viernes, 26 de enero de 2018

Elecciones catalanas 2.017 (5)



Tengo que confesar que estoy harto, que me es difícil usar la misma cabecera y la misma ilustración. Y si  esto, que puedo cambiarlo cuando quiera, o, incluso dejar de escribir esta reseña semanal, me tiene harto, imaginen como estaré de las cuestiones en las que no puedo influir, y sólo, en el mejor de los casos, de opinar.

Lo que más me disgusta, a pesar de que yo estoy cayendo en la misma trampa, o quizás sea ésta la causa, es el seguimiento desproporcionado de la constitución del Parlament y de su Mesa de Gobierno, así como de la proclamación de Candidato a President de la Generalitat, pues, dada la atípica situación institucional de Catalunya, todo el proceso hasta ahora ha sido el normal que marca el Reglamento. Pero, el conflicto podrá continuar, como seguramente sucederá a partir del próximo día 30, fecha de la teórica  investidura.

Mientras tanto, todos, como ovejas, detrás del que mueve los hilos, o, mejor dicho, de los que mueven los hilos, que, paradójicamente, son iguales pero diferentes.

En la rama valenciana del caso Gürtel se está cantando, interesadamente, todo el repertorio operístico, especialmente el Wagneriano, por las reminiscencias del nombre, y porque, como en las óperas de D. Ricardo, los cánticos son interminables. Correa acusa a Ricky Costa, pero intenta exonerar a Álvaro Pérez. Éste involucra (sin involucrarlo, ya que, para él, los posibles delitos han prescrito al no ser acusado en su momento) a Francisco Camps. Los corruptores confiesan lo que haga falta para no ir a prisión, y que todo se les solucione con una pequeña multa. Al final, nadie devolverá un euro, y los máximos responsables harán, si llegan a hacerla, una rápida visita turística por alguna cárcel. Pero seguimos hablando del Catexit.

Casi más de lo mismo, pero ya con sentencia que se recurre, está el caso Palau, donde unos señores afines y/o dirigentes del CDC, se llevaron todo lo que pudieron y más del Palau de la Música Catalana, y, ya que estaban, financiaban al partido de sus amores, y al que debían el cargo, ya que “de bien nacidos es ser agradecidos”. Ahora hay dirigentes del PDeCat que afirman que, una cosa es el CDC, y otra el PDeCat, y, para dar más “vidilla”, se presentan a las elecciones con las siglas JxC. Con esto quieren demostrar que son cosas distintas, y para demostrarlo y disimular, resulta que las dos Ejecutivas las componen las mismas personas. Con gran sorpresa de mi parte, algunos se lo creen. Por otra part, dada la edad de los principales acusados, y lo que tardarán en resolverse los recursos, ninguno devolverá un solo euro, y, como serán venerables ancianitos, no pisarán la cárcel, estos ni como visita turística. Pero seguimos hablando del Catexit.

Pero, no sólo sirve el Catexit para intentar, y, por desgracia, tapar ante una gran parte de la opinión pública los casos de robos y atracos a punta de decreto, y otorgamientos de obra pública. Es que es un comodín que sirve para cualquier cometido, coomo pueden ser los que cito a continuación a modo de ejemplo:

La  tasa de pobreza supera ya el 13 % entre los trabajadores (si he dicho trabajadores, y no parados). La precariedad, la desregulación, el miedo a ir al paro, que resulta ser un pozo sin fondo, obligan a aceptar salarios de miseria. Pero seguimos hablando del Catexit.

Los recortes en sanidad provocan listas de espera que repercuten negativamente en el bienestar de los ciudadanos. En el Hospital de referencia de Palma, por poner un ejemplo, ayer había más de 40 pacientes de urgencias sin tener una cama, mientras que, desde la llegada al poder del PP se han cerrado 10.000 camas hospitalarias. Pero seguimos hablando del Catexit.

Los recortes en Educación no se van a la zaga de los de Sanidad, agravados con planes educativos que se van cambiando según el partido que gobierne. Y, si uno es malo, el otro es peor, y los informes PISA cayéndonos encima como losas. Pero seguimos hablando del Catexit.

 En estos últimos siete años, los resultados económicos de los hoteles en Baleares, según alardean los mismos hoteleros, se han incrementado en un 80%, a costa de la externalización, como en el caso de las Kellys, o de una temporalidad salvaje, con decremento de los emolumentos de los trabajadores. Pero seguimos hablando del Catexit.

