viernes, 23 de diciembre de 2016

Espíritu navideño




Contagiado por la sensación de alegría, de felicidad, y de solidaridad de estos días, no voy a criticar a ninguna formación política o socio-económica. Al contrario, obviaremos detalles que resulten negativos para ellos y destacaremos sus acciones positivas. Empecemos por el propio Gobierno de España.

A pesar de que podría reprocharle infinidad de actuaciones, inexactitudes, cuando no mentiras flagrantes, no quiero criticarlo en estos días. No quiero recordar que han vaciado la “hucha de las pensiones”, ni que su reforma laboral ha hecho tan precario el empleo que un contrato indefinido sea una “rara avis”, ni que las retribuciones al trabajo sean tan exiguas que el encontrarlo  no signifique la salida del umbral de la pobreza. Tampoco quiero recordar que, a pesar de  los draconianos recortes en salud, educación, dependencia o cualquier otro tipo de prestación social, dejando en una situación precaria al estado de bienestar,  la deuda pública es superior al P.I.B y continua creciendo. Pero no, hablemos de las cosas positivas. Las cosas positivas ¿Las cosas positivas? ¡Como estoy de memoria! Ahora no se me ocurre nada, pero seguro que habrá algo.

Bueno hablemos del PP. Aquí tampoco quiero hacer ninguna descalificación, así que no mencionaré a Bárcenas, a los casos Púnica y Gurtel, a los colaboradores de Dña. Esperanza Aguirre, ni al PP valenciano o balear, las cuestiones que parece que quieren aflorar en Murcia, y aún menos  los 13.000 euros en vinos que, al parecer, le han regalado al Sr. Feijó. En cuanto a lo bueno pues… esto… tampoco recuerdo ninguna cosa para mencionar, así que espero que me permitirán que, cuando me venga a la mente algo favorable, tanto de los ya citados como de los que citaré a continuación, se lo haré saber sin más dilación a los lectores.

Hablando de partidos, no podemos dejar de lado al P(SO)E, que cuando era posible un pacto de gobierno de izquierdas para desalojar al PP, primaron otros intereses más o menos relacionados con puertas giratorias. Y que cuando numéricamente ya era una utopía,  hizo intentos vanos. Pasaré por alto lo del: “No es no”, y  su pasó al: “Bueno, pero muy bajito y mirando para otro lado” en forma de abstención. Como es lógico, tampoco hablaré de los ERE’s de Andalucía.

 Podemos es esa gran esperanza fallida en torno a una alternativa de izquierdas, que se dedica a comportarse como párvulos de colegio luchando entre diferentes opciones personalistas por ver quién es el macho alfa. Pero no les juzgo, y mucho menos crítico, al fin y al cabo el cainismo está en los genes de la izquierda.

Tampoco voy a decir nada adverso hacia C’s, al que muchos calificaban del tonto útil del PP, pero que con los acuerdos puntuales del PP y el P(SO)E ha perdido su utilidad.

Ni me meteré con los sindicatos de clase, ya que no hay que perturbar el sopor en el que viven sumidos  desde las medidas económicas y sus efectos socio laborales, ya que aseguran que es muy perjudicial despertar bruscamente a alguien sumido en un profundo sueño.

Y cómo me voy a meter con la gran patronal si están haciendo lo que más les gusta: ganar dinero, y someter al trabajador, teniendo todo el respaldo de la clase dirigente del país.

Así que deseo a todas/os las mujeres y hombres de buena voluntad unas Felices fiestas, que ya llegará el momento de continuar con las críticas.
  Publicado en El Periscopi el 22 12 2016

sábado, 17 de diciembre de 2016

Cambios ¿Qué cambios?




Ligeramente, o no tanto, desfasado, pero no quisiera dejar pasar la ocasión para decir la mía sobre el tema.

Para unos, la Constitución española es sacrosanta e inviolable, y sólo se puede modificar al dictado de las decisiones de Europa, ya que, para uso interno, es la Verdad revelada.

Para otros, es la causa de todos los males que han aquejado, aquejan, y aquejarán a los ciudadanos del Estado Español.

¿Cuál es la postura acertada ante esas dos interpretaciones? Creo que, como en muchas otras dualidades, las dos opciones son correctas, pero también ambas son erróneas.

