viernes, 12 de febrero de 2016

Las damas bobas



Hay que reconocer que lo del PP y las mujeres tiene mérito, ya que apuestan por la dificultad y siempre aciertan.

En un momento de la historia de la civilización en el que las mujeres pueden desarrollar sus facultades reales en cuanto a inteligencia, preparación, capacidad de organización y liderazgo, donde no tienen trabas legales (las sociales son otra cuestión), el PP encuentra mujeres que van al contrario de la historia, y, qué duda cabe, debe buscarlas con ahínco, ya que las encuentra,  las coloca en lugares prominentes, y, si no puede incluirlas en sus listas, ya que por su nacimiento  no han optado a esa situación, las protege y parece prohijarlas.

Empezaré por la prohijada que, a pesar de su carrera universitaria, su Máster de Universidad  americana, y ser una ejecutiva de una afamada entidad bancaria, no se enteraba de nada. Propietaria florero del 50% de una sociedad donde, presuntamente, se blanqueaba dinero y que ella no sabía cómo funcionaba. Tampoco se enteraba de que los ingresos familiares legítimos eran muy inferiores a los gastos e inversiones que realizaban. Eso sí, le pasaba  por que estaba muy enamorada de su marido. No era militante del PP, pero éste se ha cuidado de ella como si lo fuera, pues instituciones que dependen orgánicamente del Gobierno abogan por su defensa.

Se justifica su actuación por el amor que siente por su marido, que no le permite ver cómo  desarrolló sus actuaciones ¿Quién soy yo para negarlo, y menos estando tan cerca S. Valentín? Además, puede tener una lógica: Cupido, cuando le lanzó la flecha, erró el tiro, y su flecha, en vez de en el corazón,  la clavó en la retina.

Tenemos el caso de Ana Mato, que, además de ex Ministra, es  licenciada en Ciencias Políticas y en Sociología por la Universidad Complutense de Madrid, y también fue profesora tutora de la UNED.  Pero no vio los confetis que se lanzaron en una fiesta para sus hijos por un valor de varios miles de euros. Claro que, con la cantidad de papel que se gasta en un Ministerio, debió pensar que serían los papelines que se forman al taladrar los documentos para archivarlos y debió pensar: “¡Qué bien, como reciclamos!”.  Es cierto que tampoco vio que en su garaje había un coche de más, concretamente un Jaguar, pero ese ligero error fue debido a que, cuando en Barrio Sésamo enseñaban a las criaturas a contar, nunca pusieron un ejemplo con coches, y menos con un Jaguar por medio.

¿Y qué decir de Rita Barbera? Que, con todos o casi  todos los  equipos de sus últimos gobiernos municipales investigados (imputados) por presuntos delitos ligados a la corrupción, no se enteró de nada. Pues también tiene una explicación coherente: que “el caloret” la hacía sudar y tenía que salir a tomar el fresco en el balcón de vez en cuando, y era entonces cuando los presuntos corruptos aprovechaban para cometer sus presuntas tropelías.

No quiero dejar de mencionar a nuestra nunca suficientemente  bien alabada  Ministra de Trabajo (en funciones), Dña. Fátima  Báñez, que sufrió una ligera confusión cuando citó a la Virgen del Rocío como colaboradora para solucionar el problema del paro, cuando es bien sabido que, con la reforma laboral, para encontrar un trabajo digno de ese nombre, no se necesita la intercesión de la citada virgen sino la de Sta. Rita (que, para los posibles desconocedores de patronazgos, es la abogada de lo imposible).

Como soy ferviente defensor de la igualdad de género, no puedo dejar de nombrar, para que no se sienta discriminado el género masculino, al Sr. Fernández Díaz, que ha manifestado que tiene por chofer a un ángel. En vez de recriminarle, creo que cabe preguntarse:   Si un simple detective privado, como es Charlie, puede tener tres ángeles ¿Por qué un ministro (en funciones) no puede tener uno?

Como colofón, nuestra inefable Ministra de Fomento (en funciones) Ana Pastor dijo: “No se puede ser honrado y ser político”. Ante esta muestra de sinceridad absoluta, sólo cabe dedicar en su honor una gran ovación.

Publicado en El Periscopi el 12 02 2016

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