Tengo que confesar que estoy harto, que me es difícil usar
la misma cabecera y la misma ilustración. Y si
esto, que puedo cambiarlo cuando quiera, o, incluso dejar de escribir
esta reseña semanal, me tiene harto, imaginen como estaré de las cuestiones en
las que no puedo influir, y sólo, en el mejor de los casos, de opinar.
Lo que más me disgusta, a pesar de que yo estoy cayendo en
la misma trampa, o quizás sea ésta la causa, es el seguimiento desproporcionado
de la constitución del Parlament y de su Mesa de Gobierno, así como de la
proclamación de Candidato a President de la Generalitat, pues, dada la atípica
situación institucional de Catalunya, todo el proceso hasta ahora ha sido el
normal que marca el Reglamento. Pero, el conflicto podrá continuar, como
seguramente sucederá a partir del próximo día 30, fecha de la teórica investidura.
Mientras tanto, todos, como ovejas, detrás del que mueve los
hilos, o, mejor dicho, de los que mueven los hilos, que, paradójicamente, son
iguales pero diferentes.
En la rama valenciana del caso Gürtel se está cantando,
interesadamente, todo el repertorio operístico, especialmente el Wagneriano,
por las reminiscencias del nombre, y porque, como en las óperas de D. Ricardo, los
cánticos son interminables. Correa acusa a Ricky Costa, pero intenta exonerar a
Álvaro Pérez. Éste involucra (sin involucrarlo, ya que, para él, los posibles
delitos han prescrito al no ser acusado en su momento) a Francisco Camps. Los
corruptores confiesan lo que haga falta para no ir a prisión, y que todo se les
solucione con una pequeña multa. Al final, nadie devolverá un euro, y los
máximos responsables harán, si llegan a hacerla, una rápida visita turística
por alguna cárcel. Pero seguimos hablando del Catexit.
Casi más de lo mismo, pero ya con sentencia que se recurre,
está el caso Palau, donde unos señores afines y/o dirigentes del CDC, se
llevaron todo lo que pudieron y más del Palau de la Música Catalana, y, ya que
estaban, financiaban al partido de sus amores, y al que debían el cargo, ya que
“de bien nacidos es ser agradecidos”. Ahora hay dirigentes del PDeCat que
afirman que, una cosa es el CDC, y otra el PDeCat, y, para dar más “vidilla”,
se presentan a las elecciones con las siglas JxC. Con esto quieren demostrar
que son cosas distintas, y para demostrarlo y disimular, resulta que las dos
Ejecutivas las componen las mismas personas. Con gran sorpresa de mi parte, algunos
se lo creen. Por otra part, dada la edad de los principales acusados, y lo que
tardarán en resolverse los recursos, ninguno devolverá un solo euro, y, como serán
venerables ancianitos, no pisarán la cárcel, estos ni como visita turística.
Pero seguimos hablando del Catexit.
Pero, no sólo sirve el Catexit para intentar, y, por
desgracia, tapar ante una gran parte de la opinión pública los casos de robos y
atracos a punta de decreto, y otorgamientos de obra pública. Es que es un
comodín que sirve para cualquier cometido, coomo pueden ser los que cito a
continuación a modo de ejemplo:
La tasa de pobreza
supera ya el 13 % entre los trabajadores (si he dicho trabajadores, y no
parados). La precariedad, la desregulación, el miedo a ir al paro, que resulta
ser un pozo sin fondo, obligan a aceptar salarios de miseria. Pero seguimos hablando
del Catexit.
Los recortes en sanidad provocan listas de espera que
repercuten negativamente en el bienestar de los ciudadanos. En el Hospital de
referencia de Palma, por poner un ejemplo, ayer había más de 40 pacientes de
urgencias sin tener una cama, mientras que, desde la llegada al poder del PP se
han cerrado 10.000 camas hospitalarias. Pero seguimos hablando del Catexit.
Los recortes en Educación no se van a la zaga de los de
Sanidad, agravados con planes educativos que se van cambiando según el partido
que gobierne. Y, si uno es malo, el otro es peor, y los informes PISA
cayéndonos encima como losas. Pero seguimos hablando del Catexit.
En estos últimos
siete años, los resultados económicos de los hoteles en Baleares, según
alardean los mismos hoteleros, se han incrementado en un 80%, a costa de la
externalización, como en el caso de las Kellys, o de una temporalidad salvaje,
con decremento de los emolumentos de los trabajadores. Pero seguimos hablando
del Catexit.
Por último, para no eternizarme, me indigna que un cretino
intente, y logre, que una persona bese un trapo de colores. Pero de ese
episodio, lo que, más que indignarme, me subleva, es que toda la prensa nacional
lo haya sacado en espacios preferentes ¿Tan faltos estamos de personas que destaquen
por algo positivo, que todos los medios se tienen que
hacer eco de las estupideces de un imbécil?