Ahora que el
14 de abril llama a las puertas creo que deberíamos honrar a aquel que con su
muerte ha puesto un poco más cerca que la IV República pueda ser una realidad
en futuro próximo.
Creo que
nadie, ha contribuido más a la causa
republicana que el elefante abatido en
Bostwana por el Borbón heredero del sangriento general que nos tuvo bajo
su bota. Cierto es que Undargarín, puso su grano de arena en el descrédito de
la Familia Real, pero con la muerte del elefante y las consecuencias
posteriores el descredito de la monarquía creció a pasos agigantado.
Hasta el
momento de la muerte del elefante y las circunstancias que rodearon al hecho, en
este país, ningún medio osaba ya no criticar, ni tan siquiera cuestionar las
actuaciones reales. Sus salidas de tono se consideraban “gracietas” y solo se
comentaban algunas de sus actuaciones como anécdotas debidas a su carácter
campechano. Tomemos como ejemplo, su actuación en la Conferencia de Países Hispano
Americanos. Prescindiendo de la opinión que cada uno pueda tener del difunto Chávez,
que no hay que olvidar que fue elegido democráticamente por su país, lo que no
se puede decir del Borbón, designado como ya he dicho anteriormente, así que su
“¿Por qué no te callas? Aparte de una grosería, una demostración de petulancia fue
una falta de respeto al pueblo y al país de Venezuela.
Por haber
iniciado el principio de lo que se adivina el principio del fin quiero rendirle
homenaje al elefante muerto al tiempo que muestro mí emocionado recuerdo para
el oso al que también asesino, después de que hubiese sido previamente
emborrachado.
Publicado en El Periscopi el 12 04 2013