Al
final creo que he visto la luz. No, no me refiero a que haya visto y mucho
menos entendido como nos facturan la luz que alambra nuestros hogares las compañías eléctricas, y todavía mucho
menos que haya comprendido alguno de los
conceptos que amparan; ya que para ser capaz de entenderlos, no bastaría la inspiración, necesitaría un nuevo Pentecostés.
He
visto la luz, sobre la vida política española, sobre la forma de gobernarnos,
sobre la relación de nosotros, el pueblo, con nuestros gobernantes. Y tengo que
reconocer que una vez lo he comprendido, he visto que la solución era muy
sencilla; bastaba con enfocar la situación desde otro punto de vista, desde
otro ángulo. Partía, al igual que muchos,
desde una punta errónea, pretendía que nuestros problemas fuesen resueltos por nuestros dirigentes, en vez de
dedicarnos a resolver nosotros sus problemas. ¿No los hemos elegido? Pues
tenemos que cuidar de nuestra elección y tratar de satisfacer sus necesidades.
¿Cuándo alguien se compra un coche deportivo, sería lógico que lo llevase por
trochas y barrizales? ¿Entonces cual es la razón para no usar el mismo criterio
con respecto al Gobierno?
Vamos a
ver por tanto datos que demuestra nuestra absurda forma de comportarnos, y para
ello me ampararé en el Barómetro del C.I.S. del mes de mayo.
El gobierno que maneja datos fidedignos, mantiene que se ha superado la crisis económica y que se
crea empleo a ritmo acelerado, gracias a su labor y a “la manita” que ha echado
una Virgen, bueno también toda la corte celestial, pero por modestia no lo
pregonan . Sin embargo, los ciudadanos, en su afán de mostrar su ignorancia y desacuerdo en un 71,4
% mantienen que el paro es su principal
preocupación. Pueblos de poca fe ¿Cómo podéis estar preocupados si ya hemos
salido de la crisis y somos la envidia del mundo debido a nuestro extraordinario crecimiento?
Pero no es solo eso, es que además unos índices significativos de ciudadanos,
muestran su preocupación por: “Los problemas de ídolo económico” y con los “Problemas relacionados con la calidad de
empleo.
El Gobierno y el partido que lo sustenta, han dicho que
ellos son los primeros en luchar contra la corrupción, que están limpios de
cualquier mancha, que han habido “algunos casos aislados” pero que “ hace mucho
tiempo” y que además, “esas personas que Vd. menciona” ya no están en su
partido Sin embargo, en su demostrada malquerencia,
de la gente a los que encuestó el citado organismo sociológico, la segunda
preocupación en el ranking con un 54,3%
de ellos figura “La corrupción y el fraude” e incluso resulta que por esta causa, el
índice de intención del voto hacia el PP, ha bajado en un 3% ¿Se puede tener
menos respeto a las aseveraciones de un Gobierno.
Pero no solo están estas
preocupaciones infundadas que se muestran. Es que además, existe una
despreocupación absoluta por parte de los administrados ante los problemas
verdaderamente graves y profundos que inquietan y atenazan a nuestro nunca bien
ponderado Ejecutivo. Venezuela, esa cuestión tan trascendente y que siempre
está en la mente de nuestros dirigentes, ni tan siquiera aparece en la lista de
cuestiones que preocupan a los españolitos de a píe, por no hablar de los mínimos porcentajes de inquietud por otros
temas tan importantes para el bienestar
de todos como son: la inmigración o el
Catexit, que preocupan tan solo al 1% y
al 3% respectivamente. Se puede concebir mayor irresponsabilidad por parte de
una mayoría de los españoles.
Ante tamaña irresponsabilidad por parte de los ciudadanos, no
puedo menos que parafrasear la cita de J.F.K. y diría: No pienses en lo
que el Gobierno puede hacer por ti, piensa en lo que tu puedes hacer tu por el
Gobierno
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