viernes, 2 de abril de 2021

El efecto mariposa (3)


 

No creo que haya nadie en estos momentos que no considere que los grandes perdedores de la crisis surgida tras las consecuencias de las mociones de censura presentadas en Murcia haya sido CS: tránsfugas, rotura de la disciplina de voto, abandonos, y grave crisis interna, con la consecuencia de un más que probable descalabro electoral, tanto en las próximas elecciones a la Comunidad madrileña como en futuros comicios, siguiendo la estela iniciada en Cataluña.

Creo que nos quedaríamos cortos si no nos planteamos que, además de ellos, hay más damnificados, aunque no tan visibles.

En primer lugar, me refiero al colectivo de personas que se consideran centristas, que tienen tendencias derechistas, pero que no comulgan con las posiciones extremistas. No olvidemos que, junto con los centristas con ligeras tendencias izquierdistas, son los colectivos que han decidido todas las elecciones habidas en este país desde la ya lejana transición.

Estos votantes se están quedando huérfanos de referencias, cómo se advierte en estos últimos comicios celebrados tanto en el plano nacional cómo autonómico con los malos resultados obtenidos por el PP, que, en algunos casos, han llevado hasta el fracaso absoluto. No sólo ha sido por los casos de corrupción.

La polarización del PP del Sr. Casado alineándose con la derecha más extrema ha tenido una doble consecuencia:

Por una parte, ha alejado al sector más centrista, y, por otra, ha justificado la aberrante posición de VOX, que ha crecido en votos y seguidores al amparo de la política desarrollada por el PP actual.

Nos equivocaríamos si no incluyéramos entre los grandes perjudicados de la situación actual al Presidente, y a toda la cúpula que actualmente dirige al partido que, hasta hace poco tiempo, era el hegemónico de la derecha española, tanto si gana como si no lo hace en las próximas elecciones en Madrid.

Resulta obvio que un nuevo fracaso, tras las dos últimas elecciones generales y  las autonómicas de Euskadi y Catalunya, haría la situación insostenible para los dirigentes del partido. Las voces clamando por su relevo serían unánimes, en vez de las que se empiezan a oír de un modo tímido y con sordina. El Sr. Núñez Feijó, único ganador de unas elecciones en los últimos tiempos con las siglas del PP (aunque bien disimuladas), se convertiría, quizás con razón, en el único salvador posible del PP para evitar que se convirtiera en una formación subsidiaria de VOX.

Sin embargo, la improbable perdida de las elecciones madrileñas no es el escollo más amenazante para la continuidad de los cargos actuales.

El avezado estudiante, que “logró” aprobar en medio año la carrera de derecho, cosa que no consiguió en el transcurso de varios años anteriores, no calibró que su estrategia estaba abocada al fracaso electoral. No se pueden preconizar una idea y la contraria. No se puede basar todo el discurso político en desautorizar al Gobierno. No se puede usar una causa trágica, como la pandemia que asola la humanidad, para socavar al oponente. No se puede no lanzar ni una sola propuesta en positivo, mientras tus conciudadanos mueren a tu alrededor. No se puede gobernar un país constituido por personas normales con este discurso que abandona a su suerte a los ciudadanos que quieren vivir sin sobresaltos, y buscando la salud y la seguridad propia y de la familia. Sirve para complacer, o al menos intentarlo a los exaltados y extremistas, que no se conformarán, por muchos guiños favorables que se les hagan.

A los “brillantes estrategas” que dirigen al PP les vino muy bien que la Sra. Díaz Ayuso se olvidara de las cuestiones sanitarias, que le correspondía ejercer cómo Presidenta de la Comunidad de Madrid, para lanzarse a combatir al Gobierno central, intentando, cuando no consiguiendo, boicotear las medidas dimanantes del Gobierno, aún a riesgo de la sanidad, logrando los peores ratios en cuanto a la gravedad de los efectos de la pandemia en todo el conjunto de la nación.

Se contradijo a sí misma, desautorizó a su vicepresidente y a la comunidad científica, se alineó y continúa haciéndolo con lectores más duros del neo liberalismo en un intento demagógico de “salvar” la economía antes que las vidas de sus administrados.

Lo lamentable es que por culpa de los personalismos y la estupidez de la izquierda, ganará la Derecha las elecciones y gobernará en una estrecha colaboración y en coalición con la nominal extrema derecha, digo nominal ya que ella es la máxima representante de la misma.

¿En qué situación quedará el Sr. Casado? En el ámbito europeo, pasara a ser el responsable de que la extrema derecha entre, de hecho, en uno de sus gobiernos, teniendo que abandonar la pantomima de la actual situación en la que intenta aparentar que, al igual que otros líderes de partidos de la derecha europea, mantiene un cordón para evitar que entren en los gobiernos. Por otra parte, al elevar a la ex portavoz del perro Pecas a la categoría de gloria emergente del partido, al haber conseguido el triunfo en Madrid, el Sr. Casado ha jugado a aprendiz de mago, y, como suele ocurrir, se le ha escapado la situación de las manos.

 


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