jueves, 25 de septiembre de 2014

Consecuencias

Tenía el artículo y la viñeta preparada para publicar el viernes, como de costumbre, en El Periscopi y subirla a este blog, pero las novedades respecto a Gallardón y al revolcón que el Tribunal Superior de Justicia de les Illes Balears le ha dado a la ley estrella del President Bauzá, se quedó un tanto desfasado, así que hoy publico el que tenía preparado y el sábado, subiré el que he escrito nuevo.


Es posible



A pesar de los ímprobos esfuerzos de nuestra conspicua derecha española,  se ha podido demostrar  de forma empírica, que no es una leyenda urbana, que existe una derecha democrática.

En Gran Bretaña, ante la victoria en las urnas al Parlamento Escocés de los independentistas y a petición del Primer Ministro de Escocia, el Sr. Salmond , de un referéndum por la independencia, el Sr. Cameron, Primer Ministro Británico, accedió a ello visto que era una petición amparada el jefe del ejecutivo escocés, cuyo partido había ganado unas elecciones democráticas y por tanto estaba legitimado para hacer la petición. Y aquí viene cuando se confirma que se puede ser de derechas y ser demócrata, dado que el citado Sr. Cameron, no pertenece a ningún partido radical, ni rupturista, ya que es el líder del Partido Conservador.

El  Partido Conservador es de una muy acendrada raíz derechista, partido que ideológicamente convirtió la Seguridad Social Británica, una de  las mejores del mundo en su momento en una de las normales e incluso con graves carencias, partido que echó un pulso a los antaño todo poderosos Trade Union (sindicatos) y los derrotó, partido que fue liderado por las Sra. Thatcher y que formo el tándem neo-liberal con el Sr. Reagan,  Presidente en aquellos momentos de los EE.UU. para desmontar el Estado de bienestar en pro de un liberalismo a escala mundial. Perdón que haya hecho esta semblanza de lo que representa el Partido Conservador Británico, pero quería que quedara fuera de toda duda su vocación e ideología derechista y tan distinta a la mía. Pero esta disensión, no me impide manifestar mi admiración por su forma de demostrar su sentido de la democracia.

Por otra parte, una institución que por su propia esencia, tan lejana a la democracia, La Corona, supo en todo momento conservar su papel dentro del lugar que le correspondía, dentro de la más escrupulosa neutralidad, pues en ningún momento se decanto, al menos públicamente, por ninguna de ambas facciones, supongo que, pensando que mientras se mantuviese la condición de británicos y no se consumase una ruptura, no podía ni debía pronunciarse por ninguna alternativa ya que era la soberana de los partidarios de las dos sensibilidades. 

Como ciudadano de un estado, como es el nuestro, siento envidia de los ciudadanos británicos, ya que si también son sometidos por un gobierno de derechas, con todos los recortes sociales que ello conlleva, al menos lo están siendo por una derecha democrática, y no a una como la que padecemos, capaz de  hacer trampas hasta en los solitarios y que con sus mentiras nos ha hecho más pobres a todos, excepto a ellos mismos y a la clase que siempre ha defendido.

 Y ya para terminar, si que  tengo que soportar una monarquía, preferiría una que supiese cual es el papel que debería adoptar en todo momento.

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