sábado, 28 de diciembre de 2013

Moral de sacristía





Definitivamente, vamos retrocediendo en el tiempo. Volvemos a los tiempos más rancios del Nacional Catolicismo, con una clase dirigente heredera de sus valores (no en balde son sus descendientes biológicos y, por supuesto, ideológicos), que no olvidemos que con su intransigencia fueron los iniciadores y vencedores de la guerra incivil que padecimos. Por su parte, la Iglesia Católica, quiere mantener sus privilegios y la preponderancia que históricamente siempre ha mantenido, aún a costa de pisotear lo que nos queda de dignidad.

El cinismo y la desvergüenza del partido que nos gobierna es tal que, cuando ha dejado sin contenidos y sin dotación económica la Ley de Dependencia, obligará a las más desfavorecidas a tener que concebir a fetos inviables o con tan graves disfunciones que arruinarán física y psíquicamente a sus madres. Hablo de las más desfavorecidas económicamente, ya que, las que tengan poder adquisitivo, volverán a abortar en países extranjeros como ya hicieron sus mayores.

En el PP son completamente incapaces de entender la diferencia entre derecho y obligación. La ley actual no obligaba a ninguna mujer a abortar, fuese cual fuese su circunstancia, y daba el derecho a la mujer a decidir sobre su maternidad. La extrema derecha impone, siguiendo sus pautas de actuación, su pseudo moral trasnochada y represora.
La Iglesia no puede aceptar un estado aconfesional y presiona, amparándose en la superstición e ignorancia de unos, y en el apoyo interesado de otros, logrando inmiscuirse en los asuntos civiles, e ignorando a aquello atribuido a su inspirador: “Darle al Cesar lo que es del Cesar y a Dios lo que es de Dios”. Rouco y su camarilla con su actuación de “curas trabucaires” no dejan de apoyar una posición que favoreció la aparición de “Madres María” y la impunidad de degenerados que amparándose en sus faldones satisficieron sus conductas pederastas.
Publicado en El Periscopi el 27 12 2013
 

sábado, 21 de diciembre de 2013

Incógnitas




Creo que resulta incomprensible, al menos, para mí lo es,  me refiero  la obcecación en el plano institucional para que Dña. Cristina no sea imputada.

¿Cuáles pueden ser las razones?

a)      ¿El desprestigio para la Corona? Resulta difícil aceptar este argumento, ya que el  cabeza de la institución, su pasdre, ya se ha encargado de una forma muy efectiva de desprestigiarla.

b)      ¿La convicción por su parte de su inocencia?  Si es así, creo que está en un error, ya que al no ser imputada, no puede defenderse de las acusaciones que a nivel popular pesan sobre ella. Con esta posición, se la está llevando a una indefensión jurídica que su abogado y ella no deberían consentir.  ¿Piensa  que alguien cree  que su no imputación es debida a no tener ninguna responsabilidad en los presuntos delitos de su marido?

c)       ¿Incapacidad intelectual para comprender la situación? Quizás sea la más probable y la que primero se me vino a la mente. Sin embargo esta hipótesis no acaba de cuadrarme con el  Máster en Relaciones Internacionales por La Universidad de Nueva York que figura en su currículo. Su licenciatura en Ciencias Políticas por La Universidad Complutense se podría achacar a puro “pelotilleo” a su padre, pero, ¿y el Máster?

d)      ¿Conspiración?  Generalmente, soy muy reacio a aceptar  la teoría de la conspiración en cualquier hecho inexplicable u obscuro, pero en este caso, podría aceptar una conspiración urdida por los detractores de la monarquía, los cuales han puesto en lugares claves a republicanos tan convencidos, al menos tanto como yo, para socavar la institución impuesta por el sangriento dictador  que hizo la designación.

Esperemos que sea por la causa que sea, cada una de las actuaciones de la familia Borbón, sirva para que en un futuro no muy lejano, vuelvan al exilio de donde no debieron regresar.
Publicado en El Periscopi el 20 12 2013
 

sábado, 14 de diciembre de 2013

El Verdadero



Al debate cara a la galería, que en mi opinión solo sirve, para lucirse en unos pocos casos y en los más hacer el más clamoroso ridículo los dirigentes políticos de los distintos partidos, se le llama: Debate del Estado de la Nación.

Sin embargo si nos referimos al verdadero estado de la nación, nos deberíamos referir al estado de los ciudadanos de una nación.

Para  definir en una palabra cual es el estado actual de los ciudadanos y ciudadanas del conjunto de nacionalidades y regiones que actualmente componen el estado español, la palabra sería: cabreado. Ya sé que es un vocablo malsonante, pero creo que no hay otro más definitorio.

