Aunque
aún esté con la resaca de tanta beatería
y necrofilia, completada con una escenografía entre gore y kirsch, que además
me hace jurar en hebreo por las calles
llenas de cera, con la que a punto he estado de caer algunas veces a pisarla,
debo reconocer que me ha sorprendido gratamente una actuación del Sr. Obispo de Mallorca. Por
la excepcionalidad del caso, paso a referir la citada actuación, no sin aclarar
lo siguiente:
No
quiero, ni debo, entrar en valoraciones si el ex rector de Sa Pobla cometió o
no los hechos por los que fue acusado,
no es el caso ahora. Tampoco si el acusador dijo la verdad o mintió, supongo
que habrá tiempo para averiguarlo. Además, para eso está la Justicia que es la
que tiene que dirimirlo y no los ajenos a la misma.
Lo que
quisiera resaltar, es la decisión del obispado en continuar con el expediente
hasta conocer la verdad de los hechos.
A pesar
de que sé que habrá gente, que pensará que al retirar la denuncia, se debería
haber concluido con el proceso, sin embargo y aún reconociendo que en muchos
caso habrá buena intención, creo que
están equivocados por varias razones que paso a enumerar:
a) El acusado ha retirado la
denuncia, pero en ninguna parte del documento de retirada, manifestó que en su denuncia hubiese declarado hechos falsos o que estos supuestos
hechos no hubiesen sucedido.
b) El acusador, ha recibido fuertes
presiones al menos psicológicas por parte de una gran mayoría de los habitantes
de su pueblo, que llegaros incluso a manifestarse , ante la actitud de los
vecunos, se tuvo que presentar allí el
Sr. Obispo para calmar los ánimos.
c) La gran mayoría del pueblo, otorgo
la presunción de inocencia para el ex
rector, lo cual aplaudo, pero sin embargo, en ningún momento, esta presunción
de inocencia o al menos de credibilidad fue
hacia al acusador.
d) ¿Se imagina alguien la situación
personal del acusador al encontrarse con todos en contra?
e) Los delitos, y la pederastia lo
es, no se persigue solo a petición de parte, el Ministerio Fiscal y en este
caso la Iglesia también, pueden y deben continuar con las investigaciones de un
posible delito hasta el esclarecimiento total del caso, bien en un sentido o en
otro
Por esta postura, tan contraria a la
tradicional de la Iglesia católica que siempre ha sido tapar o intentar tapar cualquier atisbo de
escándalo, opino que la postura adoptada por el obispado ha sido la única correcta,
además de valiente, al no plegarse a las voces que pedían la reincorporación
del antes mencionado ex Rector . Posponiendo
una nueva decisión hasta no
haberse esclarecido la verdad o la falsedad de los hechos.
Publicado en El Periscopi el 10 04 2015