Por último, para no eternizarme, me indigna que un cretino intente, y logre, que una persona bese un trapo de colores. Pero de ese episodio, lo que, más que indignarme, me subleva, es que toda la prensa nacional lo haya sacado en espacios preferentes ¿Tan faltos estamos de personas que destaquen por algo positivo, que todos los medios se tienen que hacer eco de las estupideces de un imbécil?


viernes, 19 de enero de 2018

Elecciones catalanas 2.017 (4)



 

Cuando finalizan las fiestas de navidad, desaparecen de las pantallas de televisión los anuncios de perfumes, y, para sustituirlos, proliferan los de fascículos, y este año, además, los de casinos y casas de apuestas. Contagiado de este bombardeo mediático, continuaré con la serie sobre las elecciones de Catalunya, por lo que tiene de serial, y también porque la traducción de los resultados para acceder al Govern de la Generalitat tiene todos los componentes de un juego de azar, dadas las incertidumbres que se plantean.

La primera cuestión, es decir, la constitución del Parlament, y de su Mesa de Gobierno ya está resuelta. En principio, no entrañaba mucho misterio. La única cuestión era poner caras a los diferentes cargos. Y aquí, la verdad es que sí que ha habido una sorpresa, desagradable para los que creemos en la igualdad, que ha consistido en la desproporción, diría que escandalosa, entre hombres y mujeres en su composición. Sin embargo, lo que han criticado algunos de los partidos unionistas es que los componentes de los partidos secesionistas tuviesen la mayoría en la citada Mesa. Y yo digo a esos críticos: ya sé que pido algo casi imposible, pero les rogaría que dejasen su hipocresía a un lado, que, por una vez, sean sinceros, y que me digan cuándo un partido o una coalición ha tenido mayoría parlamentaria, y ha renunciado a tenerla también en su órgano de dirección . O acaso son Vds. “tontos de baba”, y, a pesar de ejercer como políticos profesionales (profesionales por que cobran por ejercer la política), aún ni se han enterado de cómo funciona el sistema de mayorías y minorías. Las conclusiones que se pueden sacar de esa posición la verdad es que no son nada halagüeñas, pues son: que son vds. unos sinvergüenzas, que tratan de tontos a los ciudadanos, o que los tontos son vds.

Donde la cuestión sí que se pone intrigante, y está abierta a multitud de hipótesis, es en el caso de quién y cómo presidirá la Generalitat. El quién parece que tiene una respuesta clara: D. Carles Puigdemont, ya que la unión de los partidos secesionistas, y que, como tales, son mayoritarios en el Parlament dicen que: “Nuestro candidato es Puigdemont”. Así de claro y conciso. Lo que no está nada claro es cómo lo van a proclamar, si es que llegan a proclamarlo. Las alternativas que más suenan, y que parecen más viables son:

1)      Puigdemont se presenta en el Parlament y es proclamado. Tiene el obstáculo de que contra D. Carles hay un orden de detención, que lo llevaría directamente a depender del Tribunal Supremo. El cual, presumiblemente, lo enviaría a una bonita prisión, como aquella en la que está el que era su Vice President. Dados los antecedentes, el candidato no parece mostrar ningún interés en conocer el régimen carcelario español como usuario del mismo.

2)      Se elige al President de forma telemática, o por delegación, con lo cual Puigdemont es elegido, al tiempo que elude la posibilidad de ir a la cárcel. Parece la solución perfecta, pero hay varios condicionantes: a) ERC, en principio, parece que no está de acuerdo con esta postura, aunque en la constitución del Parlament evitaron decirlo de forma clara; b) Los letrados del Parlamento niegan que esta solución sea conforme al Reglamento de la Cámara. Pero aquí conviene recordar que el informe de los abogados no es vinculante, y ya hay precedentes de no aceptar sus informes; c) Hay opiniones, como la del ex juez Elpidio Silva, que  apuntan que si el Reglamento no prevé, y, por tanto, no prohíbe la proclamación telemática taxativamente , es que está aceptada. A esta opinión le contestó con sorna, pero no exento de cierta razón, el ex Presidente del Gobierno, Sr. Gonzalez , que el Reglamento no prohíbe investir a un elefante; d) Pero, quizás a efectos prácticos, y más que la resolución al recurso al Tribunal Constitucional, que ya ha anunciado el Gobierno Central, el mayor condicionante a una investidura sin la presencia física del candidato es el anuncio del gobierno central de que mantendría en vigor la aplicación del artículo 155.

