sábado, 22 de marzo de 2014

¿Una paellita?




Acaba de trascender que poco antes del 23 de febrero, un individuo, invito a  su padre y a unos “amiguetes”  a comer una paella. Hasta aquí todo normal. Entonces ¿Qué motivo hay para este escrito? Pequeños detalles que hacen singular este hecho, a saber: La comida se celebró en unas dependencias de la Guardia Civil, la cocinaron y sirvieron Guardia Civiles que estaban de servicio, el anfitrión era un Tte. Coronel del citado cuerpo, su padre, uno de los invitados, es el golpista ex Tte. Coronel Tejero, pero además de ese  delincuente,  con la pena cumplida pero delincuente, se encontraba  el golpista y  torturador (¿debo decir presunto?) Muñecas y algunos otros de los visitantes, y no de turismo, al Congreso de los Diputados en aquél 23 F de infausta memoria.

El Tte. Coronel, no pidió permiso para esa comida, pecando de ingenuo, ya que si lo hubiese hecho seguro que se lo hubiesen concedido, ya que su destitución, ha sido oficialmente por ese motivo.

Se sirvió de la cocina, del comedor, de los servicios, de  la mano de obra y no me extrañaría que los ingredientes de la paella fuesen del presupuesto de la dependencia. Es decir, las juergas y la celebración, se la pagamos nosotros, y solo le apartan del mando por no pedir permiso.

Y ya que hablamos del 23 F y de algunos de sus perpetradores, podemos recordar que el juicio del golpe de estado, fallido afortunadamente, fue un verdadero escándalo, debido al  vergonzante “pacto del capó”, no se tomó ninguna medida sobre los números y suboficiales que intervinieron aduciéndose a  la obediencia debida, no es una justificación para realizar actos ilícitos. Por otra parte a los que si se les juzgo, no se les acuso de todos los delitos cometidos y fueron condenados con penas muy leves que no correspondían a los hechos que cometieron e incluso varios continuaron en el ejército. ¿Nadie se acuerda de los del UMD  fueron apartados y no amnistiados a pesar que se enfrentaron a la dictadura franquista buscando la democracia?

¿Se ha dado cuenta alguien en el gobierno o la oposición que esto se puede tipificar como exaltación del terrorismo?  O ¿es que se prefiere cubrir con un manto de silencio todo lo referente al 23F para evitar que alguien que vive del recuerdo de su actitud en la citada noche se encuentre ante la realidad que su “heroísmo” no fue tal?

Por cierto, ¿donde está la gallardía, la valentía y el honor, virtudes castrenses de la que alardean, si cuando los descubren niegan la intención? Son tan cobardes que solo saben alardear de salón, pero no son capaces de mantener sus actos.

¡Qué nauseas provocan!
Publicado en El Periscopi el 21 03 2014

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