Los ciudadanos y ciudadanas están (estamos) hartos de la corrupción aunque algunos incomprensiblemente no piensan castigarles en las urnas, están (estamos) hartos de las tropelías de la monarquía, yerno e hija incluidos. Hartos de que el gobierno de la nación nos mienta, de sus brotes verdes, de sus purgas ideológicas, de las leyes que restringen las libertades, del cinismo del Sr. Wert, de la prepotencia del Sr. Montoro, del cinismo de la Sra. Mato, de la estupidez de la Sra. Bañez, del sectarismo religioso del Se Gallardón, de la supina estupidez del PP Balear resolviendo en votación que no existen Els Països Catalans, su cerrazón en la imposición del T.I.L. sus ataques a la lengua y cultura propia. Pero la lista sigue, jubilados, afectados por las preferentes,  parados insultados por la Vice presidenta del Gobierno, familiares de desaparecidos en la guerra incivil, docentes, sanitarios, funcionarios y una interminable lista de colectivos agraviados.

Pero no pensemos que solo se dedican a crispar y cabrear al personal los distintos gobiernos, nacionales, autonómicos y municipales, la guinda o el remate, la han puesto los hoteleros que a falta de unos meses para empezar a discutir el convenio de hostelería y tras dos temporadas record de afluencia de turismo, anuncian que quieren congelar los salarios.

¡Y así seguimos!

Publicado en El Periscopi el 13 12 2013

sábado, 7 de diciembre de 2013

Solo falta



El Gobierno, está haciendo  realidad el viejo anhelo de la humanidad del viaje en el tiempo. Aunque infortunadamente, el viaje ha sido hacia el tiempo más tenebroso de la execrable dictadura franquista.

 Religión en las escuelas, persecución a los enseñantes, listas negras de trabajadores, acoso a los sindicatos, perdida de derechos de los trabajadores, expolio a los pensionistas, recortes en sanidad, dejando sin contenidos las leyes de igualdad, abandonando las ayudas a la dependencia, haciendo bueno: “que inventen ellos” el fomento de la emigración de los más capacitados con el abandono de toda política de Investigación y por si fuera poco, con la llamada ley anteriormente citada, grave pérdida de derechos individuales fundamentales.

¿Dónde queda la libertad de reunión, la presunción de inocencia, el derecho a la información?

Cierto es que no han retomado la figura del Tribunal de Orden Público. ¿Pero para que lo necesitan? Los franquistas, al menos, quisieron disimulas sus tropelías bajo el amparo del T.O.P. de tan funesto recuerdo, y la gente que actualmente nos pisotea, ya ni siquiera busca una coartada, se limitaran a aplicar las sanciones por vía administrativa.  

Aunque no quiero dar ideas; creo que lo único que falta para que la situación sea idéntica a la pasada completando el viaje de retorno al pasado; es: que vistan de gris a la policía  
Publicado en El Periscopi el 06 12 2013
 


sábado, 30 de noviembre de 2013

Un Trámite cubierto



Soy de los que piensan que los llamados debates de la Nación, Comunidad o Municipio, es un puro teatro en cuanto a declaración de intenciones del gobierno correspondiente. El verdaderamente real y efectivo y que muestra los objetivos que se quieren cumplir, así como el grado de compromiso, es: el de los presupuestos.

¿De qué sirve hablar que se mejoraran los servicios sociales si recortan el presupuesto? ¿o de sanidad, educación? Si no hay dotación económica, son palabras mojadas.

Lo único aprovechable de los llamados Debates del Estado de…, es para analizar el desparpajo con el que el gobernante de turno nos miente y se justifica, ver como el portavoz del partido que sustenta al gobierno le ríe las gracias a su jefe de filas, al tiempo que intenta justificar lo injustificable, dándole una coba escandalosa, pues tener contento y subir el ego del mandamás, supone continuar disfrutando de las prebendas del cargo. Lógicamente, también sirve para ver el temple y la capacidad de argumentación de la Oposición.

En el reciente debate de nuestra Comunidad, ha quedado patente el carácter autoritario del President con respecto a los que están en un plano social inferior a él y la total sumisión a los que están por encima, como son los grandes empresarios   y a la Dirección Estatal de su partido.

 La Oposición, cumplió, quizás con la resignación previa de saber que dijera lo que dijera y propusiese lo que propusiese, se vería arrollado por el Reglamento de la Cámara y por la mayoría absoluta del PP.

Se cubrió el trámite, ¿ alguien esperaba algo más?
Publicado en El Periscopi el 29 11 2013

domingo, 24 de noviembre de 2013

Por leer mal




Ojeando un diario, leí un  titular que me pareció una gran noticia, digna de primera plana y con gran  de gran despliegue de recursos tipográficos.

