El
Papamoscas es un autómata de la catedral de Burgos
que todas las horas en punto abre la boca al tiempo que mueve su brazo derecho
para accionar el badajo de una campana. Esta figura toma el nombre del pájaro papamoscas
cerrojillo (Ficedula hypoleuca) el cual mantiene la boca abierta
para atrapar moscas esperando que estas entren en ella.
El caso, es que quizás sea un poco fruto
de mi imaginación, pero la actitud del PP en general y la del Sr. Rajoy, que se mantiene estático y no mueve ni una ceja. Presenta la misma
apariencia que el citado autómata. Mantiene su programa como si fuesen las Tablas de la Ley mientras espera que el resto de las formaciones se
acerquen a él para ofrecerles su beneplácito a la investidura.
Siendo un tanto insólita la posición del
PP, esperando que el resto de formaciones vayan a ofrecerles su vasallaje, en
vez de buscar formulas imaginativas. Me resulta más insólita la actitud
adoptada por una mayoría los medios de información, e incluso de antiguos dirigentes
de diferentes partidos que por su trayectoria, deberían conocer la mecánica y
las formulas para llegar a un acuerdo político y que pasan por poder llegar a un cierto consenso entre las
diferentes formaciones políticas que nos
llevase a la formación de una mayoría capaz de gobernar con una cierta
estabilidad y solvencia.
Ni que decir tiene, que debido al
bombardeo mediático y a las declaraciones de esos políticos a los que me he
referido anteriormente, la percepción
popular, es que la culpa de que no haya gobierno, es de los partidos que no
encuentran lógica la irracionalidad del PP y que en consecuencia, no pueden
secundarla.
En una negociación, en cualquier
negociación, la parte que tiene más a ganar, ofrece unas condiciones lo
sufrientemente atractiva para que el oponente acepte sus propuestas, ambas
parten pierden algo de sus pretensiones originales, pero obtienen mejores
resultados que si no hubiesen llegado a un acuerdo. Intentar llegar a una confluencia
imponiendo sus condiciones una de las partes, no es un pactó, es un “trágala” que no se pude ni se debe aceptar. Si además
de esa postura se intenta culpabilizar a los que no admiten la imposición, están
demostrando un total y absoluto
desprecio por la democracia y sus métodos al tiempo que rememoran aspectos y
tics más propios de una dictadura que de una democracia teóricamente avanzada.
Me imagino que todos recordaran la
primera legislatura como Presidente del Sr. Aznar (que no es precisamente mi
político de cabecera). Al no alcanzar la mayoría absoluta que buscaba en las
urnas, se vio obligado a formalizar un
pacto de gobierno con la extinta coalición de CiU, en tanto que una parte de las bases, las más cerriles, cantaban aquello de: Pujol
enano, habla castellano” Ambos políticos están dando a posteriori una lección
de práctica democrática al Sr. Rajoy y a los que apoyan su postura.
Una reflexión para concluir. ¿No piensan
que buena parte de lo que está sucediendo es consecuencia de la forma de
gestionar su mayoría absoluta durante los cuatro años de mandato? ¿No estarán
pagando su incapacidad para hacer amigos políticos, o al menos aliados, en la
época que consideraron y que ahora que los necesitan son incapaces de
hallar?
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