Hasta hace unos
pocos días, concretamente hasta el domingo 3 de octubre del corriente año 2021,
al escuchar el vocablo “pandora” se lo relacionaba con uno de estos dos
objetos:
a)
Una
pulsera, a la que se le podían añadir colgantes con diferentes formas que se
acostumbraban a regalar a la poseedora de la citada pulsera. En los últimos
años se hizo bastante popular.
b)
Una
caja que se entregó a Pandora, esposa de Zeus, cuando se la envió a morar entre
los mortales. La caja, que, en realidad, según la mitología era una jarra,
contenía todos los males, que, al romper el sello que los mantenía encerrados,
se expandieron por todo el mundo.
Por supuesto, el conocimiento de la existencia de uno
de los dos objetos a los que se les aplica
este nombre no implica que se desconozca el otro.
¿Qué ha pasado para que hable en pasado de dos
objetos relacionados con Pandora? Que han aparecido como un tsunami informativo
“los papeles de Pandora” que, por su repercusión e importancia, hacen que, al
menos por ahora, ocupen un lugar de privilegio junto los otros dos objetos
mencionados anteriormente.
¿Qué son los Papeles de Pandora? Una extensa relación de los secretos financieros y los negocios en paraísos
fiscales de docenas de personajes relevantes, entre los cuales se incluyen:
jefes de Estado, funcionarios públicos, políticos de 91 países y territorios, así
como conocidos financieros, deportistas y destacados miembros de la cultura y
el espectáculo, desvelando cómo las inusuales finanzas con ventajas fiscales y
la riqueza secreta se han incardinado en la política mundial.
Los papeles de Pandora también revelan cómo algunas de las personas
mencionadas son importantes líderes políticos de países en desarrollo o empobrecidos.
¿Son rigurosos los
Papeles de Pandora? Vienen avalados por el Consorcio Internacional
de Periodistas de Investigación, y fueron redactados tras dos años de una investigación
en la que intervinieron más de seiscientos periodistas de ciento cincuenta
medios de comunicación que analizaron casi doce millones de archivos
confidenciales.
Los resultados de esta macro filtración están siendo dados a conocer,
entre otros, por: The Washington Post en Estados Unidos, la BBC y The Guardian
en el Reino Unido, y La SER y La Sexta en España.
Dado el origen del informe, y la gravedad de los hechos narrados, el
Gobierno español ha anunciado que abrirá una rigurosa investigación.
Como comentario, más bien a título anecdótico, resulta curioso que el
campechano comedor de jamón, residente en Abu Dabi, al que se le encuentran cuentas
cada semana en todos los paraísos fiscales, solo aparezca de modo tangencial en
un proyecto de nombrarle heredero de una parte de la fortuna opaca su amiga
especial.
Particularmente, me llama la atención que cause más rechazo un
independentista catalán como Pep Guardiola, que tuvo medio millón de euros en
Andorra, que regularizó con la amnistía fiscal
del Gobierno Rajoy, que los múltiples negocios inmobiliarios del fervoroso
patriota español que no ha regularizado cantidad alguna.
¿Será que envolverse con la bandera española produce un efecto de
invisibilidad de la corrupción similar al producido por la capa del libro de
Harry Potter?
La reseña de estos dos casi chascarrillos no puede ocultar la
indignación que produce que mientras los trabajadores y las personas decentes
están tratando de llevar a la humanidad adelante, una sarta de desaprensivos
que ocupan ciertas posiciones únicamente por diversos motivos de privilegio
velen exclusivamente por su bienestar personal.
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