ¡manías de uno!

Dadas estas circunstancias, voy a hacer algo que casi nunca hago: Política Ficción y analizaré desde mi punto de vista personal la huelga y sus circunstancias antes de que esta ocurra.

El seguimiento será bastante menos importante  que en ocasiones anteriores, debido entre otras causas a la precaria situación laboral que obligará a muchos, por miedo a represalias, a no secundarla; a otros les llevará a no seguirlas la perdida de la retribuciones económicas al no trabajar estando regulado que las horas no trabajadas por huelga no se cobran  y por fin, a otros muchos por desgracia, a su posición egoísta e insolidaria de: “si se consigue algo será para todos y yo mientras tanto habré cobrado mientras los que vayan no.

Siendo estos razonamientos significativos para creer que la huelga no tendrá un seguimiento masivo, hay una razón, que considero de un gran peso específico: Por primera vez en la historia después de la caída de la Dictadura, ni el Gobierno, ni el Govern, han hecho bandera de los servicios mínimos, no han intentado fijarlos de forma abusiva, casi han dado “palmaditas en la espalda” a los sindicatos a la hora de fijarlos. ¿Es o no es un convencimiento a priori por parte de los que nos gobiernan del fracaso, al menos en número de la convocatoria?

Sinceramente, me gustaría equivocarme en mis conclusiones, me gustaría que la indignación que dicen sentir los habitantes de estas tierras, se plasmara en un paro total y absoluto y que no se movieran ni las hojas de los arboles, pero por desgracia, eso no creo que suceda.

Eso si, de lo que estoy seguro, es que tenga el seguimiento que tenga, será un éxito para todos. Los convocantes dirán que ha sido masiva y solo funcionaron los servicios mínimos y a quienes contra los que va dirigida la huelga, dirán que ha sido un rotundo fracaso, que solo pararon cuatro y que los escasos establecimientos que cerraron fueron por la presión de la violencia de los piquetes.

Lo que si que estoy convencido tendrá un gran seguimiento, será la manifestación vespertina, y ahí, permítaseme ser un poco cínico, las causas suelen ser variables. Por una parte, irán los convencidos, los que han secundado la huelga, aun necesitando y mucho la retribución no devengada, pero habrá también multitud de manifestantes  que no la habrán secundado amparándose excusas más o menos validas, otro grupo que irán ha hacer su paseíllo porqué tienen que mantener su status de “progres” y para ello, ¿qué mejor que asistir a una manifestación contra el Gobierno?

Al final y al igual que en el seguimiento de la huelga, nadie nos librara de la batalla de cifras.

Cuando salga este escrito, se podrá calibrar en cuanto me he equivocado, aunque me temo que no mucho 
Publicado en El Periscopi el 16-11-2012 

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