La Constitución es fruto de un tiempo y de una situación determinados, donde la alternativa a ella era la continuación del franquismo, hasta que la situación estallase hacia una dirección desconocida. Entonces, ¿Fue oportuna su redacción y aprobación? Si, si se quería acabar con las leyes de la dictadura. No, si se querían dinamitar todas las secuelas del franquismo sociológico.

Recordemos que, a la muerte del dictador, todos los poderes, o para ser más claros, el Poder estaba en manos, más o menos como ahora, de una oligarquía que hacía lo que estaba de acuerdo con sus intereses, también más o menos como ahora, pero no hay que olvidar que al frente del Ejercito estaban generales que habían luchado en la guerra incivil del lado de los rebeldes y traidores a la República, y  contra el pueblo que se dio esa forma de gobierno, que estaba legal y democráticamente constituido, y tampoco hay que olvidar que en ese momento en las comisarías de policía estaban aún Conesa, Billy el Niño, y una horda de imitadores, quizás con más saña aún, pero con menos fama (mala fama).

Se quiso evitar la confrontación, que hubiese podido, incluso, llegar a ser armada. Se quisieron desmontar, al menos formalmente, las estructuras franquistas. Se quiso acelerar el proceso. Y se busco una solución de consenso, que, a pesar de no contentar en su totalidad a nadie, no fuese inasumible por grupo alguno.

A pesar de toda la teórica buena voluntad y el deseo mayor de equidad, como en todas las partidas, el que tiene los ases gana. Así, nos colaron en un “trágala” una serie de medidas, que, a pesar de que en su momento se tuvieron que aceptar, hoy en día resultan difícilmente aceptables, como pueden ser una monarquía sin un respaldo histórico, o la obligada amnistía para todos los crímenes de la dictadura.

Por otra parte, se devaluaron reivindicaciones históricas, y se introdujeron dislates como el tema de las lenguas co oficiales, que se tenía derecho a hablar, pero no se tenía la obligación de entender. Por no hablar de la chapuza de las llamadas autonomías.

Para llegar a una conclusión ¿Fue beneficiosa la transición y por ende la Constitución? En mi opinión: si.

Se debe mantener en su estado actual, o con un mínimo de cambios cosméticos. En mi opinión: no.

Como he dicho antes, la Constitución se redactó y promulgo en una situación y en un momento de la historia que no coinciden con el actual. Por ello, se debería revisar a fondo, eliminando todas sus contradicciones y componendas coyunturales, de forma que resultara útil a los ciudadanos y quedara redactada para que sirviera para muchos años en el marco de una sociedad democrática.

¿Es pedir demasiado? Por desgracia, y dada la tiranía económica a que estamos sujetos y que, previsiblemente, con el nuevo Emperador aún se acrecentará más, lo máximo que podemos esperar que cambie de la Constitución español es  el tipo de letra con el que está editada.

 
Publicado en El Periscopi el 16 12 2016

lunes, 5 de diciembre de 2016

Salario mínimo.

El día en que sale publicado mi escrito semanal, pero debido a las fiestas y puentes de esta semana, El Periscopi ha reunido todas sus publicaciones semanales en una única


Tengo que reconocer que, en algunos casos, soy muy clásico y conservador, así que no puedo concebir un país democrático en el que, en una negociación sobre remuneraciones a los trabajadores, no sean los sindicatos uno de los interlocutores  principales. Para ser ecuánime, tampoco es muy normal que no esté presente la patronal, al menos para “hacer bonito” ya que de facto, sus intereses, s que están bien representados.

Con respecto a los sindicatos, debo reconocer que la derecha sociológica española, con la inestimable cooperación del P(SO)E, han hecho una esplendida labor, pues han conseguido que una mayoría de la clase obrera los considere innecesarios.

Cargar contra los sindicatos de clase fue un objetivo desde que se autorizaron tras las muerte del dictador. Por medio de diferentes medidas, las más importantes para su logro fueron:

a)      El fomento de sindicatos gremiales para evitar el crecimiento y la concentración de afiliación. con la consiguiente fuerza de los mismos en virtud de su alta afiliación.

b)      La vinculación de todos los trabajadores a las ventajas sociales, económicas, o de cualquier otro tipo logradas por la acción sindical, con independencia de su afiliación o no a las citadas organizaciones.