3)      Que, a pesar de todos los juramentos de amor a eterno al Sr. Puigdemont, busquen a un candidato alternativo.

4)      No resolver la cuestión, e ir a unas nuevas elecciones.

Claro que siempre queda mi propuesta de la semana pasada de un Govern por WhatsApp…

viernes, 12 de enero de 2018

Elecciones catalanas 2.017 (3)




Han pasado las fiestas de Navidad, del cambio de año, y hasta han pasado los Reyes Magos (los otros permanecen), pero, tal y como veo las cosas, creo que lo que más se aproxima a la situación en la que nos encontramos es la fiesta que se celebra el 28 de diciembre, así que, si me lo permiten, voy a hacer un resumen de cómo veo el panorama catalán. Y aquí tengo que hacer una confesión: voy a hacerlo más para ver si me aclaro las ideas yo, que para aclarárselas a Vds.

Como no quiero parecer pretencioso, no usaré metodología alguna para hacer el análisis, e iré soltando las ocurrencias según me vayan saliendo, al igual que hacen los partidos involucrados, ya que no me gusta dejar en evidencia a nadie.

Una de las cosas que llama la atención, si es que alguna contradicción del PP puede llamar la atención aún, es la insistencia en que la Sra. Arrimadas dé un paso al frente y se postule como presidenta a la Generalitat, cuando el propio candidato del PP, el Sr. Rajoy, renunció a formar gobierno a instancias del Rey tras unas elecciones generales.

No sé si la anteriormente citada Sra. Arrimadas no comprende o no quiere comprender el tema de las mayorías y minorías parlamentarias, al pretender convencernos de que, como cabeza de cartel de la lista más votada, le corresponde ser la Presidenta del Parlament de Catalunya. Y aquí no quiero hacer  ningún juicio de valor sobre si sería o no conveniente que lo fuera, sólo quiero indicar que las cosas no funcionan así. Si así fuera, no entiendo que, con su razonamiento, no reclame la presidencia de la Generalitat.

Lo que está claro es que la opción soberanista ha ganado las elecciones, pero lo que no lo está nada claro es si van a poder gobernar, y cómo lo van a hacer. Necesitando para la mayoría absoluta a las CUP, y tal como se conforman las candidaturas, pueden resultar chocantes las condiciones que quieran imponer, y si los otros partidos soberanistas las querrán aceptar.

Pero atención, los problemas y las ocurrencias no las va a poner sólo las anteriormente citadas CUP. La postura de JxC, no contempla  (al menos de cara a la galería) otra alternativa distinta a que el Sr. Puigdemont sea investido President de la Generalitat, aunque no tienen claro, o, al menos, yo no lo tengo a raíz de las distintas declaraciones, es si la hipotética Presidencia será como Comunidad Autónoma o como Estado Independiente. Por su parte, ERC  parece que, en principio, aceptaría que la presidencia no recayera en ellos, pero. siempre y cuando, la designación se hiciera con el reglamento actual, es decir, con la presencia física del Candidato en el Parlament; caso contrario, y como opción B, pediría que fuese elegido el Sr. Junqueras.

El Sr. Puigdemont no quiere ni oír hablar de volver a territorio español, donde, en principio, le espera una cómoda celda en una de las cárceles españolas, cosa que no le resulta nada apetecible. Por su parte, y mientras el T.S. no varíe su criterio, el Sr Junqueras podría ser trasladado a una cárcel en Catalunya parta poder asistir a los plenos.

Es verdad que la tecnología actual permitiría dirigir la Generalitat a distancia, pero no parece r que sea lo más adecuado, dada la complejidad de la situación en las relaciones de Catalunya, y su encaje con la cuestión jurídica.

Pero no solo existen ausencias entre los candidatos: hay parlamentarios que no quieren/pueden volver, y otros en prisión, circunstancias que podrían alterar los resultados de las deliberaciones.

¿Esta situación tiene solución? Usando los cauces habituales se ven graves problemas para resolverlas, pero echándoles un poco de imaginación…

¿Qué les parece, y ya entramos dentro de mis ocurrencias, que se formara un grupo de WhatsApp para los parlamentarios y otros para el Govern? Puede parecer una tontería, pero se escuchan tantas en relación con la política que una más…

viernes, 5 de enero de 2018

Elecciones catalanas 2.017 (2)




 

Como dije la semana pasada, me toca hablar de algo que no si aún existe, es algo de un pasado remoto, y, actualmente, una leyenda Urbana. Me estoy refiriendo, como todo el mundo habrá adivinado, a eso que se conoce (o conocía) por la izquierda.

