Allá por los años 80 del siglo pasado,
concretamente entre 1983 y 1985, TVE y de las JONS emitió una serie televisiva
en la que unos extraterrestres invadían la tierra. Los citados alienígenas
tenían una apariencia humana, pero escondían en su interior unos lagartos con
su típica piel escamosa y dura.
Llegados a este punto, muchos se
preguntaran ¿A qué viene este recuerdo? Pues muy sencillo, la inmensa mayoría
de la clase política española se asemeja a esos invasores, con una apariencia
humana, pero con una piel dura, a prueba de cualquier circunstancia, y especialmente,
donde todo resbala. Es muy significativo que esta dureza se manifieste
especialmente en la zona de la cara. Esta afirmación, que no pretende ser un
postulado, se puede demostrar con varios ejemplos, de los que paso a enumerar
algunos.
El Presidente en funciones no muestra
ningún tipo de rubor en afirmar que, con sus medidas se produce estabilidad en
el país, y que cualquier otro gobierno traería el caos y el descontrol, cuando
es casi un mantra que la estabilidad de un país se consigue con una amplia base
de clase media, económicamente hablando, y evitando las grandes desigualdades
en emolumentos. Sin embargo, con sus medidas económicas ha masacrado a la clase
media, y llevado a millones de personas de clase media a la clase baja. También
afirma muy ufano que se está recuperando el empleo, lo que no dice es el tipo
de empleo que se crea y cuál se destruye. Se destruye empleo estable y
adecuadamente retribuido, y, en cambio, se crea empleo precario, temporal, a
tiempo parcial, y con unas condiciones económicas que no permiten a los
contratados superar el umbral de la pobreza.
No sólo es el Presidente en funciones. Uno
de sus ministros, el Sr. García Margallo, en lo que para él debió ser “un momento
tonto” dijo que: “se habían pasado cuatro pueblos en el tema de la austeridad”.
Al día siguiente, una vez pasado ese momento, intentó arreglarlo diciendo que
no se refería al gobierno español, si no a la comisión europea, mostrando su
piel reptiliana y esperando que los ciudadanos no advirtieran que el gobierno
actual en temas económicos actúa al dictado de la citada comisión europea.
Podría citar infinitos ejemplos más sobre
los miembros del Gobierno (en funciones) o sobre el partido que lo sustenta,
pero no quiero que parezca que esta variación genética sólo se da entre los
miembros de esta formación. También se da en otras formaciones. Veamos otros
ejemplos:
El Sr. Sánchez, aparentemente líder del
PSOE, manifiesta que Podemos ha abortado, con su intransigencia, la posibilidad
de un gobierno de izquierdas y cambio. Cualquiera, sin las características
epiteliales de los políticos, se sonrojaría al hacer esta afirmación ¿Un
gobierno de cambio y y progresista con C’s? Pues bien, él, impasible el ademán,
lo repite hasta la saciedad, al tiempo que descalifica a Podemos y a su líder,
obviando que gobierna en algunas CC.AA. y ayuntamientos gracias al vilipendiado
partido.
C’S y su fotogénico jefe se presenta como
paradigma de transparencia y amante del diálogo, pero no duda en dar soporte a
las ejecutivas de las dos CC.AA. con más casos de corrupción denunciados e
investigados. En cuanto a que es capaz de pactar con derechas e izquierdas, los
ciudadanos de Baleares, no podemos (sin mayúsculas y del verbo poder) olvidar a
un partido que alardeaba de la misma condición y que se tuvo que disolver con
casi todos los miembros de su Ejecutiva en prisión.
Podemos (esta vez sí para designar a la
formación política): que manifiesta que
no es de derechas ni de izquierdas, pero que no duda en negarle el pan y la sal
al PSOE por su pacto con C’s; que no sólo reparte cargos y sillones, si no que,
tras dejar en una situación desairada a IU al rechazar en las anteriores
elecciones una posición digna ante su
renuncia de presentarse en solitario, al tiempo que hacía recaer sobre
la formación en declive una sarta de descalificaciones, ahora, y tras ver su
debilidad, sí que la acoge en su seno para fagocitarla. Pero sus dirigentes
asumen, sin despeinarse, que son coherentes con la sociedad.
En fin, que tengo mis dudas sobre si la
clase política que disfrutamos es de este planeta o viene
del espacio exterior.
Publicado en El Periscopi el 20 05 2016
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