La primera medida resultó contraproducente para los intereses de los que la propugnaron y del país en general, ya que pequeños colectivos en defensa de reivindicaciones muy minoritarios tenían la capacidad de paralizar el país. Baste acordarse de las huelgas de los conductores de ferrocarriles o de los controladores aéreos.

La segunda medida sí que resultó muy efectiva para sus intereses, pues si los beneficios obtenidos por acciones de presión o de cualquier acuerdo, recaían sobre el conjunto, hubiesen secundado o no las actuaciones reivindicativas ¿Qué necesidad había de pagar una cuota sindical?, ¿Qué necesidad había de afiliarse con el riesgo de ser mal mirado por el empleador?, ¿Qué necesidad había de secundar una huelga y de que te descontaran el salario de las jornadas no trabajadas?

La fuerza de un sindicato está en sus afiliados, y su independencia en la posibilidad de generar recursos económicos propios, y eso lo dan las cotizaciones y no las subvenciones que pueden coartarla. Si a la debilidad estructural debida a la escasa afiliación, se le une una campaña institucional de desprestigio y algunos errores propios, es absurdo tratar de negar estos, ¿Puede extrañarle a alguien la atonía de sus constantes vitales?

Creo que deberíamos preguntarnos todos los críticos de café ¿Hacemos algo positivo para que los sindicatos vuelvan a tomar las riendas de la lucha obrera?, ¿Les damos soporte para que se enfrenten de manera eficaz a la reforma laboral que nos ha llevado a la situación de que encontrar trabajo no signifique alejarse de la pobreza? ¿Pueden oponerse eficazmente a la precariedad laboral?

Sí, se ha aprobado un nuevo salario mínimo interprofesional. Pero los sindicatos, para vergüenza de los ciudadanos, no han tenido ningún protagonismo, por tanto ¿Nos puede extrañar que dicho salario mínimo sea tan mínimo que no alcance a la compensación por comida fuera del domicilio de un diputado?

Publicado en El Periuscopi el 05 12 2016

viernes, 2 de diciembre de 2016

Monumento a la hipocresía




Uno de los mejores discursos funerarios que se conocen es el pronunciado por Marco Antonio a la muerte de Julio César. Transcrito en el drama homónimo escrito por William Shakespeare, y que, como todos recordarán, comienza así: “Amigos, romanos, compatriotas, ¡Prestadme atención! ¡Vengo a inhumar a César, no a ensalzarle! ¡El mal que hacen los hombres les sobrevive! ¡El bien queda frecuentemente sepultado con sus huesos!

Sin embargo, y pese al enorme respeto y admiración que siento por la obra del genial bardo, me siento en la obligación de disentir, ya que, si alguno de los “grandes amigos” que tenía la Sra. Rita Barberá en el PP, hubiese tenido un mínimo de creatividad literaria, hubieran escrito, e incluso leído, algo semejante a esto: “Amigos, valencianos, ¡prestadme atención! ¡Vengo a inhumar a Sta. Rita del Caloret, y a ensalzarla! ¡El bien que hacen los humanos, les sobrevive! ¡El mal queda sepultado con sus huesos!

Por una vez, me voy a expresar con un tono un tanto duro, pero esa caterva de carroñeros, hipócritas y desvergonzados adalides de la mentira y deshonra de la clase política que abundan, por no decir copan, la cúpula del PP, hacen que cualquier persona con un poco de dignidad se sienta avergonzada de que gente con semejante nivel de indignidad personal puedan, con la complicidad de sus votantes, dirigir a este país.

Los mismos que la apartaron del partido ahora se proclaman  sus grandes amigos.

Algunos de los que, como colmo de deshonestidad, compararon su gestión con las presuntas irregularidades de los Eres de Andalucía, hoy la presentan como ejemplo de honestidad.

Algunos de los que fueron a su funeral como “amigos”, ya que la familia no quería representantes de la clase política, fueron los que negaron conocerla cuando fue investigada (imputada).

Los que hoy amenazan con posibles repercusiones por las descalificaciones a la fallecida, no dudaron en apartarla del partido

Algunos de los que culpan de su muerte a los medios y al “linchamiento mediático”, fueron los primeros en aplaudir las medidas tomadas por su partido cuando fue apartada, al tiempo que dudaban de su honestidad al retener el acta de Senadora.

