Muchas veces, en
realidad casi siempre, me pregunto si en el PP se vive en otra galaxia, o es,
implemente, que ocupan una dimensión a la que buena parte del resto de los
mortales no podemos acceder, al igual que ellos no pueden acceder a la nuestra.
Podríamos decir que son dos dimensiones paralelas, que podemos vernos, pero no
hay posibilidad de comunicación.
No voy a hablar de
las “mangarrufas”, ya que en esa senda discurren también otros colectivos,
aunque con menor asiduidad y profusión, ya que, si la Justicia no está
contaminada en exceso, determinará responsabilidades en estos casos.
Esta vez, quiero
referirme a sí conocen los principios más elementales que constituyen los
fundamentos de la democracia en este planeta, y en el tiempo actual.
En principio, creo
que es fundamental conocer que la soberanía pertenece al pueblo soberano, y que
cualquier poder dimana de él. Por tanto, la llamada “Voluntad divina”, o la
“Gracia de Dios” deben quedar circunscritas al ámbito privado, y no al político.
De ahí que los
elegidos por el pueblo son los que tienen que gobernar, y los no favorecidos
con las elecciones deben saber hacer oposición, pero sin boicotear la acción
del gobierno. Si así lo hacen, no se están oponiendo al Gobierno. Se están
oponiendo a las decisiones del pueblo. Lo cual es una prueba evidente de que no
creen ni respetan la democracia representativa.
Todas las formaciones
electas tienen detrás a una parte del pueblo, en mayor o menor medida. Por
tanto, aunque no gusten y no se conecte con su ideología, e, incluso, aunque
esta sea totalmente contraria, se ha de respetar siempre que cumplan las reglas
democráticas, es decir, que hay que respetarlos porque reflejan la voluntad de
una parte del pueblo; lo cual no es óbice para combatir sus ideas, pero siempre
con respeto a las normas democráticas.
La cuestión se basa
fundamentalmente en: si se cree en la democracia verdaderamente, o sólo y
exclusivamente cuando esta coincide con los propios intereses.
Una vez enunciadas
las reglas básicas del juego democrático, vamos a ver algunos ejemplos de
actuaciones del PP, que se define como un partido democrático, y que yo no dudo
que no lo sea, pero la cuestión es en que dimensión puede serlo.
Se opone
frontalmente a los PGE, pretendiendo que continúen prorrogados los que formularon
ellos, con una ideología y unos fines determinados, a pesar de que esa
ideología y esos fines han sido derrotados en las urnas.
Pretende que sigan
en vigor unos PGE formulados en una situación económicas completamente
distinta, y que, al no existir entonces, no podía contemplar la pandemia y sus
circunstancias socio económicas
Aquí se pueden
formular varias preguntas:
¿Es esta una
posición respetuosa con las nuevas mayorías elegidas por el pueblo?
¿Es una situación
posición coherente con la situación en la que nos encontramos en la actualidad
causada por el Covid19?
¿Son los PGE que
pretenden prorrogar una herramienta útil para combatir una situación socio-económica,
no solamente de nuestro país, sino global, ante la cual las autoridades
económicas mundiales han variado su postura, dejando de preconizar los recortes
que inspiraron esos PGE?
Estas preguntas
tienen la misma respuesta: “En su Galaxia es posible, pero en esta
indiscutiblemente no”.
Si vivieran en
nuestro planeta, y pretendieran ser verdaderamente democráticos, aceptarían que
no gobiernan, que no pueden imponer sus tesis mediante bloqueos que en modo
alguno benefician al país, y tratarían de ser constructivos, intentando
consensuar algunas proposiciones que mejoraran la propuesta del PGE, en vez de
plantear una serie de más de mil enmiendas, imposibles de sacar adelante, y
presentadas con el único afán de bloquear al máximo la cuentas del Estado.
De sus “amistades”
democráticas y de su posición en el tema de la renovación del Consejo General
del Poder Judicial hablaré más adelante
Son unos miserables. Llámame reduccionista, si quieres.
ResponderEliminarNo es que seas reduccionista. Eres un prodigio de capacidad de síntesis
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