Han pasado las fiestas de Navidad, del cambio de año, y hasta
han pasado los Reyes Magos (los otros permanecen), pero, tal y como veo las
cosas, creo que lo que más se aproxima a la situación en la que nos encontramos
es la fiesta que se celebra el 28 de diciembre, así que, si me lo permiten, voy
a hacer un resumen de cómo veo el panorama catalán. Y aquí tengo que hacer una
confesión: voy a hacerlo más para ver si me aclaro las ideas yo, que para aclarárselas
a Vds.
Como no quiero parecer pretencioso, no usaré metodología
alguna para hacer el análisis, e iré soltando las ocurrencias según me vayan
saliendo, al igual que hacen los partidos involucrados, ya que no me gusta
dejar en evidencia a nadie.
Una de las cosas que llama la atención, si es que alguna
contradicción del PP puede llamar la atención aún, es la insistencia en que la
Sra. Arrimadas dé un paso al frente y se postule como presidenta a la
Generalitat, cuando el propio candidato del PP, el Sr. Rajoy, renunció a formar
gobierno a instancias del Rey tras unas elecciones generales.
No sé si la anteriormente citada Sra. Arrimadas no comprende
o no quiere comprender el tema de las mayorías y minorías parlamentarias, al
pretender convencernos de que, como cabeza de cartel de la lista más votada, le
corresponde ser la Presidenta del Parlament de Catalunya. Y aquí no quiero
hacer ningún juicio de valor sobre si
sería o no conveniente que lo fuera, sólo quiero indicar que las cosas no
funcionan así. Si así fuera, no entiendo que, con su razonamiento, no reclame
la presidencia de la Generalitat.
Lo que está claro es que la opción soberanista ha ganado las
elecciones, pero lo que no lo está nada claro es si van a poder gobernar, y cómo
lo van a hacer. Necesitando para la mayoría absoluta a las CUP, y tal como se
conforman las candidaturas, pueden resultar chocantes las condiciones que
quieran imponer, y si los otros partidos soberanistas las querrán aceptar.
Pero atención, los problemas y las ocurrencias no las va a
poner sólo las anteriormente citadas CUP. La postura de JxC, no contempla (al menos de cara a la galería) otra
alternativa distinta a que el Sr. Puigdemont sea investido President de la
Generalitat, aunque no tienen claro, o, al menos, yo no lo tengo a raíz de las
distintas declaraciones, es si la hipotética Presidencia será como Comunidad
Autónoma o como Estado Independiente. Por su parte, ERC parece que, en principio, aceptaría que la
presidencia no recayera en ellos, pero. siempre y cuando, la designación se
hiciera con el reglamento actual, es decir, con la presencia física del
Candidato en el Parlament; caso contrario, y como opción B, pediría que fuese
elegido el Sr. Junqueras.
El Sr. Puigdemont no quiere ni oír hablar de volver a
territorio español, donde, en principio, le espera una cómoda celda en una de
las cárceles españolas, cosa que no le resulta nada apetecible. Por su parte, y
mientras el T.S. no varíe su criterio, el Sr Junqueras podría ser trasladado a
una cárcel en Catalunya parta poder asistir a los plenos.
Es verdad que la tecnología actual permitiría dirigir la Generalitat
a distancia, pero no parece r que sea lo más adecuado, dada la
complejidad de la situación en las relaciones de Catalunya, y su encaje con la
cuestión jurídica.
Pero no solo existen ausencias entre los candidatos: hay
parlamentarios que no quieren/pueden volver, y otros en prisión, circunstancias
que podrían alterar los resultados de las deliberaciones.
¿Esta situación tiene solución? Usando los cauces habituales
se ven graves problemas para resolverlas, pero echándoles un poco de
imaginación…