Algunos de los que critican la “falta de respeto”  de los Diputados de Podemos por no sumarse al minuto de silencio en el Congreso, son los mismos que se negaron a que se guardara en el mismo lugar un minuto de silencio por los que habían fallecido anteriormente a ella siendo o habiendo sido miembros de una Cámara, con la particularidad de que no tenían ninguna sombra de sospecha de actuaciones penales, y mucho menos haber sido investigados (imputados).

Causa verdadero asco esa clase de “amigos”, y vergüenza ajena tener esos desaprensivos como dirigentes de este país, esos que son capaces de intentar sacar provecho de una muerte, esos que, si fuera cierto que se murió de pena,  la habrían causado, esas plañideras interesadas que actúan de una forma tan despreciable.

Con este escrito, no pretendo defender a la fallecida. Sus hechos, que no  sus responsabilidades penales, perdurarán tras su muerte. Su prepotencia, sus modales, el haberse rodeado de presuntos delincuentes, y con indicios razonables, de ahí su investigación (imputación), de haber cometido también ella actos delictivos.

¿Respeto por haber muerto? El mismo que cuando estaba viva. El respeto no se adquiere por el hecho natural de la muerte. Se obtiene o se pierde por las actuaciones realizadas durante   tu trayectoria vital, por el respeto que se tiene con lo que te rodea ¿Tuvo ella respeto con la lengua de la ciudad de la que fue alcaldesa durante 24 años? ¿Tuvo ella respeto con sus rivales políticos? ¿Tuvo ella respeto a sus conciudadanos?

En fin, hemos podido asistir en directo a la construcción de un faraónico monumento a la hipocresía y a la mezquindad ética.
Publicado en El Periscopi el 01 12 2016

viernes, 25 de noviembre de 2016

Echando callo



Comienzo a estar preocupado. Llevo bastante tiempo sin escribir sobre mi tema estrella, el PP. Que si las dudas del Sr. Sánchez, que si la abstención del P(SO)E, que si las elecciones estadounidenses, que si la victoria del Sr. Trump, que…

En fin, que tengo abandonado al PP, y eso que ha hecho los suficientes méritos para que me acuerde de él, especialmente por su amor al peligro, o, según la frase coloquial, porque “le va la marcha”.

En ese partido saben, o al menos deberían saber, que si verdaderamente quieren seguir en el poder deben realizar concesiones a C’s para que  aguante el tipo delante de sus ya escasos votantes, o potenciales votantes. Del P(SO)E ya no hablo, pues ya han realizado todo el trabajo en el Congreso que están dispuestos a hacer durante toda la legislatura, con su abstención-inmolación. Ahora se dedicarán a dormir el sueño de los justos, y a esperar que los astros les sean favorables en próximas elecciones.

Volviendo a C’s, no creo que a sus dirigentes, después de exhibir hasta la saciedad el compromiso firmado por el PP en el que se comprometían a la transparencia absoluta, con casos como el nombramiento como Presidente de una Comisión del ex Ministro de interior reprobado por el Pleno del Congreso, se muestren muy conformes, pues hace que los que consideraban a D. Albert Rivera como un tonto útil para el PP, ahora aboguen por quitar el calificativo de útil.

Pero, sin duda, al PP le gusta jugar con fuego. Otra prueba de ello es que a su mayor fuente de votos, los jubilados, a los que hasta ahora, y dentro de su peculiar manera de entender los temas sociales, había mimado, manteniéndoles el poder adquisitivo según los datos del IPC, ahora, y ante cuatro años de legislatura por delante, no duda en menguar  el ya escaso nivel adquisitivo de sus esquilmados votantes potenciales más fieles, a los que ya saqueó vaciándoles la “hucha de las pensiones”. Deben confiar en la mala memoria, y en que  a última hora una pequeña zanahoria servirá para conformarlos y que les vuelvan a votar.

