sábado, 12 de octubre de 2013

Out of order




A pesar de lo que pueda parecer leyendo mis escritos, prefiero resaltar cuestiones positivas que criticar lo que está, o al menos así me lo parece, mal. Esta preferencia mía se ve muy obstaculizada por  el PP, ya que me lo pone difícil para encontrar algo positivo en la actualidad.

Pero en estos días que he estado fuera de servicio, he tenido una relación obligada con un colectivo, del que generalmente todo el mundo habla bien, pero pocas veces con conocimiento directo. Me estoy refiriendo al colectivo sanitario público.

Como en todo colectivo humano, resulta complejo y heterogéneo, con diferentes personalidades individuales, jerarquizado y en apariencia muy estanco en sus compartimentos. Sorprendentemente, para un profano como yo , esa jerarquización, funcionas sin fricciones y esa estanqueidad se transforma en cooperación para solventar los problemas de salud que suceden, pasando el paciente de un estadio a otro sin notar la transición entre los diferentes departamentos

En mi opinión, esto que en otros contextos no funciona, aquí si lo hace, y se consigue gracias a:

A)     La preparación y alta capacitación profesional.

B)     El alto sentido de la profesionalidad.

C)     La determinación en solucionar los problemas de los pacientes

D)     La capacidad de sobreponer su sentido de la responsabilidad a los problemas internos causados por unos políticos necios e incompetentes.

E)      ¿Y qué duda cabe? A  su calidad humana.

Pues bien, a este colectivo, se le han recortado sus sueldos, les han aumentado las cargas de trabajo, penden de los caprichos económicos de una clase política, capaz de quebrar el buen funcionamiento actual privatizando servicios para favorecer a especuladores de su cuerda.

A modo de epílogo. Pero no cabe solo felicitar por su buen hacer al colectivo sanitario. El colectivo de los docentes, también ha dado una lección de profesionalidad, dignidad y sentido de la responsabilidad, tanto para comenzar la huelga como para terminarla.

Colectivos responsables como estos, son los enemigos de la clase política que nos tiene secuestrada la democracia, pues demuestran que en modo alguno, el sector privado es superior al público, abriendo los ojos a la ciudadanía evitando así, privatizaciones, que solo favorecen a los especuladores, y que al fallar estrepitosamente se tiene que rescatar con caudales públicos. Hay varios ejemplos de hospitales.
 
Publicado en El Periscopi el 11 10 2013


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