Empezaré por Esquerra Republicana de Catalunya, ya que, dentro del fracaso global de toda la izquierda, resulta la gran perdedora de las elecciones, pues es la que más expectativas de triunfo tenía, y, de un primer lugar que parecía tener ganado de antemano, se ha quedado como tercera fuerza. Cierto es que se ha encontrado con una gran desventaja mediática: algunos de sus dirigentes tuvieron que hacer declaraciones para evitar permanecer en prisión, y algunos ni aún así lo consiguieron. Estas declaraciones  que fueron magnificadas, y repetidas hasta la saciedad por los medios de comunicación, consiguieron que algunos no aceptasen los argumentos utilizados, y cambiasen sus votos hacia el otro partido que preconizaba la secesión. Este otro partido, al estar sus líderes fuera de territorio español, sí podía hacer las manifestaciones que quería, sin estar sujeto a fiscalización, y mucho menos a la disciplina penitenciaria, como estaba Oriol Junqueras.

En cuanto a Catalunya en Comú, su derrota y su pérdida de escaños debía, o al menos debería, estar prevista. En un ambiente tan pasional, el intentar ser sensato y coherente se paga. Siempre dijo (o casi siempre) que estaba por que se hiciese un referéndum con garantías, cosa que indignó a sus posibles votantes centralistas. Pero también sus dirigentes dijeron que ellos preconizaban el voto para quedarse en España, cosa que puso fuera de sí a sus posibles votantes secesionistas. Con esta actitud que al menos a mí, me resulta lógica y democrática  ¿Le puede extrañar a alguien que perdiera votos y escaños?

Por lo que se refiere a la CUP, primero, creo que uno se debería plantear si se le puede llamar izquierda a alguien que, por encima de todo, se considera anti sistema, pero, por no crear otro apartado, lo incluiré en la izquierda. La CUP, en aras de llegar a la independencia de Catalunya, sacrificó muchos de sus postulados, aceptó apoyar a P.D.Cat en algunas cuestiones (en casi todas), incluyendo los Presupuestos Generales de la Generalitat. Todas estas actuaciones no se corresponden exactamente con lo que se puede entender como anti sistema, y muchos de sus votantes se decantaron por otras formaciones, o quizás, a pesar de la alta participación, por la abstención.

Acabado mi análisis de la izquierda, vayamos a por el PSC, que, a pesar de ser los agentes comerciales del P (SO) E en Catalunya, no han pagado el apoyo al artículo 155, lo cual, hasta cierto punto, es un logro del Sr. Iceta. Pero en lo que intentan engañarnos  es en asegurar que han ganado apoyo popular, cosa que resulta completamente falsa, ya que integraron en sus listas a antiguos componentes de la UDC con la intención de atraer el voto de los simpatizantes de esa formación. Cosa que, evidentemente, no consiguieron, dado que solo subieron un escaño más que en las anteriores elecciones, que, precisamente, corresponde a un antiguo miembro de UDC.

Y si, tal como están repartidos los votos, resulta evidente que si analizamos el resultado desde el punto de vista  de Secesión sí, Secesión no, la situación varía, pero mejor dejarlo para una próxima semana

viernes, 29 de diciembre de 2017

Elecciones catalanas 2.017 (1)



Pues sí, tras los excesos navideños de comida, de bebida, de comentarios sobre las elecciones catalanas y sobre el discurso navideño del Rey, la verdad es que me da mucha pereza volver a hablar de la situación política, y echo un poco de menos cuando en “EL Periscopi” nos daban vacaciones en estos días.

Vamos a por las elecciones catalanas, de la que se han sacado imnumerables conclusiones, pero  a partir de las cuales aún no se ha comenzado, al menos públicamente, a pergeñar un proyecto de gobierno.

Pero, antes de hablar del triunfo del bloque secesionista, me gustaría destacar un matiz del al que nadie, o casi nadie, le ha dado especial relevancia: el triunfo sin precedente de los partidos de derecha, y el descalabro de los partidos de izquierda,  entre los que, de una forma generosa y nada crítica, incluiré al PSC.

