lunes, 29 de julio de 2024
LA nasificación (1/2)
domingo, 21 de julio de 2024
¿Me permiten?
lunes, 15 de julio de 2024
Esa Libertad
domingo, 30 de junio de 2024
Tienen razón
martes, 11 de julio de 2023
¿No hay nadie?
La Sra.
Guardiola, en su calidad de candidata a la Presidencia de la Comunidad Autónoma
de Extremadura al ser la cabeza de la lista más votada en dicho ámbito
geográfico, expuso las razones por las cuales una persona con valores éticos y
democráticos, e, incluso morales, no podía en modo alguno compartir opciones de
gobierno con un partido que negaba la existencia de la violencia de género y
menospreciaba a los emigrantes.
La Sra.
Guardiola midió mal el alcance de sus declaraciones, y, para respetar el
beneficio de la duda, pecó de ingenua.
No supo
calibrar las ansias de poder de los dirigentes de su partido, capaces de
sacrificar cualquier atisbo de honestidad democrática (y de sentido común) con
tal de estar al frente de las instituciones y sin importarles lo más mínimo si
están defendiendo sus postulados políticos de los que tradicionalmente han
enarbolado o los contrarios.
En esta
tesitura, la Sra. Guardiola ante las presiones recibidas de su propio partido,
que, no olvidemos, fue quien la puso en ese lugar, accedió a las exigencias.
Una persona
digna, al verse desautorizada, especialmente si es en sus valores más
profundos, se retira. Si alguien defiende unos valores en tanto no le
perjudiquen, creo que no es necesaria definición alguna, se define por si sola.
En el primer caso digna compañera de D. Pedro Crespo, en el otro de D. Groucho
Marx al hablar de principios.
A pesar de
su repercusión mediática, este es un simple caso de alguien al que se le
calienta la boca, y dice lo que no quiere decir, y, sobre todo, no tiene la
gallardía de mantener.
Lo verdaderamente
preocupante es la deriva política que está desarrollando el PP, y en las
contradicciones programáticas causadas por las líneas impuestas, de manera
coercitiva, por la extrema derecha.
No voy a
dirigirme a todos aquellos dirigentes y mascarones de popa, que, si alguna vez
tuvieron principios e ideología, la pisotean por una parcela de poder.
¿Dónde están
esos que se auto proclaman garantes de la Constitución y no dudan en aliarse
con los que niegan su esencia autonómica?
¿Dónde se
esconden aquellos y aquellas que se decían feministas y que ahora no se rebelan
contra sus compañeros de viaje que niegan la violencia de género?
¿Adalides de
la libertad? ¿Qué libertad? ¿La de tomar cervezas en una terraza en plena
pandemia? O ¿la de restaurar una ominosa censura de corte franquista a la
creación cultural?
A los títeres
colocados en puestos políticos ejerciendo de negacionistas subvencionados por
la industria petrolífera que se empeñan en negar el cambio climático, cuando se
ve el retroceso de forma acelerada de los glaciares en todo el planeta. Sí,
esos que, a modo de burla a la inteligencia humana, proponen como solución una
maceta en la ventana.
A esos
mercenarios de la moqueta y el poder no les voy a pedir nada ya que han prostituido
el noble oficio de la POLÍTICA por el chalaneo de unas parcelas de poder. Con
ellos, es perder el tiempo. Les ciega la ambición.
Me dirijo
para hacerles unas preguntas a los afiliados de base, a los que no aspiran a
ninguna prebenda, a los que están de acuerdo con los postulados políticos de
los estatutos del partido. Las preguntas las hago extensivas a los
simpatizantes y votantes del PP que son demócratas por convicción:
A) ¿Aceptan de buen grado, como hacen
los dirigentes, el chantaje programático que está realizando Vox?
B) ¿Consideran que se pueden ignorar los
derechos humanos del colectivo LGTB con tal de llegar al poder?
C) Siempre, pero especialmente en esta
semana en que han sido asesinadas cuatro mujeres por el hecho de ser mujeres
¿Se puede cuestionar que la violencia de género existe?
D) ¿Se puede creer a los que hablan de
libertad y censuran la cultura?
E) ¿No se sienten traicionados en sus
ideales por la deriva que ha tomado su partido?
F) Por último y a modo de resumen ¿Se
puede ser demócrata y votar a este PP?
lunes, 3 de julio de 2023
Hábleme en cristiano
El PP y también Vox son dos
partidos profundamente constitucionalistas ¿Qué duda cabe si aprovechan la más
mínima ocasión para así proclamarse?
Debemos deducir que las
pequeñas discrepancias que, aparentemente, muestran en relación a los
Sacrosantos textos constitucionales son debidas a perdonables errores propios
de su vehemente respeto. Tampoco se puede descartar que se haya infiltrado
algún socio comunista filo etarra, bolivariano, y “perroflauta”.
De todos, o casi todos, es
sabido que la Constitución y los Estatutos de Autonomía forman un todo
indisoluble que constituye el marco legislativo en el que se desarrolla nuestra
democracia.
Me voy a remitir en este
escrito a los imperceptibles roces con el tema de las lenguas cooficiales, y,
más concretamente, con él de la Comunidad en la que habito.
El nombre oficial del espacio
político, que abarca a los archipiélagos Balear y Pitiuso es: Comunitat
Autònoma de les Illes Balears. Nombre con él que se le denomina en l’Estatut
d’Autonomia por el que nos regimos. Estoy convencido de que todos nuestros
representantes electos conocen que los estatutos de autonomía forman parte
indisoluble de esa Constitución que tanto aman y respetan, y que el
denominarlas Islas Baleares sea un simple error sin connotaciones ideológicas
como algunos malpensados van propalando.
Una serie de alborotadores,
posiblemente rojos infiltrados para desprestigiar a Vox, presentándolo como una
formación ultraderechista, y con atisbos anti democráticos, están intentando
hacer creer a la gente que quitarán al idioma catalán toda presencia
institucional, e, incluso, en el ámbito privado. Cuestiones imposibles de
imaginar ya que Vox es, según reiteran, un partido defensor y fiel cumplidor de
la Constitución, y en ella el catalán figura como idioma cooficial de esta
Comunidad Autónoma. Resulta increíble que Vox estuviese mintiendo en su defensa
del marco legal. E, incluso en ese impensable caso, el PP saldría en tromba a
defender la legalidad.
Obviamente sin referirme a los
dos partidos protagonistas de este escrito, quiero hacer unas consideraciones
en torno a la cuestión del idioma cooficial:
a) Cuando los expertos hablan,
en este caso los filólogos, los legos escuchamos y aprendemos. No hay ningún
filólogo que no acepte y defienda la identidad de la lengua propia de este
ámbito cultural
b) Si los que consideran que
exigir unos conocimientos mínimos de la lengua propia de la Comunidad es
inaceptable, les recomiendo que se enteren de lo que sucede en Bélgica o en
Suiza, que son países polilingües de Europa, y no nidos de bolcheviques
soviéticos
c) Una lengua, cualquier
lengua, es cultura, sin importar el nombre de la misma o su ámbito de
extensión. Su fin es manifestar y expresar ideas, conocimientos y sentimientos.
Todos conocemos las difíciles relaciones entre la cultura y el fascismo. Cuando
triunfa este, aparece la represión cultural y, especialmente, la de los
intelectuales.
Se podrían añadir más
consideraciones, pero con las tres expuestas creo que queda suficientemente
definido el tema.
P.S. Cuando haya, si la hay, alguna noticia sobre
política social o económica de PP o Vox ya hablaremos del tema.