Tengo que reconocer que hay semanas en
las que tengo serias dificultades para encontrar un tema para escribir mi
colaboración. Afortunadamente, y remedando una frase de una película mítica: “Siempre
nos quedará el PP”. Por el contrario, otras veces, la dificultad es elegir un
tema entre todos los que surgen de la actualidad. Ante esta tesitura, hoy
abordaré unos sucesos que, aunque singularizados, padecen la mitad de los seres
humanos y deberían afectar a toda la humanidad
En España, a fecha de hoy, trece de enero
llevamos oficialmente cuatro, o quizás cinco (ya que hay un caso dudoso),
mujeres muertas a causa de la violencia de género. Claro que, como dice un
príncipe de la iglesia, es por su negativa a obedecer a sus compañeros, o por
su negativa a convivir con quienes le hacían la vida imposible, o por… Pero sea
en realidad el número que sea, una ya es demasiado y mucho más de lo que la
sociedad puede admitir.
Por la indignación que me produce, no
puedo menos que citar a Henriette Reker, actual alcaldesa de Colonia, que
demostró su catadura cuando, tras las criminales actuaciones en su ciudad y en
algunas otras también, dijo: “Que las mujeres vistan con recato para evitar ser
violadas”. Lo que en lenguaje normal y no político podríamos traducir: Como soy
una perfecta inútil, y no soy capaz de mantener la ley en la ciudad donde soy
alcaldesa, echo la culpa a las mujeres, y así, al menos, la parte más miserable
y misógina de los habitantes de la ciudad se considerarán satisfechos a pesar
de mi ineficiencia.
No sé qué pensará la Iglesia Católica de
las declaraciones de la citada Reker. En realidad, tampoco me importa
demasiado. Pero la alcaldesa parece dar entender que la santa, paradigma de la
castidad, María Goretti, debía ir vestida de ”pendón desorejado” para sufrir la
violación y posterior asesinato de los que fue objeto.
¿Y qué decir del caso de la Infanta
Cristina de Borbón? Mujer que, con una carrera universitaria, un Máster obtenido
en una universidad americana, y ejecutiva de “La Caixa”. a la que tanto la
¿representante? del Estado, como el Fiscal Anticorrupción y su propia defensa
no dudan de tratar de débil mental. Al aducir que el amor a su marido la privó
del discernimiento necesario para poder darse cuenta de que los ingresos familiares
no se correspondían con sus gastos, para saber lo que pasaba en la sociedad en
la que era copropietaria, para aceptar que su papel en todo el entramado era el
de mero florero. Se puede asumir que estos argumentos los utilicen los abogados
de la defensa, ya que, según la legalidad vigente, pueden utilizar los
argumentos que estimen oportunos para alcanzar un veredicto de no culpable.
Pero, que una mujer no encuentre más salida para declararse inocente que el
argumento de un ínfimo folletín, demuestra su falta de dignidad personal, y lo
que es peor: pretende denigrar a todas las mujeres tratándolas de incapaces por
carencia del sentido de la realidad. Por último, fuera de una sociedad terriblemente
patriarcal y machista, sería de todo punto imposible que la Abogacía del
Estado, representante de todos los que componemos el Estado, asumiera la
posición, junto con la fiscalía, de: Al ser mujer se fió de su marido.
Ya no quiero hablar, de la aplicación del
comentario de la Abogada del Estado sobre el slogan de Hacienda (que se
aplicaría a ambos géneros), y que, si bien se realizó dentro de una campaña
publicitaria, se hizo para recordar de forma sencilla y didáctica la obligación
de todos los ciudadanos (de todos, no de algunos) de colaborar en proporción a
sus medios con el sostenimiento del Estado.
Como conclusión, mientras que la
sociedad, toda la sociedad, no tomemos conciencia de que las mujeres son seres
humanos con los mismos derechos y obligaciones que los hombres, la sociedad
estará viciada en su concepción. Saturados deberíamos estar de que se las trate
como ciudadanas de segunda, como posesiones de los machos , como incitadoras a
la violencia sexual, y como seres inferiores en su capacidad de raciocinio que
necesitan del hombre para poder realizarse.
Publicado en El Periscopi el 15 01 2015
No hay comentarios:
Publicar un comentario