Hoy en día, es muy
fácil usar ropa confeccionada en serie
para vestirse, especialmente si no eres terriblemente exigente. Es cierto que,
a lo mejor, te tira un poco de la sisa, tienes que hacer un pequeño esfuerzo
para abrocharte el pantalón, o las
mangas te vienen un poco cortas. Son pequeños detalles que todos, en general, estamos
dispuestos a aceptar en pro de nuestra economía, o por la inmediatez de la
necesidad que tenemos en usar la prenda en cuestión.
Pero no podemos
olvidar que existen los excelsos, los amantes del detalle, aquellos a los que no
les importa hacer un esfuerzo en aras de la exactitud, que quieren que todo
esté perfecto. Sacrificándose, si es necesario, en otros aspectos. Para este
grupo de gente, está pensada la confección a medida.
¿Qué duda cabe que
a este colectivo pertenece la exquisita izquierda española? No digo que sea en
las prendas de vestir, en lo que generalmente no son muy cuidadosos, si no en
las siglas del partido que les representa.
Mientras que la
derecha durante muchos años no ha tenido ningún reparo en aglutinarse en torno
a un partido de amplio espectro, que, de algún modo, representaba sus
aspiraciones ideológicas, y, sobre todo, sus expectativas económicas, y continuaron
unidos. Y aún en día, a pesar de la aparente ruptura del bloque en tres grandes
fracciones, no han dejado pasar la ocasión de unirse para alcanzar el poder en
Andalucía. No han importado las frases solemnes, autoproclamando la prevalencia
de sus, digamos, ideologías. Al final se han unido, y todas en buena armonía
real se reparten lo obtenido.
Por su parte, la
Izquierda, o, mejor dicho, los izquierdistas quieren mantener por encima de
todo su ideología. No buscan, a pesar de lo que proclaman, el diálogo, o encontrar
un mínimo común entendimiento. Quieren todos lo que consideran lo óptimo,
olvidando que, muchas veces, lo mejor es enemigo de lo bueno. Es el “todo o
nada”. De ahí sus tensiones, sus enfrentamientos, la defensa de su corralito,
llegando a exasperar a los teóricos votantes.
Pongamos el ejemplo
de les Illes Balears, y, sin remontarnos a los tiempos del PCE, del PCPE, MCI,
Sa Revolta, PSOC, PSM y PSOE, y, posiblemente, alguno más que ahora no recuerdo
(todos los de ámbito nacional, con su marca insular), nos encontramos en la
actualidad con el PSOE, IU, y Mes por Mallorca,
Esta última
formación integrada por el PSM, Entesa de Mallorca (una escisión del PSM, que
se ha integrado en la coalición que lidera el PSM), Esquerra de Mallorca, marca
blanca de ERC en las islas, y que, al parecer, va un poco por libre dentro de
la coalición, Izquierdaverde, una escisión de IU y que ahora, según malas
lenguas, no está demasiado satisfecha con la nueva ejecutiva de Mes, en la que
ha quedado con muy poca representación en la dirección. Pero las tensiones no
solo vienen en ese sentido, ya que casi al 50% quedaron las votaciones sobre
con quién aliarse para las próximas elecciones al Parlamento Europeo, si con Compromís (que fue la opción ganadora), o con
ERC, con el consiguiente disgusto de los perdedores.
Actúa, aparece por
medio, y es otra de las innumerables escisiones de IU. Escisión producida por
el rechazo a la aproximación a Podemos.
Moviment 4 Illes,
fundada por una expulsada de Podemos tras un asunto poco claro de favorecer a
una empresa, llegó a los tribunales para intentar frenar su expulsión. Al final
ha decidido crear su propio chiringuito y presentarse a las elecciones al
Consell.
Izquierda Unida,
tras valorar si presentarse sola o en compañía de terceros, al final han optado
por no fletar un taxi para ir a votar todos los militantes juntos, y
presentarse con Podemos.
Podemos ha perdido
fuelle, y, si no resuelve de una forma
inteligente la cuestión surgida en Madrid, puede perder mucho más aún. No
cuenta en las islas con ninguna persona conocida a nivel popular, ni mucho
menos con alguien con carisma.
El P(SO)E, al que
por inercia continuo alineando con la izquierda, es el único que puede plantar cara a la derecha, al menos
si no en su programa económico, sí en el social.
A estos partidos y
partiditos, que más o menos son a nivel de la Comunidad, hay que sumar: Gent
per Formentera, Més per Menorca, y las agrupaciones de electores que se
presentarán con un programa más o menos progresista por los diferentes pueblos
de las islas.
Si los de la izquierda fueran peluqueros en lugar de políticos, irían todos trasquilado, porque jamás aceptarían que otro les tocará la cabeza.
ResponderEliminarY así vamos.