Empiezo por reconocer que soy una persona
muy ingenua y poco imaginativa, por esta razón a veces se me escapan las
profundas razones que mueven a las
preclaras mentes que rigen la política de este (hasta ahora) nuestro país.
Veamos el caso de Catalunya. Hay tres
partidos que consideran que es primordial que el País Català sea independiente, partidos que
ocupan un amplísimo arco del espectro político ya que Convergencia Democràtica
de Catalunya (C.D.C) es un partido de
derechas (más o menos centrado); Esquerra Republicana de Catalunya (E.R.C.)
ocupa el nicho de la izquierda no marxista; y la Candidatura d’Unitat Popular (C.U.P.) que representa a la izquierda
contestataria y Anti sistema. Que aparten sus diferencias ideológicas parece,
en principio, indicar que la idea de la ruptura y, por tanto, la independencia
está por encima de sus diferencias, y el esfuerzo por lograr la unidad de
acción parece implicar una altura de miras. Sin embargo, hay , visto desde fuera, un
pequeño problema: la C.U.P. no acepta de ninguna manera que el President que lidere
el proyecto sea el Senyor Mas. Por su parte, C.D.C., o quizás el mismo Senyor
Mas, no acepta de ninguna manera que no sea el citado personaje el President
que llevará a Catalunya a su para ellos, y muchos otros, ansiada independencia.
Razones que arguyen unos y otros
justificando sus posiciones:.
a)
La C.U.P., que se declara
anti capitalista, manifiesta que no puede arropar con sus votos a la persona
que hizo unos recortes tremendos a la sanidad pública, a la educación y al
estado de bienestar; pero, sobre todo, que no puede hacerlo por su posible
responsabilidad, por acción u omisión, en los casos de corrupción que han salpicado, o
empapado, a C.D.C durante el periodo en que ha sido dirigida por el Candidat. Su posición es que está de acuerdo en que un miembro
de C.D.C. sea el elegido, pero tiene que
ser alguien que no haya tenido responsabilidad en los hechos que rechaza.
b)
E.R.C. Intenta desmarcarse de
los escándalos del C.D.C. Los achaca en gran parte a una persecución política y,
por tanto, acepta al Senyor Mas, ya que lo único importante para ellos es la
independencia.
c)
C.D.C. no transige, al menos
de momento. Dice que el partido menos votado no puede decidir en contra de la
mayoría quién debe ser President.
Lógicamente para ellos todos los escándalos, las comisiones, y los papeles hallados en los registros son un montaje para
desprestigiarles y hacer retrasar la desconexión de España.
Ante estas
razones, mis conclusiones son:
a)
La C.U.P muestra un grado considerable de honestidad
muy de agradecer, quiere y busca un fin. No pretende capitalizar el proceso, ya
que son conscientes de su número de parlamentarios, pero no aceptan ser
cómplices de presuntas estafas al pueblo catalán.
b)
E.R.C. solo está por la
consecución de la independencia y no duda aunque para ello, tenga que dar
cobertura a actuaciones irregulares y presuntas corrupciones, pasando de
puntillas e incluso de perfil, para no darse por enterados ¿El fin justifica
los medios?
c)
De C.D.C me resulta incomprensible, o quizás no tanto,
su actitud. Si tanto desea la independencia ¿Cuál es la razón para empecinarse en
la asunción de la presidencia por el Senyor Mas. A su vez si el citado señor, si
cree que se está obligado por el mandato del pueblo catalán a llegar a la
desconexión ¿Por qué no se retira del
primer plano para allanar el camino y soslayar el veto que la C.U.P. impone a su
persona? ¿Son más importantes los personalismos que las personas?
Si fuese mal
pensado, podría llegar a la conclusión que C.D.C. busca la independencia para
evitar responder ante los tribunales por las presuntas actuaciones irregulares en el manejo de fondos
públicos, la financiación indebida y los enriquecimientos anómalos de alguno de sus directivos.
Publicado en El Periscopi el 13 11 2015
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