Y ya que he mencionado el IPC, no creo que sus datos sean falsos, pero no coinciden con mis apreciaciones cuando voy al mercado o a los distintos comercios a comprar. Y si a estos gastos le añado los recibos de servicios esenciales como son los de energía, aún aumenta más la disparidad entre los datos oficiales  y los que resultan de sumar los gastos realizados. Por esta razón, y apelando a la transparencia que promulga nuestro gobierno, le agradecería, y creo que todos los ciudadanos también, que nos indicaran en qué comercio se surten para realizar el mencionado IPC y de ese modo favorecernos también de los moderados aumentos, e incluso decrecimiento a veces, en vez de sufrir las subidas a menudo desproporcionadas que tenemos que afrontar.

Con la cantidad de actuaciones con las que nos obsequia nuestro PP y yo buscando temas ajenos a ellos ¿Será que me he acostumbrado a sus actuaciones? ¿O acaso estaré echando callo y ya no me extrañan sus actuaciones?

Mientras redacto este escrito, me he enterado de la muerte de la ex-Alcaldesa de Valencia Dña. Rita Barberá y no puedo dejar de pensar en la oportunidad de su muerte, y, por esta razón, espero que el PP le haga un gran homenaje. Ha cumplido con el partido hasta con su muerte, ya que ésta cierra definitivamente cualquier causa penal contra ella, evitando que salgan las presuntas corruptelas cometidas por ella, o bien en nombre del partido, o bien para el partido durante su largo mandato municipal.

Publicado en El Periscopi el 25 11 2016

sábado, 19 de noviembre de 2016

El imperio y su mandatario



Ya sucedió, y, de momento, el mundo ni se ha parado, ni se ha desplomado. El nuevo Emperador del mundo occidental, y de buena parte del mundo oriental, es el Sr. Donald Trump.

A partir de este hecho, podemos llegar a distintas conclusiones, unas obvias y otras no tanto.

Entre las primeras está que el Sr. Trump, a pesar de la innegable  influencia que su  mandato como Presidente de los EE.UU. ejercerá en toda la política internacional, ha sido elegido sólo por ciudadanos estadounidenses y para gobernar en su país. Por tanto, hay que aceptar que  los parámetros políticos de aquel país son muy diferentes de los comúnmente aceptados por los europeos. La motivación para elegir a su máximo mandatario no tiene porque coincidir con las motivaciones de los ciudadanos europeos, (a pesar de que en el caso de España hay una gran similitud ya que en ambos proceso electorales resultó vencedor el candidato que más promesas electorales irrealizables formuló).  La constatación de esta afirmación en el plano europeo podría ser que no se concibe que un ciudadano europeo careciese de seguridad social y cobertura asistencial sanitaria, cuando esta situación allí es muy contestada, e, incluso, una de las promesas de campaña del ganador fue suprimir la tímida asistencia sanitaria instituida durante el mandato del Presidente saliente, el Sr. Obama.

Entre las menos obvias, al menos aparentemente, figuran la capacidad de hacer promesas que se saben irrealizables, tanto por el que las emite, como por parte de a quién van dirigidas.  El que las dice lo hace porque sabe que es lo que se espera que diga, y sabe que gustan esas promesas. El que las recibe necesita creerlas, no analiza el mensaje; lo acepta y lo cree porque necesita creerlo, porque, aunque sea imposible de realizar, si se cumpliese vería colmadas sus expectativas de vida. El votante arquetipo del sr. Trump ha sido   un hombre, blanco, mayor de 45 años, con poca educación reglada, y escasa especialización laboral. Pues bien, ese arquetipo está muy identificado en el siguiente artículo del New York Times, ya que, si bien el carácter y la personalidad del Presidente da una impronta al mandato, no se puede olvidar la importancia que tiene la influencia de los lobbys en la política americana (y mundial), que, en la inmensa mayoría de los casos, se corresponde con la dirección de las transnacionales. Con esas premisas ¿Puede creer alguien con un sentido crítico medio que estas empresas van a dejar de fabricar en el tercer mundo, con sus precarias medidas laborales y escasas remuneraciones, para volver a producir en los EE.UU, con sus elevados salarios?

Otra de las falsas promesas que se ha desinflado antes de  iniciar de manera efectiva su mandato ha sido la de expulsar a todos los inmigrantes que careciesen de documentación en regla, y que se cifraban en unos once millones de personas. Una gran parte de ellos están ocupados en la agricultura, con precarias condiciones y sueldos bajos ¿Puede pensar alguien que los poseedores de las tierras cultivadas van a pagar un salario que resulte atractivo a los ciudadanos americanos, pudiendo pagar sueldo de miseria a los “sin papeles”? Pero no sólo es pasa  allí ¿Quiénes recogen aquí la aceituna? ¿Quiénes cultivan las tierras del Maresme?

