Es posible
A pesar
de los ímprobos esfuerzos de nuestra conspicua derecha española, se ha podido demostrar de forma empírica, que no es una leyenda
urbana, que existe una derecha democrática.
En Gran
Bretaña, ante la victoria en las urnas al Parlamento Escocés de los
independentistas y a petición del Primer Ministro de Escocia, el Sr. Salmond ,
de un referéndum por la independencia, el Sr. Cameron, Primer Ministro
Británico, accedió a ello visto que era una petición amparada el jefe del
ejecutivo escocés, cuyo partido había ganado unas elecciones democráticas y por
tanto estaba legitimado para hacer la petición. Y aquí viene cuando se confirma
que se puede ser de derechas y ser demócrata, dado que el citado Sr. Cameron,
no pertenece a ningún partido radical, ni rupturista, ya que es el líder del
Partido Conservador.
El Partido Conservador es de una muy acendrada
raíz derechista, partido que ideológicamente convirtió la Seguridad Social Británica,
una de las mejores del mundo en su
momento en una de las normales e incluso con graves carencias, partido que echó
un pulso a los antaño todo poderosos Trade Union (sindicatos) y los derrotó,
partido que fue liderado por las Sra. Thatcher y que formo el tándem
neo-liberal con el Sr. Reagan, Presidente
en aquellos momentos de los EE.UU. para desmontar el Estado de bienestar en pro
de un liberalismo a escala mundial. Perdón que haya hecho esta semblanza de lo
que representa el Partido Conservador Británico, pero quería que quedara fuera
de toda duda su vocación e ideología derechista y tan distinta a la mía. Pero esta
disensión, no me impide manifestar mi admiración por su forma de demostrar su
sentido de la democracia.
Por
otra parte, una institución que por su propia esencia, tan lejana a la
democracia, La Corona, supo en todo momento conservar su papel dentro del lugar
que le correspondía, dentro de la más escrupulosa neutralidad, pues en ningún
momento se decanto, al menos públicamente, por ninguna de ambas facciones,
supongo que, pensando que mientras se mantuviese la condición de británicos y
no se consumase una ruptura, no podía ni debía pronunciarse por ninguna
alternativa ya que era la soberana de los partidarios de las dos sensibilidades.
Como
ciudadano de un estado, como es el nuestro, siento envidia de los ciudadanos británicos,
ya que si también son sometidos por un gobierno de derechas, con todos los
recortes sociales que ello conlleva, al menos lo están siendo por una derecha
democrática, y no a una como la que padecemos, capaz de hacer trampas hasta en los solitarios y que
con sus mentiras nos ha hecho más pobres a todos, excepto a ellos mismos y a la
clase que siempre ha defendido.
Y ya para terminar, si que tengo que soportar una monarquía, preferiría
una que supiese cual es el papel que debería adoptar en todo momento.
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