sábado, 21 de junio de 2014

¿Igualdad?



Personalmente creo que la relación entre personas puede ser de cualquier tipo, monógama, polígama, homosexual o heterosexual, siempre y cuando sea libremente aceptada por ambas partes y sobre todo en régimen de igualdad, sin preponderancia de unos sobre otros y sin ningún tipo de imposición.

Sin embargo, las instituciones no lo ven así, tomemos como ejemplo la Real Academia de la Lengua en su diccionario, que en la edición actual, la vigésima segunda, define en su segunda acepción la palabra cabrón como: “adj. vulg. Se dice del hombre al que su mujer es infiel, y en especial si lo consiente. U. t. c. s.” curiosamente, no hay definición para la misma conducta si la que consiente es la mujer y el infiel es el hombre.

Para subsanar esa carencia, la ya Reina consorte Letizia, definió esa situación como: “modelo a seguir” ya que así califico a  la entonces Reina consorte Dña. Sofía. Por tanto, seguramente  a no mucho tardar la citada expresión  será recogida por tan docta institución y la incorporación a su diccionario.

 Se alaba a la citada Dña. Sofía como ejemplo de coherencia, de lealtad a la corona y a la monarquía. Lo cual viene a corroborar que esta institución, no solo está caduca, sino que es nefasta, si ella debe ser el ejemplo. Tampoco creo válida la excusa que se escucha a menudo: “Lo hacía para preservar a su hijo como sucesor a la corona”. Toda vez que en la Constitución figura en su Título II Artículo 57 párrafo 2: “…La sucesión en el trono seguirá el orden regular de primogenitura y representación, siendo preferida siempre la línea anterior a las posteriores; en la misma línea, el grado más próximo al más remoto; en el mismo grado, el varón a la mujer, y en el mismo sexo, la persona de más edad a la de menos” donde no se cita ni que sus padres deban estar casados legalmente, ni que tengan que convivir.

¿A alguien le extraña la violencia de género si Dña. Sofía es un modelo a seguir?  ¿Qué clase de sociedad se pretende si proponemos como un ejemplo a alguien que consiente infidelidades conyugales, que antepone su bienestar económico y social a su dignidad personal? ¿Acaso consideramos como ejemplar para la mujer que acepte que su compañero pueda tener todos los devaneos y consumar todas las aventuras sexuales mientras ella permanece  impertérrita? ¿No debe primar la igualdad de derechos y deberes de ambos miembros de la pareja?  ¿Para ser modelo a seguir la mujer debe renunciar a su dignidad? Si el modelo que ofrece la familia del Jefe del Estado es tan atrozmente machista, ¿no es lógico que el mensaje que transmite es el de la supeditación de la mujer al hombre? Con esa postura la postura de: “cómo no eres mi igual, si te resistes a estar supeditada a mis deseos puedo ejercer la violencia.”. O que se indulte a un Guardia Civil que se ríe y filma como un compañero veja a una mujer.

En general, nos rasgamos las vestiduras ante la violencia, nos llenamos la boca de frases vacías, somos todos/as  muy feministas y partidarios de la igualdad, pero la actitud de Dña. Sofía, no nos  escandaliza y nos parece una postura normal.

Publicado en El Periscopi el 20 06 2014

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