Para no entrar en más detalles, ya habrá tiempo, otra cuestión que cae por su peso es el pretendido proteccionismo, gravando con fuertes aranceles a las importaciones. EE.UU. es un país exportador, y, por mucha influencia y poder que tenga, que lo tiene, si tomara esas medidas tendría que esperar un tratamiento recíproco con sus exportaciones, lo que repercutiría negativamente en su balanza comercial, con la consecuente actuación de los lobbys, mencionados anteriormente.

Creo que el sr. Trump va a ser un mal Presidente para la humanidad en general. Su posición con respecto al cambio climático creo que avala esta afirmación. Pero no creo que pueda ser peor que los últimos presidentes americanos, desde Truman hasta aquí.

Por último, quisiera hacer un ruego muy encarecido a los medios de comunicación, a los tertulianos, a los politólogos, a empresas o instituciones dedicadas a realizar encuestas, y a todos los que crean o puedan crear opinión política: que vaticinen en las próximas elecciones francesas una victoria abrumadora a la Sra. Marine Le Pen, ya que, visto lo visto….
Publicado en El Periscopi el 18 11 2016
 

viernes, 11 de noviembre de 2016

Idiomas (Con una pequeña injerencia)



Ando un poco desconcertado. Desde hace algún tiempo, pero últimamente con más frecuencia, noto que mi concepto de las palabras es diferente al que oigo y leo en los medios.Y  no es cuestión de castellano – catalán. Me pasa con ambos idiomas. Fonéticamente y ortográficamente parecen el mismo idioma, pero los vocablos cambian radicalmente de significado ¿No les pasa a Vds. alguna vez?

Voy a poner unos ejemplos.

El Sr. Rajoy habla de un gobierno dialogante y tendente a llegar a consenso con el resto de fuerzas políticas y entre sus ministros continua al frente de Hacienda alguien que en ningún momento demostró un ápice de ser un espíritu abierto al diálogo y al consenso,o al menos, según el significado que le doy a esos dos conceptos.

El PP manifiesta entre grandes alharacas que es el paladín de la lucha contra la corrupción, mientras se encuentra investigado por la destrucción de pruebas que podrían incriminarle en temas de financiación ilegal. No sé qué pueden entender en el citado partido por luchar contra la corrupción, pero lo que aparenta no es exactamente lo que yo entiendo por una lucha decidida y eficaz contra la corrupción.

El PP en pleno, desde su presidente hasta el último simpatizante, al hablar de los casos de corrupción siempre mencionan dos argumentos: el primero que son casos aislados de personas que traicionaron la confianza depositada en ellos, en primer lugar, y, a continuación, argumentan que “esas personas de las que Vd. nos habla ya no son miembros del partido”. Si aislados se refiere a que uno de los ex dirigentes condenados en firme en una de las múltiples causas que tiene abierta vive en una isla, podemos coincidir, pero me temo que no van por ahí sus comentarios, a tenor de la segunda parte de su argumentación. Por eso mi concepto de casos aislados no coincide con el suyo, ya que es extraña la administración en la que hayan gobernado en que no haya habido casos de presuntas corrupciones.

Pero no solo es el PP con quien tengo problemas de idioma, también me pasa con el PSOE: La Sra. Díaz en Andalucía clama por la inocencia de los Srs. Chávez y Griñán, que van a ser juzgados por presuntas implicaciones en el caso de los ERE’s, pero no duda en criticar al Sr. Rajoy por el apoyo que manifiesta  a los dirigentes del PP, hoy envueltos en juicios por presuntos delitos cometidos en el desempeño de sus cargos.

Y ahora, permítanme que me salga un poco del tema, pero, al conocer el resultado de las elecciones americanas, no he podido menos que recordar el escrito de hace un par de semanas en el que apuntaba que el Sr. Trump podía ser del PP. Ahora a la vista de los resultados, creo que se puede confirmar.

Publicado en El Periscopi el 11 11 2016