sábado, 23 de febrero de 2013

Estaba equivocado






Tengo que reconocer que estaba equivocado; ya que a raíz de la boda del Príncipe D. Felipe, pensé que dada estrechez de mira y la mojigatería en temas de sexo de los seguidores de la monarquía no admitirían como heredera a la Corona de España a una divorciada, de la que se dice también que tuvo relaciones íntimas de forma bastante promiscua. Creí que sería demasiado para su entorno, tanto más cuando Dña. Letizia  (el corrector ortográfico, me avisa que Leticia se escribe con c, pero yo no tengo la culpa que no hayan sabido corregido la falta de ortografía) tenía y tiene una familias poco en consonancia con lo que se vine llamando una familia tradicional: padres separados, hermanas  un tanto peculiares e incluso los abuelos estaban con un problema judicial. Pero no, me equivoqué. Todo seguía igual. Perdonándose al Rey todo, riéndose sus “gracietas” como asesinar a un oso previamente emborrachado y sus supuestas aventures extra conyugales.

Y he ahí, que el supuesto yerno perfecto, del que se decía que muchas madres desearían que sus hijas se hubiesen casado con él,  se convierte en un adalid republicano, que ha  hecho y está haciendo más por la venida de la III República que todos los partidos supuestamente de ideología republicana.

Cierto que lo ideal,  hubiese sido que el clamor por la república hubiese sido  por la convicción de los ciudadanos de que no se puede admitir una jefatura del estado como heredera del sangriento dictador que padecimos. La excusa de que se legalizó la monarquía como consecuencia de la aprobación de la Constitución no es válida, pues la citada Constitución se aprobó para romper sin violencia con las leyes franquista; estoy seguro que si en unos de los artículos hubiese dicho que la presidencia del país tenía que estar constituida por marcianos, también se hubiese aceptado, al fin y al cabo, tampoco hay tanta diferencia entre ser marciano y ser cabeza de una monarquía recién instaurada a raíz de un mandato del general de tan nefasto recuerdo y considerar que fue elegida democráticamente.

Pero, ¿qué le vamos a hacer? La República está más cerca gracias a un presunto ladrón que quiso hacer fortuna demasiado rápidamente a la sombra de una institución de la que su cabeza es un irresponsable (La constitución dixit). Al final cuando llegue la Republica deberemos recordar ese refrán que dice: “Dios escribe derecho con renglones torcidos” (O es al revés?)

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