viernes, 5 de febrero de 2021

Comprensible, pero…


 

 

La pandemia no sólo representa enfermedad y muertes, está mostrando muy gráficamente el gran escalón que separa el primer mundo del resto de países. E, incluso, dentro del primer mundo está golpeando a todo el entramado económico, y de forma inmisericorde a las industrias más sensibles a las amenazas a la estabilidad.

 Veamos el caso de la hostelería, uno de los sectores más castigados por las consecuencias del  Covid19, que, en Baleares y otras zonas de las costas, es el principal, y casi único motor de la economía, bien por el empleo directo que genera, como por el empleo indirecto.

 Primero de todo vayamos al caso de las restricciones, e incluso, cierre de los establecimientos, como sucede en la actualidad en varias Comunidades. Me centraré en el caso de Baleares, al ser el caso que mejor conozco, aunque la problemática estoy seguro que será muy similar en Canarias, y en toda la zona del Mediterráneo.

 Propiciado por la irresponsabilidad política de la dirección estatal del PP, se ha generado una situación de intranquilidad y desesperación entre los propietarios y trabajadores de la hostelería que es completamente comprensible, y de la cual se aprovechan unos desaprensivos que, con falsas esperanzas, están llevando a unos cuantos a sus perversas posiciones. Como ocurre muchas veces, unos propician la situación (el PP), y otros aprovechan la situación (VOX).

No se puede caer en la postura demagógica y absurda de: “Sánchez y “el Coletas” nos quieren arruinar, y los bares y restaurantes tienen que permanecer abiertos como en Madrid, y si continúan cerrados no comemos en casa por falta de ingresos”. En este caso, además de falsedades, se incurre en el error de amalgamar toda la casuística, en vez de separar los diferentes conceptos para  analizar y atajar uno por uno los diferentes problemas.

A)    El Gobierno ha dado los cauces legales para que las Autonomías puedan impulsar las medidas que consideren más convenientes para combatir la pandemia con los medios que consideren más adecuados en función a la situación sanitaria de sus territorios, y de acuerdo con la petición unánime que se le hizo antes de la finalización del primer  confinamiento para poder así actuar en un marco de cogobernanza. Una de las comunidades que más se mostro a favor de esa posición fue la de Madrid. A pesar de su centralismo, el PP abogó por esa postura.

B)    Los datos revelan que las CC.AA. que más medidas de limitación de reunión, de movilidad, de restricciones comerciales, y con  horario más amplio en el toque de queda son las que antes están llegando a la zona meseta de los contagios, e incluso a la inflexión de la curva. Prueba evidente de que las medidas adoptadas funcionan.

C)     Posiblemente a los Srs. Sánchez y, especialmente, Iglesias, les gustaría tener la influencia suficiente para que, prácticamente, toda la Europa occidental, y muchos países fuera de ese entorno, siguieran sus directrices en cuestiones sanitarias (y en muchas otras cuestiones). Pero cualquiera capaz de razonar medianamente sabe que no es así, y que si se han adoptado esas medidas tan drásticas por lo restrictivas y lesivas para la Economía ha sido siguiendo la opinión y los conocimientos de virólogos y epidemiólogos.

D)     d) Si la Comunidad de Madrid ha decidido mantener el mínimo de restricciones,  e incluso suavizar alguna de las medidas que adoptó, a pesar de que las cifras no son nada favorables para esa relajación, ellos sabrán sus razones, pero, visto desde fuera, parece que es por razones electoralistas, ya que Comunidades de su mismo color político no siguen la tendencia que procura marcar. Las cifras no avalan su posición.

E)    No se pueden utilizar por parte de la Administración  las mismas medidas para ayudar a todo tipo de industria hostelera. Se debe hacer una distinción muy clara entre las grandes empresas y las pequeñas y medianas.

F)    Las grandes empresas, que no dudan en pro de sus propios beneficios en construir o adquirir complejos turísticos en países rivales en atraer turismo, tributan (cuando lo hacen) con unas bases de cotización muy inferiores a los de las personas físicas. Las ayudas no deberían ser para este tipo de empresas inexistentes, ya que ellas mismas se buscan las ayudas que necesitan.

GLas pequeñas industrias y autónomos sí que necesitan ayudas para subsistir, debiendo agilizar las ayudas que les corresponden sobre el papel. Por ahí es por donde tiene que ir su lucha, y no proponer, para salvarse ellos, poner en peligro la vida del resto de la población.

Son tiempos difíciles en los que no hay modelos de las pautas a seguir, y todos, desde los simples ciudadanos a las más altas instancias, dudamos, erramos, y cometemos errores. Lo que debemos evitar todos es caer en los falsos atajos que nos presenta la extrema derecha, que, como siempre ha hecho y hará, aprovecha las dificultades para imponerse y crear la situación contraria a la libertad por la cual  ahora claman.

A última hora, La Resistencia, marca blanca para este tema de VOX, dice que “da un paso al lado” por la cuantía de las multas que se les han impuesto por no haber querido aceptar las normas legales existentes para convocar y realizar manifestaciones, especialmente en estos tiempos de pandemia. Ahora pretenden ir de víctimas, cuando la realidad es que han puesto en peligro la salud pública con sus insensatas actuaciones.


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