La noticia en sí era: “Rouco pide a los políticos respetar la Constitución” Mi alegría fue grande y empecé a pensar, que aunque tarde, al final, se había enterado que tenemos en este país una Constitución y que si pedía respeto a los políticos, era porqué él también empezaría a respetar dicha ley, cosa que hasta ahora…

Pongamos como ejemplos su incumplimiento al artículo 9 que dice: “Los ciudadanos y los poderes públicos están sujetos a la Constitución y al resto del ordenamiento jurídico”. El citado señor Rouco que había rechazado el cumplimiento de leyes debidamente promulgadas e intentado  el incumplimiento por parte de los ciudadanos,  las leyes sobre el aborto y los matrimonios entre personas del mismo sexo. Cierto es, que como persona, tiene derecho a opinar y discrepar sobre todas las cuestiones y leyes, pero en su condición de tal debe acatarlas. Y en cuanto a su  autoridad  como representante de la cúpula de una confesión religiosa, tiene el derecho de influir entre las personas sigan las reglas y creencias del citado señor, pero jamás a tratar de imponerlas, como siempre ha intentado, a los que no tienen sus mismas convicciones religiosas.

Pero en el ámbito donde el incumplimiento de la Constitución ha sido clamoroso, con la complicidad de todos los gobiernos que hasta ahora hemos padecido, ha sido en lo referente al Capítulo II, SECCIÓN 1ª , Artículo 16  párrafo 3 que dice: “Ninguna confesión tendrá carácter estatal. Los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española y mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia Católica y las demás confesiones”

También, ha obviado que en nuestro ordenamiento jurídico, cuando habla de los diferentes poderes del Estado, no aparece por ninguna parte el Poder Eclesial. De todas formas, todo lo di por bueno, si al final había visto la luz. Pero ¡Oh decepción! Cuando leí bien el titular que medio dormido no había sido capaz de hacerlo,  observé que solo se refería al tema de la Unidad de España. 

Y yo, me pregunto ¿Debe tener alguna relevancia especial lo que opine el señor Rouco sobre el tema?
 
Publicado en El Periscopi el 22 11 2013

sábado, 16 de noviembre de 2013

No lo dudo, pero…

 
 


La prensa local, se ha hecho eco estos días de un estudio en el que resulta que Palma es la segunda ciudad del mundo mejor para vivir. No dudo de la seriedad del estudio. El problema para mí, es saber cuáles han sido los baremos aplicados para llegar a esa conclusión, ya que generalmente, estos son entre otros, la limpieza de la ciudad, transportes públicos y sostenibilidad. Sobre estos es  ítems, quiero hablar, ya que su belleza, benignidad del clima y características paisajísticas son innegables.

Limpieza.- Ahí sí que podría estar de acuerdo en la alta calificación, pero solo si se refiriera a la calidad de vida para los escarabajos peloteros. Con solo in vistazo, vemos que está terriblemente sucia. Circular por ella es recorrer un muestrario de todo tipo de suciedades, de desechos, de inmundicias. Sé que ahora, habrá gente que dirá: “las cacas de los perros”, “los emigrantes” pero mienten o para ser benévolos con los que así se manifiestan, están errados. No son los perros, son algunos propietarios que son unos desaprensivos. No son los emigrantes, conozco muchas ciudades europeas con más emigración y están limpias. Pero lo están, porqué antes de llegar la emigración ya lo estaban, y no como en Palma que ya estaba sucia, por ello  los recién llegados seguían el ejemplo y si alguien no lo hacía, los ciudadanos se lo indicaban  y generalmente variaban su actitud. Aquí, tenemos Ordenanzas, Bandos, Campañas ¿pero quién las respeta? ¿quién las hace respetar? Papeles, colillas, plásticos, restos de comida, basuras al lado de los contenedores, trastos viejos, trampas para viandantes que pueden acabar en el hospital, por la impunidad que disfrutan los no que saben o no quieren vivir en sociedad

Transporte público.-, Si nos referimos a los municipales, y aún más de un tiempo a esta parte, dejan bastante que desear, son caros, las frecuencias animan a no usarlos, su limpieza, debido en parte a la grosería de algunos de sus usuarios es inaceptable. ¿Es calidad de vida que la frecuencia a uno de los hospitales públicos sea de una hora los domingos?  Esto, favorece el uso del transporte privado, cuya proliferación  por si no lo saben los actores del estudio, favorecen el aumento de la  contaminación, colabora con el efecto invernadero y a los atascos de tráfico. ¿Esto se ha tenido en cuenta para situarnos casi en la cúspide de ciudad con tanta calidad de vida?

Ciudad sostenible.- “Carriles bici” que mueren sin conexiones, ciclistas por las aceras, peatones por los “carriles bici”, coches que no respetan a los ciclistas ni a los peatones, peatones y ciclistas  que no respetan a nadie. ¿Hay una normativa aprobada sobre el uso de la bicicleta? ¿Se hace cumplir?

No dudo de la seriedad del estudio, pero sinceramente desconfío de los criterios establecidos para llegar a ese resultado.
Publicado en El Periscopi el 15 11 2013