viernes, 11 de diciembre de 2015

Muy a mi pesar




A pesar de que no creo necesario avisar que no me gusta Rajoy, no me gusta nadie de su equipo y no me gusta el PP. Ya que creo que esto no  le vendrá de nuevas a cualquiera que haya leído alguno de los escritos que publico en este medio. Sin embargo, no me duelen prendas en reconocer su buen hacer en la programación de las Elecciones Generales.

Han medido con extraordinaria maestría los tempos. No han dejado cabos sueltos y se perfilan como claros ganadores en las mismas, “solos o en compañía de…” como se público en una mediática sentencia.

Vamos a relacionar algunos de los grandes aciertos. En primer lugar, conviene destacar la fecha elegida, prácticamente en el periodo navideño, donde la gente está  pendiente de regalos, desplazamientos, reuniones de amigos, compañeros y familiares y por tanto las cuestiones políticas quedan un tanto desvanecidas. Esto hace de paso  que la gente sea menos beligerante y menos proclive  a recordar mentiras e incumplimientos anteriores.

El machacón mensaje de “estamos saliendo de la crisis y crecemos más que nadie” que creo que nadie puede dudar que falte a la verdad pues, basta echar una mirada al número de empleados, que es inferior al que había al inicio de su mandato.   ¿Pero qué más da? ¿Acaso les ha importado en algún momento mentir?

En estas fechas, incluso en los peores momentos de la crisis se consume más de lo habitual, dándose  por tanto  una falsa perspectiva de la situación. Este aumento del consumo va unido a una contratación de trabajadores, con contratos  que son completamente  coyunturales, pero que pueden aliviar momentáneamente  la situación de algunas personas,  al tiempo que refuerzan el espejismo de  mejora económica, y que puede hace creer a los menos avisados, que esta situación, que tiene fecha de caducidad, puede ser permanente y que por tanto, al coincidir con época electoral, tendrá su repercusión en los resultados positivos  para sus intereses

Han sabido también calibrar la situación de los rivales. Sánchez, solo representa el peligro de su total desmoronamiento, poniendo muy difícil con esta caída,  una futura vuelta al bipartidismo. El  catastrófico papel jugado por su partido, como oposición a las políticas de autentico exterminio del estado de bienestar,  a su indefinición y falta de respuesta a los problemas de la nación,  le ha llevado a las peores expectativas de voto en la historia  de la democracia. Podemos, con su viaje desde posiciones anti-sistema hasta su social democracia actual, ha perdido al tiempo frescura política y tirón electoral. La indefinición del espacio político que pretende ocupar, se traduce en haberse convertido en un partido transversal a las clases, que en mi opinión, no puede sostenerse a no ser que pretenda ocupar solamente el nicho sociológico que está perdiendo el PSOE. Sus política de fichajes de personalidades, que resulta una  imposición en las listas,  no concuerdan con su mensajes iniciales en donde el mensaje era: que todo se decidiría dentro de los círculos y de forma asamblearia y que tan grato era a buena parte de sus bases. Esta cambio de criterio ha hecho alejarse a una parte significativa de sus primitivos seguidores y de algunos de sus cuadros más carismáticos. Por otra parte, el excesivo protagonismo de Iglesias y la prepotencia real o aparente que proyecta,  no es, o así lo creo, la más adecuada para captar al difuminado perfil del votante indeciso y poco formado que se rige por los mensajes visuales. Ya que para electores “guapos y atractivos” están Sánchez y Rivera.
He dejado en último lugar a Ciudadano’s, no porque no crea que no tiene posibilidades, sino porque ambos PP y C’s son la misma opción y persiguen los mismos objetivos, en realidad, veo más a esta última formación como la sección de estética y diseño juvenil  del PP. Es decir unas Nuevas Generaciones que se presentan a las elecciones y que se complementaran en caso necesario
Publicado en El Periscopi el 11-12-2015

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