En realidad, empecé
este escrito para ser publicado en el blog la semana pasada, pero, debido a la
deriva que había tomado el ritmo de la vacunación, consideré que era más actual
y adecuado optar por el tema que elegí.
Se podría considerar
que el asalto al Capitolio ha pasado a segundo plano. Sin embargo, no lo creo
así. Las masas que asaltaron el edificio, y lo que representan, siguen ahí. El
promotor e instigador sigue sin aceptar el resultado, y en varios Estados se
han tenido que blindar sus capitolios estatales. No se ha quitado la espoleta
al artefacto creado por la Extrema derecha con el beneplácito y el patronazgo
de Trump.
Por otra parte, no
quiero dejar de mencionar el temor a nuevas acciones dirigidas a tratar de
impedir, o, al menos, a empañar la toma de posesión del Presidente electo Joe
Biden. Un ególatra herido y con poder es algo muy poderoso, sobre todo teniendo
en cuenta que, hasta la proclamación del nuevo Presidente, él continuaba en el
cargo, y entre sus prerrogativas está el disponer del “maletín”.
Estableciendo
paralelismos ideológicos y de intereses, me resulta incuestionable que hay ciertos
hechos y discursos muy llamativos, y que demuestran la conexión entre los
extremistas españoles y los seguidores de Trump, como pueden ser:
1.- Que no somos
los españoles los únicos que tenemos una extrema derecha especialista en hacer
el más espantoso ridículo al intentar realizar un golpe de estado que, al
margen de la gravedad de la situación, no dejaba de tener ciertos visos de
astracanada.
2.- Que tanto en el
asalto al Congreso de los Diputados del 23 F como en el 6 J (E) el inductor
permanece en segundo plano, mientras que unos espantajos aparecen en primera
fila, y que, para mayor afinidad, muestran una querencia hacia las astas, uno
con la cornamenta de un búfalo, y otro con tres cuernos de hule.
3.- El discurso,
tanto en la extrema derecha estado unidense como en la española, actualizado en
su estética, se basa en las mismas frases y los mismos vomitivos argumentos,
tales como: “elecciones amañadas”, “gobierno ilegítimo”, “traidores a la
patria”, y una larga sarta de calumnias de ese jaez. Todas ellas, y en ambos
países, rigurosamente falsas, pero buscando exacerbar la parte más irracional
de los seres humanos, y, de esa forma, esos que dicen defender la libertad y
que por trágicos recuerdos, sabemos que mienten, y que si volvieran a tomar las
riendas del poder para aumentar sus libertades, más bien su impunidad, sería,
en realidad, para acabar con las libertades de los demás. Un ejemplo de su “coherencia”
puede quedar reflejado en la actitud de un grupo de empresarios de la
hostelería balear, que convocaron y celebraron una concentración no autorizada
para defender sus intereses, y que ahora piensan celebrar otra para defender la
libertad de expresión, pero que han vetado a tres medios de comunicación.
Ha acabado la
tiranía de Trump. Afortunadamente, no ha pasado nada. Ha podido más el miedo
que se ha apoderado de él cuando ha visto que sus negocios empiezan a
tambalearse al retirarle el apoyo otro magnate, que su palabrería y
patrioterismo de frases huecas, y empieza otra época.
Época que, no nos
equivóquenos, no diferirá en términos generales de la que acaba de finalizar,
pero que no estará sometida a los pueriles caprichos de un ególatra sociópata.
Lo sembrado está ahí, enraizado y creciendo. Tenemos un problema, ahí y aquí, que no sé bien cómo tratar. Hoy he leído en prensa que van a pedir hasta 9 años para los participantes en la manifestación del 9 d'octubre en Valencia en 2017. ¿Será suficiente advertencia?
ResponderEliminarLos fascistas son un género de hominidos muy especial. Son los únicos de la especie que son capaces de pasar al estado de hibernación cuando las cosas sae les ponen adversas. Eso sí, se despiertan con más fuerza cuando la situación se vuelve favorable para su situación ¿Quien era fascista en Italia a la muerte de Mussolini, o nazi ea la finalkizacion de la II Guerra ¡Mundial o franquista tras la firma de la Constitución.
EliminarUn par de sentencias golpeándoles en la cresta y volveran a su caverna a esperar tiempos mejores