lunes, 22 de octubre de 2012

Y así vamos


Creo que en casi todos nosotros/as permanece la aversión ancestral al párvulo acusica de: “Señorita, yo no he sido, ha sido…”

Ojeando cualquier periódico nos encontramos con el dirigente político de turno diciéndole al juez: Yo no estaba enterado, yo firmaba lo que me pasaban, yo no sabía cual era el procedimiento , no sabía como estaban las comunidades autónomas a pesar de que hacía mas de seis meses éramos los amos y señores de ellas.

¿En manos de quién estamos? Mienten,  delinquen,  derrochan el dinero público mientras esquilman a los más débiles, pero no se enteran de nada y la culpa nunca es suya. Cuando se destapa algún hecho delictivo, la culpa siempre  es de los subordinados. El tal Castelao realiza una exaltación de la violencia de genero y sus responsables políticos dicen que ya está solucionado con la presentación de la dimisión.  ¿Dónde esta vuestra responsabilidad por haberle nombrado?, ¿Dónde esta vuestra dignidad por haberle permitido dimitir y haberlo cesado fulminantemente al tiempo de presentar una querella contra él?

Rabasco, caso de libro, al culpar al informático de colgar en la página de ASI  un “juego para matar mujeres. ¿No era el máximo dirigente de su llamemos partido y por tanto responsable?

¿Es que en este país no hay ningún dirigente esa máxima que enseñan en cualquier seminario de sobre dirección de personal para cualquier jefecillo? Y  que dice: Se delegan las funciones pero no la responsabilidad.

¿Y se extrañan que se les tenga como uno de los principales problema? No solo se comportan como párvulos acusicas, faltan a las mínimas normas éticas al no asumir sus fallos y su responsabilidad política y en muchas ocasiones incluso penal por sus acciones directas o en su dejación de supervisión.

De todas formas, no solo ellos tienen la culpa, los ciudadanos, deberemos responsabilizarnos por nuestra apatía, nuestra elección de formaciones que albergan a corruptos, a ladrones , a ineptos, por pensar que nuestra aportación a la democracia es ir a votar, en el mejor de los casos, y a realizar críticas de bar  no exigiendo responsabilidades.

Entre corruptos, y maleantes por una parte y una sociedad amorfa, creo que tendremos crisis por siglos si los mayas  fallan y no tenemos el fin del mundo antes de navidad.

Aunque al leer este escrito se pueda tener la impresión que no salvo a nadie de la clase política, no es así. Conozco a algunos políticos honestos y con ganas de trabajar y creo que hay muchos otros a los que no conozco, de la misma condición. Unos se fueron hartos de no poder hacer nada para regenerar la forma de hacer política, otros permanecen en activo intentando cambiar las cosas desde dentro. Estoy seguro que son muchísimos más los honestos, que los que destacan por sus felonías, pero los que salen a la luz y destrozan a los ciudadanos y a la sociedad son los corruptos y los “aprieta botones de voto” que los secundan.
Publicado el 19-10-2012 en El Periscopi 

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