viernes, 24 de mayo de 2019

Venid y…





Recuerdo que, en los remotos tiempos en los que yo era pequeño, este mes de mayo se le llamaba ”el mes de las flores”, y en los colegios (casi todos eran privados y regidos por religiosos) se dedicaba a la Virgen María.

Los niños y las niñas, por separado, íbamos todas las tardes de este mes a unos oficios religiosos, que no recuerdo en qué consistían, pero sí recuerdo que en ellos se cantaban canciones de carácter religioso, y dedicadas a María. Lógicamente, la infancia de entonces estaba muy motivada, y estos actos no eran de adoctrinamiento, como los que hacen ahora los pérfidos componentes de la izquierda. Estoy convencido de que el Espíritu Santo nos iluminaba,  para así, con un gran fervor espiritual, dedicar las tardes de mayo a actividades pías, en vez de estar estudiando, o dejándonos adoctrinar con doctrinas tan nefastas como la igualdad, y contrarias a la ortodoxia nacional-católica.

Recuerdo el inicio de una de las canciones que empezaba más o menos: “Venid y vamos todos…”. El mensaje de Vox, y de algún partido más, me ha evocado aquellos tiempos, con el crucifijo por delante, su segregación por sexos en los colegios, su rechazo a las leyes sobre género, y, sobre todo, por su actitud chulesca  en las formas.

Pretenden que volvamos al ideal preconizado por el franquismo de “mitad monje, mitad soldado”, al menos en la estética y la dialéctica, presentándose como un grupo de esforzados guerreros que, cabalgando sobre caballos, vayan a reconquistar a España ¿Reconquistar de qué?, ¿De la democracia formal que hemos alcanzado?, ¿De los avances legislativos tendentes a alcanzar la igualdad real entre todos los seres humanos, prescindiendo de género y condición sexual?, ¿De la riqueza cultural que significan las diferentes lenguas?

Se presentan como garantes contra la corrupción ¿No es acaso una forma de corrupción haber cobrado un sueldo público muy elevado, y no haber presentado ni un triste papel referente al trabajo realizado durante todo el periodo?, ¿Es una muestra de honradez que, cuando se destapa que se cobra por no hacer nada, y se ven peligrar  las retribuciones cobradas desde los 19 años , se cambie uno de partido, e intente ser el adalid de esa misma honradez? Claro está que sin devolver cantidad alguna por el tiempo que se ha estado cobrando sin justificar la labor, ya que no puede, que supuestamente debió haber realizado.

Se sienten insultados cuando sus oponentes, por intereses electoralistas, les tachan de extrema derecha. Si son xenófobos, homófobos, se muestran excluyentes de cualquier pensamiento ajeno a los suyos, son ultra nacionalistas, sus relaciones internacionales partidistas son con partidos de la extrema derecha, ¿De qué otra forma se les puede tildar?

El estilo mostrado en el Congreso de los diputados durante la sesión de inicio de la legislatura no fue bronco, fue matonesco, incivilizado, buscando el enfrentamiento, sin guardar ningún tipo de compostura, como se demostró en el caso de ocupar unos escaños que no les corresponden, ya que en todas las legislaturas se ha guardado un orden en el tema de los asientos ¿Qué pretendían? ¿Qué los ujieres les desalojaran por la fuerza, para mostrarse como victimas y poder justificar a posteriori episodios violentos?

Como en la canción que he mencionado al principio del escrito: Venid y vamos todos, pero no con flores, si ni con votos a las urnas, con votos hacia partidos democráticos que no nos intenten hacer volver  a la Edad Media.

2 comentarios:

  1. Tenemos que ir todos. Es necesario actuar porque si no la "representación" la harán sin nosotros.

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  2. La abstención, puede resultar el gran problema de la Izquierda.
    De la pereza, de la desidia, del "purismo" puede surgir la gran decepción posterior.
    El PP llora ahora por la fragmentación del voto de derechas ¿Pero es que acaso no nos afectado siempre a la izquierda?
    Ahora como decía la canción (bueno un tanto actualizada: "Venid y vamos todos con votos a la urna que nuestro futuro es"

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