viernes, 23 de septiembre de 2016

La viga en el ojo propio y la paja…



Para que nadie se llame engaño y como primera providencia, quiero manifestar que no soy vegano, ni tan siquiera vegetariano en sus diferentes modalidades, que como carne con una cierta asiduidad, y que dicha circunstancia no es óbice para estar en contra del maltrato animal. También tengo que decir que creo firmemente en la multiculturalidad, y que, por tanto, no creo que ninguna cultura, por muy diferente que sea de la mía, sea inferior a ésta, pero tampoco superior. Simplemente, son diferentes.

Esta entrada viene a cuento de que hay muchas personas y entidades que se manifiestan públicamente contra las corridas de toros, “correbous” en sus distintas modalidades, y salvajadas varias. Me parece admirable su actitud y tienen toda mi solidaridad ya que compartimos el mismo sentimiento.

Pero, no sé si por temor a ser tildados de racistas, xenófobos o cualquier otra razón que se me escapa, no se oye ninguna voz en contra de la ceremonia sangrienta de la Fiesta del Cordero. No es que haya tomado carta de naturaleza en España, pero con la emigración masiva de población musulmana, esta llamada fiesta está tomando un gran auge en nuestras ciudades. Entiéndase que no estoy en contra de que celebren ese día comiendo cordero o cualquier otra vianda, lo que me parece intolerable es la forma de hacer fluir la sangre, el que se realice sin evitar sufrimientos injustificados a los animales, de los ríos de sangre que se muestran en ciertas fotografías, de la falta de  necesarios de higiene.

Creo que ninguna tradición justifica el maltrato a un ser vivo. Creo que no debe ser motivo de celebración el sacrificio cruento de  ningún animal. Creo que ninguna creencia debería obligar a causar sufrimiento a un ser vivo. Creo que la muerte no debe ser un espectáculo público para deleite de sádicos.

Bajo estas premisas ¿Qué más da si que el sacrificado sea un toro, un cordero, o un cerdo? ¿Tiene alguna importancia que se llame a ese espectáculo corrida de toros, fiesta del cordero, o “matances”?

A veces, da la impresión que estamos en contra de las corridas porque se ha puesto de moda, aplaudimos o al menos no denostamos “ses matance per lo nostro”, y que ignoramos la fiesta del cordero porque nos es ajena, o por no despertar a la bestia yidahista a la que tememos.

Publicado en El Periscopi el 23092016

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