Mucho me temo que
las elecciones generales venideras se asemejen más a un certamen para elegir a
míster España, que a unos comicios para elegir al Presidente del Gobierno de la
nación.
Los guapos oficiales
que se disputarán la banda honorífica, quería decir el cargo, son, por riguroso
orden alfabético de sus apellidos: Casado, Iglesias, Rivera y Sánchez, de donde,
obviamente, se descolgará Iglesias, aunque la coleta no dejará de
proporcionarle algunos seguidores.
Entre los otros tres,
la cosa estará más reñida. El cuerpo de ex atleta profesional de Sánchez tendrá
unos duros rivales, ya que competirá con el recuerdo del desnudo de Rivera, y
la juventud y la sonrisa de Casado.
Sin embargo, en un
país normal y democrático, o incluso en el nuestro, si se pudiera debatir y ser
escuchado sobre ideas, la cosa sería más sencilla, o quizás no.
Vamos a repasar las
razones por las que un debate de ideas y posiciones nos podría facilitar
acertar en la elección:
a)
Economía. A pesar de los distintos matices los
representantes del P(SO)E y PP y C’s promueven la economía de mercado y un
apoyo más o menos evidente a las doctrinas neo liberales.
b)
Derechos de los trabajadores. Aquí la letra de la canción es diferente, pero la
música es la misma, y no olvidemos quién inició la reforma laboral, que, naturalmente, está asociado con el neo
liberalismo.
c)
Libertades públicas. Otro aspecto en
el que parecen diferir, pero, si fuera así, ya estaría derogada la “Ley
mordaza”.
d)
Educación. En cuanto al tema de la religión en las aulas y la
enseñanza concertada, todos, a efectos prácticos, se encuentran en la misma
postura, varían las excusas. En cuanto a una Ley de Educación consensuada,
todos dicen que sí, pero todos quieren imponer la suya, y, curiosamente, todas son
bastante coincidentes entre sí.
e)
Igualdad. Aquí difieren. Mientras que el PP (léase Casado)
se ha alineado con los sectores más retrógrados de la sociedad, incluida la mayoría
de la cúpula de la Iglesia Católica española, el C’s (Rivera) se debate entre
dos posiciones antagónicas. Por una parte, se auto constituyó en el líder del
feminismo, y valedor universal de la huelga de mujeres. Por la otra, dada su
posición decididamente neo liberal, declina realizar cualquier tipo de
actuación a favor de las posiciones más débiles con el falaz argumento de que
la libertad es igual para todos. Por último, desde el P(So)E, Sánchez, es el
que más aboga por la igualdad. Pero así, entre nosotros, y sin que nos oiga
nadie ¿De verdad se cree .que el tema de
la igualdad y el feminismo va a influir en el resultado de unas elecciones
generales?.
f)
Unidad de España, aún con distinto tono, el mensaje en los tres
casos es el mismo, siendo claramente intercambiables los textos y las personas
Es cierto, no es justo. Lo sé. He marginado a
Iglesias. Pero es que, para tenerlo en cuenta, se tendría valorar si en la
“fiesta de la democracia” se vota por lo que se postula, por lo que se cree o
por lo que se piensa.
Pensándolo
bien, quizás el Concurso de Belleza no sea algo tan descabellado como puede
parecer al principio. Al menos saldría más barato, y nos ahorraría tener que
aguantar los discursos.