Y hablo de triunfo de la derecha ya que el partido con más votos y más escaños ha sido C’s, que ha capitalizado su intransigencia y su discurso monocorde sobre la “Sagrada Unidad de la Patria”, adelantando en todo momento por la derecha al PP. Cabe destacar su triunfo electoral en el llamado  “Cinturón Rojo”, al igual que en Francia el Frente Nacional logró sus mejores resultados en el “Cinturón Rojo”, o como Trump en aquellos Estados que habían sido más industriales. La globalización, que ha llevado la producción industrial a los países emergentes del sureste asiático, ha dejado sin perspectivas de trabajo estable y de calidad a un amplio contingente de trabajadores, generalmente con escaso bagaje cultural, que los hace proclives a mensajes muy nacionalistas.

Este mismo razonamiento se puede aplicar también a votantes de Junts Per Catalunya, que no nos olvidemos que, a más de secesionista, se nutre de los dirigentes y de las bases de PDCat (antigua Convergencia), que es un partido, no lo olvidemos, de derechas, y nacionalista, al igual que C’s, aunque de otro ámbito nacional. Como resulta obvio, estos votantes también contaron con un plus añadido: “Un mártir de la libertad exiliado”, el cual supo sacar mucho provecho de su situación.

He hablado del triunfo de la derecha, pero no he citado el tremendo fracaso del PPC. Empecemos con que ellos mismos se autodenominen PPC, lo cual no deja de ser una auténtica paradoja siendo un partido eminentemente centralista. Pero no me voy a meter con su nombre, ya que deben tener alguna razón, que a mí se me escapa, para utilizar esa denominación. Así que pasemos a citar las causas de su fracaso, o, al menos, de las causas desde mi punto de vista: Por una vez, la táctica que tan buenos resultados le ha dado en otras ocasiones, le ha estallado en la cara. Los unionistas a ultranza no le han perdonado la tardanza en tomar medidas contra la secesión. Así que, alentados por el Sr. Aznar, se han pasado con armas y bagajes, y, por supuesto, con el voto al partido del Sr. Rivera, que siempre se mostró más beligerante en el tema del artículo 155, quizás por que no tenía la responsabilidad de asumir sus consecuencias. Por otra parte, entre sus potenciales votantes más moderados (suponiendo que los tenga en Catalunya) debieron pesar las escenas de las cargas y otras acciones policiales. Por último, y no menos importante, si querían que les votara alguien que no tuviese su ADN en forma de PP, en vez de en espiral como el resto de los mortales, jamás hubiesen elegido a un candidato como Xavier García Albiol.  
La semana que viene, ya hablaremos de la Izquierda y del PSC

viernes, 22 de diciembre de 2017

No me apetece




Sí, ya sé que se han celebrado (podemos usar aquí la palabra celebrado) las elecciones en Catalunya, aunque exactamente no estoy seguro de qué trataban, ya que unos dicen que eran para refrendar los resultados del 1 O, otros para devolver la normalidad constitucional, y otros por el “ya que se hacen, me apunto”.

Los resultados son los que son, y, como es lógico y habitual en estos casos, todos  han ganado las elecciones, y se han lanzado a proclamarlo a bombo y platillo. El verdadero problema es si se podrá gobernar, y quienes lo harán, y si seguirá vigente el artículo 155 dependiendo del color político de quien pretenda gobernar, pero…

Como digo en el título de este escrito, no me apetece comentar resultados. No me apetece hacer elucubraciones sobre quién puede, objetivamente, considerarse triunfador. No me apetece hacer cálculos para intentar adivinar quién podrá gobernar ¡Tiempo habrá!

Ahora, y dadas las fechas en que nos encontramos, lo que verdaderamente me apetece es felicitar a todos estas fiestas, y desear paz en la tierra, en toda la tierra, a las mujeres y hombres de buena voluntad.

viernes, 15 de diciembre de 2017

Bueno, ¿Y ahora qué digo?



 

A estas alturas de la película, cuando sólo queda el último fin de semana de campaña electoral en Catalunya, aún no he dicho nada sobre  estas elecciones. Y aquí tengo que confesar una cosa, por mucho que esta confesión destroce mí ego: No sé qué decir.

¿Cómo se pueden considerar unas elecciones normales, con candidatos cabeceras de lista electorales en prisión o en el exilio?

Entre otras cosas, me deja perplejo la fecha elegida para celebrar las elecciones, pues, desde hace muchos años, se celebran en domingo para evitar que las empresas tengan que asumir los tiempos concedidos a los trabajadores para ir a votar. Estas son en jueves, y a dos pasos de la Navidad ¿En laborable para hacerlas más atractivas para los trabajadores, por la cuestión de las cuatro horas  libres para la votación, y que así acudan a las urnas de forma masiva? ¿En vísperas de las navidades para que no haya interés en las elecciones, y sean eclipsadas por los intereses propios de estas fiestas? Cuanto menos, contradictorio.

