miércoles, 16 de julio de 2014

El chocolate del loro



El Govern anuncia a bombo y platillo que  ha ahorrado ciento veintiocho millones de euros. Bueno, al menos parece una buena noticia, pero antes de echar las campanas al vuelo conviene saber en qué partidas y cómo se ha conseguido el ahorro. Aunque dirigiendo al Govern quien lo dirige y sustentando al citado Govern el partido que lo sustenta, no puede haber ninguna sorpresa.

Así que comencemos a echar cuentas. De los ciento veintiocho millones, noventa son en recortes en Sanidad y Enseñanza, es decir: el 71,35 % corresponden a estas partidas. De forma que, esas famosas “LÍNEAS ROJAS” que el Gobierno de la nación, con el Sr. Rajoy a la cabeza, dijo que jamás se traspasaría, siguen siendo la primera y principal fuente del cacareado ahorro. Ni que decir tiene, son dos pilares básicos del estado de bienestar y cualquier estado democrático debería defenderlos por encima de todo. Pero no queda ahí la cosa, las  supresiones de los complementos de acción social, de complementos por ILT, de los complementos por productividad y horas extras son casi la totalidad del 28,65% del ahorro restante.

¿A costa de quiénes ha sido ese ahorro? Pues de los trabajadores ya que, a pesar del intento de estigmatización de los funcionarios por parte de los diferentes dirigentes de las distintas administraciones, estos son trabajadores que hacen su labor para servir a la ciudadanía. Pero no son ellos los únicos perjudicados. Con estos recortes los perjudicados somos, en última instancia, los ciudadanos ya que los recortes efectuados son un ataque en toda regla hacia nosotros, pues cuando un profesional de la enseñanza o de la sanidad, se da de baja por enfermedad, no es substituido hasta pasados quince días ¿Cómo se cubre la baja? Con deficiencias en la prestación de servicios públicos, paliadas, en parte, con el esfuerzo no retribuido del resto de personal que intenta que no se resienta la atención del servicio.

¿Hablamos de los despidos de personal? ¿Hablamos de los interinos que no han sido renovados?

Mientras tanto nuestro President, con la conciencia social que le caracteriza, pleitea, con recursos públicos, por supuesto, para que sus eficaces colaboradores íntimos no vean mermados sus generosos momios o para defender su honor, que considera mancillado.

¿Cuánto cuesta la escolta que lleva para asistir a actos de partido? ¿Cuánto cuestan los viajecitos a Menorca de la Sra. Consellera d’Educació? De acuerdo que según la Audiencia, no son delito, pero ¿Es ético que los contribuyentes le paguemos sus desplazamientos a su casa? ¿No sería un gasto que se podría ahorrar? Y los casi dos viajes semanales de los miembros del Govern a Madrid ¿No se podrían ahorrar con video conferencias?

¿Qué coste social y económico tiene la congelación de obra pública? Y no hablo de obras faraónicas, simplemente de la conservación de carreteras, o de la limpieza de la ciudad, que no es sólo Jaime III.

¿Cuánto se ha derrochado en la inservible infraestructura de la recogida neumática de basura?

¿Ahorro? Si, naturalmente, pero no en servicios público necesarios a la comunidad. Sí en auto propaganda. Sí en gastos suntuarios. Sí en limpieza de Marivent.

Pero sobre todo, que dichos ahorros sean eso, ahorros, y no atracos a los trabajadores y pensionistas.

Es decir, si descontamos los abusos de poder para expoliar a los ciudadanos, el ahorro ha sido como el del chocolate del loro.
Publicado en El Periscopi el 14 07 2014


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