domingo, 21 de diciembre de 2014

¿El principio o el fin?



Debo sentar la premisa, antes de continuar, de que he estado completamente a favor de la Revolución Cubana, que incluso he tenido una participación activa en organizaciones pro-castristas, y que, a pesar de que desde hace unos años, mantengo una actitud un tanto crítica, no por ello he dejado de sentir una gran simpatía por el régimen cubano y de reconocer que gracias a ellos, la educación, la cultura y la sanidad están a años luz de las del resto de los países de su entorno. No es menos cierto que la gente puede tener carencias, pero el Hambre (así, con mayúsculas) no es un azote en ese país para los más desfavorecidos. Que la solidaridad con catástrofes en otros países, ha sido digna de admiración. Todo esto dentro de una precariedad económica motivada en gran parte por una conducta anti democrática, de un país que se auto proclama adalid de los derechos humanos.

 Expuestas a groso modo  mis opiniones personales sobre Cuba,  creo que ya puedo hacer un vaticinio de futuro, y basándome en la evolución del resto de economías centralizadas. Todas ellas, al penetrar un atisbo de economía de mercado, o para no ir con eufemismos, de capitalismo puro y duro, se han disuelto como azucarillos en agua de forma incomprensible por aquellos que más tenían que perder en el cambio. Si miramos el caso de Rusia, la mayoría de los antiguos dirigentes del partido, son actualmente los grandes capitalistas, y los más débiles, los niños y los ancianos los que padecen las mayores necesidades. ¿Hay alguna razón para que no suceda lo mismo en Cuba?

Una de las causas, en mi opinión, por las que no se desmoronará Cuba, como se desmoronaron el resto de los países del este europeo con la caída de la U.R.S.S., es la miopía de los EE.UU. que no vieron que el acoso y el bloqueo era un aglutinante del orgullo patrio ante una agresión exterior. Esto, además, crea un sentimiento de auto defensa y auto afirmación nacional, aquí podríamos recordar como el bloqueo que sufrió Gibraltar afianzó el sentimiento de colectivo con el hecho diferencial con respecto a España. Franco y su gobierno, hicieron más que nadie, por la identificación de los gibraltareños con los británicos.

Si cesa el bloqueo, cosa que aún no está clara por la cerrazón de los republicanos, el sistema político cubano, creo que tiene los días contados…

Publicado el 20 12 2014 

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