Pero hay cosas bastantes más contradictorias que esta. Veamos algunas de estas contradicciones:

a)      Hay partidos, o, al menos, dirigentes de partidos, que consideran al Sr. Puigdemont el legítimo Presidente de la República Catalana (empezando por el mismo). Y, sin embargo,se presentan a unas elecciones donde pueden ser elegidos para desempeñar un cargo supeditado a otro país, y, por tanto, de menor rango. El argumento esgrimido es: “como demócratas no dirán jamas no a una ocasión de votar”. Y yo me pregunto ¿Son ellos, como demócratas, los que votan en “Gran Hermano”, “La Isla de los Famosos”, y demás programas televisivos  en los que se solicita el voto popular?

b)      Aparentemente, el PP da por perdidas las elecciones. Caso contrario ,hubiese propuesto a algún candidato que buscara la reconciliación, y restañar heridas recientes. El Sr. García Albiol, diciendo que se “habían bajado los pantalones”, pudiéndose dar por aludidos más de dos millones de catalanes, da una sensación más de buscar la humillación que  la justicia, y esto, unido a su final de discurso en el primer acto de campaña con su: “A por ellos”, después de las críticas suscitadas en las despedidas a las fuerzas de seguridad, que fueron como fuerzas represoras, y cuyas actuaciones han sido tan cuestionadas, tampoco parece que sea la forma más adecuada de comenzar una campaña, pero…

c)       C’s es el partido que, al parecer, recoge los votos de una gran parte de los partidarios de las continuación de la unión, sobre todo  entre las personas de derechas y de “extremo centro”, por lo que parece una contradicción la elección como cabeza de lista de una persona con tan escaso bagaje político, y  con un nulo discurso, ya que se limita a repetir, sistemáticamente, las consignas previamente lanzadas por el Sr. Rivera.

d)      El PSC se encuentra en una situación difícil, ya que es en Catalunya el representante de uno de los partidos que votó la aplicación al 155, y, por otra parte, parece ser el candidato que prefiere D. Mariano Rajoy, temeroso de que C’s le reste, por efecto contagio, dado el posible auge de este partido de cara a unas elecciones generales.

El resto de formaciones, a excepción de la CUP, que ya es una contradicción en si, no presentan nada especialmente llamativo por contradictorio entre sus pretensiones y sus actuaciones. Dándose, eso sí, la paradoja, aunque quizás no exista tal paradoja, ya que es la actitud a la que  nos vamos acostumbrando, de que la única formación  que ha procurado introducir un punto de sensatez evitando entrar en reacciones viscerales, debido a esa actitud Catalunya en Comú, posiblemente obtenga unos magros resultados, que lleguen a dificultar que sus representantes sean suficientes para decantar el Govern de la Generalitat en un sentido a otro.

No puedo dejar de pensar que, a pesar de lo distintos que, en opinión de los independentistas, son el pueblo español y el catalán, ambos se dejan embaucar por sus dirigentes, y recaen en la trampa, a pesar de lo que puedan hacer y decir sus dirigentes. Del pueblo español, nada más hace falta ver la permanencia del PP en el Gobierno, y la intención de voto en unas futuras elecciones. Del pueblo catalán, sólo puedo decir que se mantiene casi el mismo número de independentistas que votarán la opción de los que les engañaron con la proclamación de la República de Catalunya por la vía del DUI, cuando ellos mismos después reconocen que dicha opción era inviable, como se demostró posteriormente; que han aceptado que no estaban preparados para empezar la andadura como país independiente; que dijeron que la permanencia en la UE después de la independencia sería una realidad incuestionable, cuando Francia, Italia, y, en menor medida, Alemania, que tienen tensiones nacionalistas internas, jamás darían su apoyo a una secesión que podría dar alas a sus zonas más conflictivas. No hablo de las declaraciones de algunos de los encarcelados para intentar librarse de la cárcel con más o menos éxito, ni de las contradicciones o de las vaguedades en las declaraciones de los que continúan en prisión, y de los que están en libertad, pero estas mismas contradictorias declaraciones deberían poner en guardia a los posibles votantes.

En conclusión, quizás los españoles y los catalanes no sean tan diferentes como algunos quieren hacernos creer.