viernes, 8 de octubre de 2021

Pandora



Hasta hace unos pocos días, concretamente hasta el domingo 3 de octubre del corriente año 2021, al escuchar el vocablo “pandora” se lo relacionaba con uno de estos dos objetos:

a)    Una pulsera, a la que se le podían añadir colgantes con diferentes formas que se acostumbraban a regalar a la poseedora de la citada pulsera. En los últimos años se hizo bastante popular.

b)    Una caja que se entregó a Pandora, esposa de Zeus, cuando se la envió a morar entre los mortales. La caja, que, en realidad, según la mitología era una jarra, contenía todos los males, que, al romper el sello que los mantenía encerrados, se expandieron por todo el mundo.

Por supuesto, el conocimiento de la existencia de uno de los dos objetos a los que se les aplica  este nombre no implica que se desconozca el otro.

¿Qué ha pasado para que hable en pasado de dos objetos relacionados con Pandora? Que han aparecido como un tsunami informativo “los papeles de Pandora” que, por su repercusión e importancia, hacen que, al menos por ahora, ocupen un lugar de privilegio junto los otros dos objetos mencionados anteriormente.

¿Qué son los Papeles de Pandora? Una extensa relación de los secretos financieros y los negocios en paraísos fiscales de docenas de personajes relevantes, entre los cuales se incluyen: jefes de Estado, funcionarios públicos, políticos de 91 países y territorios, así como conocidos financieros, deportistas y destacados miembros de la cultura y el espectáculo, desvelando cómo las inusuales finanzas con ventajas fiscales y la riqueza secreta se han incardinado en la política mundial.

Los papeles de Pandora también revelan cómo algunas de las personas mencionadas son importantes líderes políticos de países en desarrollo o empobrecidos.

¿Son rigurosos los Papeles de Pandora? Vienen avalados por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación, y fueron redactados tras dos años de una investigación en la que intervinieron más de seiscientos periodistas de ciento cincuenta medios de comunicación que analizaron casi doce millones de archivos confidenciales.

Los resultados de esta macro filtración están siendo dados a conocer, entre otros, por: The Washington Post en Estados Unidos, la BBC y The Guardian en el Reino Unido, y La SER y La Sexta en España.

Dado el origen del informe, y la gravedad de los hechos narrados, el Gobierno español ha anunciado que abrirá una rigurosa investigación.

Como comentario, más bien a título anecdótico, resulta curioso que el campechano comedor de jamón, residente en Abu Dabi, al que se le encuentran cuentas cada semana en todos los paraísos fiscales, solo aparezca de modo tangencial en un proyecto de nombrarle heredero de una parte de la fortuna opaca su amiga especial.

Particularmente, me llama la atención que cause más rechazo un independentista catalán como Pep Guardiola, que tuvo medio millón de euros en Andorra,  que regularizó con la amnistía fiscal del Gobierno Rajoy, que los múltiples negocios inmobiliarios del fervoroso patriota español que no ha regularizado cantidad alguna.

¿Será que envolverse con la bandera española produce un efecto de invisibilidad de la corrupción similar al producido por la capa del libro de Harry Potter?

La reseña de estos dos casi chascarrillos no puede ocultar la indignación que produce que mientras los trabajadores y las personas decentes están tratando de llevar a la humanidad adelante, una sarta de desaprensivos que ocupan ciertas posiciones únicamente por diversos motivos de privilegio velen exclusivamente por su bienestar personal.


 

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